El Museo Botero, la joya artística colombiana y universal

Actualizado
  • 13/11/2023 15:31
Creado
  • 13/11/2023 15:31
Con casi 25 años desde su apertura, el recinto alberga una de las colecciones internacionales más importantes de América Latina al igual que obras de su creador
Entrada del Museo de Arte Miguel Urrutia que alberga el Museo Botero.

Por años, Colombia ha arrastrado memorias enfocadas en conflicto, paisajes, café, música y arte. Una nación llena de cultura que debe su reconocimiento a muchos personajes quienes influyeron en ella y que dedicaron su vida a contar y mostrar lo mejor de sí. Uno de sus defensores sumergió su pincel por décadas, intentando representar lo más bonito, al igual que lo más doloroso de esta tierra.

El maestro universal Fernando Botero (1932-2023) vivió para dar a conocer, con su creatividad, historias tanto suyas como de otras personas, representado en ellas su Colombia adorada, aquella conocida por sus tierras café y verdes montañas al igual que sus acontecimientos de resistencia y lucha.

En el año 2000, el colombiano realizó una donación al Banco de la República, valorada en más de 200 millones de dólares, formada por 87 obras que corresponden a su colección personal de arte universal y el resto, alrededor de 123 piezas, fueron elaboradas por el propio Botero de las cuales se dividen entre pinturas y esculturas, cada una retratando un suceso distinto.

El Museo Botero fue instalado en la casa de patio del Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU) ubicado en La Candelaria, el centro histórico y cultural de Bogotá. Según la página web del Banco de la República Cultural, el artista antioqueño fue quien personalmente escogió dicho espacio pues ahí guardaba recuerdos de la presentación de su serie “La corrida”.

Escultura de Salvador Dalí donada por Fernando Botero.

En la actualidad, el Museo Botero conserva las colecciones de artes más importantes de Latinoamérica, siendo uno de los espacios más conocidos y adorados del mundo cultural, con obras realizadas por el colombiano, al igual que artistas como Claude Monet, Eugène Boudin, Pierre Auguste Renoir y Pablo Picasso que formaban parte de la colección del artista antioqueño.

Arquitectura del museo

Ingresar al Museo de Botero conlleva adentrarse a un mundo de cultura y viajes en el tiempo, acompañado del pincel, no solo del artista colombiano quien lo fundó sino de otros gigantes del arte.

Al entrar, en todo el centro del museo se presenta un patio enorme, acompañado de una fuente y rodeado de varias salas donde dentro, se pueden apreciar las obras que fueron donadas, pintadas y esculpidas por el artista.

La escultura de Fernando Botero “Mano” se encuentra en la entrada del museo.

Para las instalaciones, Botero guió la museografía, resaltando los colores blanco y verde, característicos de la arquitectura de La Candelaria. Se guió de una paleta que va del blanco al gris y del verde oscuro al negro, colores que se presentan en las distintas superficies: puertas, ventanas, balcones, escaleras y muros.

Otro punto importante es la luz. El artista deseaba contar con la abundancia de la luz natural en las áreas comunes como vestíbulos, corredores y patios, al igual que luces cálidas en las salas de arte.

“Botero también colocó esculturas y obras de arte en puntos estratégicos con el objetivo de que en todos los ejes visuales, se aprecien obras tridimensionales que juntan una sala con la otra”, explicó en una conversación con La Estrella de Panamá, Juan Carlos Giraldo, un guía turístico de la ciudad de Bogotá.

Los textos que acompañan las obras se limitan a una corta ficha de identificación con datos de su autor y el nombre de la misma, con el fin de que el goce esté completamente centrado en la pieza de arte.

El museo cuenta con un patio lleno de jardines verdes en su centro, acompañado de una fuente.
Obras de Botero

Fernando Botero fue un reconocido pintor, escultor y dibujante quien se dedicó a pintar “figuras voluminosas”, arte que luego se definió como “boterismo” y que fue elogiada a nivel mundial.

En el museo, muchas de sus obras más conocidas están presentadas a excepción de aquellas realizadas en sus primeros años entre las décadas de los 40 y 60.

Dentro de las salas de arte, se puede apreciar una parte de la primera serie sobre la violencia en Colombia con obras como “Pablo Escobar”, “Tirofijo”, “Carrobomba”, y “La masacre de Mejor Esquina”. Se encuentra presente también su versión boteriana de la “Monalisa” de Leonardo Davinci.

“Hombre sentado con pipa”, pintura hecha por Pablo Picasso y donada por Botero.

Botero también se dedicó a pintar obras muy personales con mensajes en ellas, que contaban sucesos de su vida. Una de sus obras más famosas, y la favorita del artista, se llamó “Pedrito a caballo” dedicada al hijo que perdió por un accidente automovilístico en 1974 que cambió la vida del dibujante colombiano.

En sus obras, Botero dejaba mensajes de vida. En una de sus pinturas titulada “Una familia”, el artista dibuja un padre, una madre, dos hijos y un perro. A simple vista parece una familia “perfecta” pero al observar mejor la obra, se evidencian detalles como una serpiente roja que representa el miedo y la muerte y manzanas, las cuales Botero utilizó haciendo alusión al momento en que Adán y Eva fueron expulsados del paraíso por comer del fruto prohibido, representando el pecado. El padre tiene un anillo en cada mano, representando la infidelidad en las parejas.

Con dicha obra, el artista hace a su público reflexionar sobre la tentación al pecado.

Subiendo las escaleras se encuentran las salas que albergan las esculturas hechas por Fernando Botero como “Mujer con fruta” y “Venus dormida”. En la entrada del museo se aprecia una de las esculturas más reconocidas del artista, “Mano”.

Pintura de Fernando Botero “Manos” de 1998.
Obras internacionales

Botero contaba con una enorme colección de obras de diferentes y reconocidos artistas a nivel mundial las cuales fueron donadas al museo. Estas obras se turnan en diferentes salas entre los niveles superiores e inferiores del recinto.

La curaduría del Museo de Botero fue realizada por el mismo Fernando Botero con la ayuda de María Elvira Escallón y José Ignacio Roca. “Una de las cláusulas de donación era que ninguna obra podría ser prestada o cambiada de ubicación luego de colgada, ya que debían permanecer tal cual Botero lo decidió en su momento”, explicó Giraldo al diario.

Se encuentran pinturas al igual que esculturas de Pablo Picasso, Kees Van Dongen, Salvador Dalí, Pierre-Auguste Renoir, Gustave Caillebotte y muchos profesionales más quienes son grandes referentes del arte a nivel internacional.

Botero había confesado que no le gustaba Dalí pero admitió comprar sus piezas porque consideraba que ayudaban a “completar” la colección.

“Debido a esta donación muchas personas quienes no pueden viajar a Europa o Norteamérica tienen la dicha de disfrutar del arte universal”, dijo Giraldo. “Las acciones de Botero colocaron a Colombia en el mapa artístico y forma parte de entre las cinco colecciones públicas más importantes de Colombia”.

José Roca, jefe de exposiciones temporales y museología redactó en el portal web del Banco de la República en Colombia lo siguiente: “La Donación Botero cumplirá una función social de gran importancia: estará allí por siempre, para la enseñanza pero sobre todo para el disfrute de todos los colombianos”.

Botero sin duda deleitó al mundo con su arte. Falleció este año, el 15 de septiembre de 2023 y su cuerpo se presentó una última vez en el Museo Botero para ser despedidos por quienes lo amaban, entre familiares, ministros de cultura y fanáticos del artista. En su honor también se sostuvo una misa en las instalaciones museológicas al igual que un concierto para dar el último adiós al artista colombiano conocido por sus figuras voluminosas, “no gordas”

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