Panamá: mujeres desempleadas precisan apoyo para desarrollar emprendimientos

“Llevo casi 10 meses desempleada. A mi esposo también le suspendieron el contrato laboral el pasado mes de marzo, por lo que ambos estamos sin generar ingresos y tenemos dos niñas, una de 12 y otra de 10 años. Solo contamos con el bono digital, y además de que no es suficiente, no llega a tiempo. Para el gobierno es muy fácil decir, 'quédate en casa', pero de alguna manera tenemos que buscar el sustento para alimentar a nuestra familia. Soy diabética, hipertensa y sufro de hipotiroidismo, enfermedades que he dejado de tratar porque ahora mismo no cuento con una solvencia económica para los tratamientos. Además de eso, una de mis hijas padece asma y para evitar una recaída, necesita de sus vitaminas y medicamentos. Sé que no soy la única en Panamá con esta situación, somos muchas las mujeres con hijos que necesitamos una ayuda económica o algún apoyo para emprender. Esta pandemia ha sido la peor de mis pesadillas”, es la voz de Katia Bernal de Ortega, oriunda de Arraiján, quien quedó desempleada; la pandemia agudizó su situación económica, una realidad que según expertos aumentará para fin de año.

Pese a ello, trata de emprender para solventar sus necesidades.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que el desempleo femenino alcanzaba el 7%, sin embargo, el escenario ha empeorado en tiempo récord a raíz de la covid-19. Para los expertos, esta cifra superará el 20% para fin de año 2020, y las mujeres serán las más afectadas.

“Las mujeres trabajadoras han sido afectadas de manera desproporcionada por la pandemia del SARS-CoV-2, creando el riesgo de que algunos de los modestos progresos en materia de igualdad de género alcanzados en las últimas décadas, se pierdan, y que las desigualdades de género relacionadas con el trabajo se agudicen”, menciona la OIT en su portal oficial.

En ese sentido, organizaciones panameñas y personas anónimas han unido esfuerzos a fin de ayudar a los más afectados, especialmente para visibilizar aquellas mujeres que han quedado sin trabajo y necesitan apoyo económico.

Rita Fernández, representante de la Asociación Amigos de la Tierra (AFTA), es una de ellas. A través de esta fundación busca apoyar a unas 20 féminas emprendedoras de Arraiján, Monte Oscuro en San Miguelito, Martín Grande en Santiago de Veraguas y de Chechevere en Chepo, quienes tenían un ingreso para “sobrevivir y sacar adelante a sus familias y hoy se han quedado sin nada”.

“Estoy recolectando máquinas de coser y otros insumos de costura para ayudar a estas emprendedoras textiles en las diversas comunidades donde trabaja la organización”, detalla Fernández.

La creadora de AFTA asegura que las máquinas de coser que deseen donar no necesariamente tienen que ser nuevas, pueden ser de segunda, y también aceptan telas e hilos y cualquier insumo de costura “que les sirvan para hacer mascarillas y con esos ingresos puedan sostener a sus familias”. Fernández invita a las personas a que también donen comida, medicinas y efectivo para la compra de gas y leche para los hijos de estas mujeres necesitadas.

Aracelys Ramos, quien reside en Monte Oscuro, es otra de las afectadas por esta crisis sanitaria. “Tenía un trabajo de medio tiempo y también quedé cesante. Tengo una niña. Trato de emprender vendiendo accesorios hechos a mano. Pero no es suficiente, la cuentas no me dan para solventar los gastos de la casa y otras necesidades”, argumenta.

Como ella, Sol Ramos residente en San Miguelito, también vive de la costura, pero con la pandemia ha perdido ingresos porque no hay clientes, asegura Fernández, quien realiza tutoriales de costura para que estas mujeres puedan elaborar mascarillas y horquilleros, como una vía de generación de ingresos, “porque desean trabajar, pero sin las herramientas es imposible que lo hagan”.

“Esta pandemia no es de uno y nos afecta a todos. Situaciones como las de estas mujeres hay muchas en el país, lastimosamente no podemos llegar a todas, pero es importante que otras organizaciones se unan y les brinden apoyo, porque son mujeres que tienen capacidades para emprender, solo necesitan un empuje”, puntualiza Fernández.

Según la OIT, el grave golpe de la pandemia sobre las mujeres está relacionado con su sobre-representación de los sectores económicos más afectados por la crisis, tales como la hostelería, la restauración, el comercio y la industria manufacturera.

En el mundo, casi 510 millones (40%) de todas las mujeres empleadas trabajan en estos cuatro sectores, frente al 36,6% de hombres, menciona la OIT.

“Las mujeres también predominan en los sectores del trabajo doméstico, la asistencia sanitaria y los servicios sociales, donde corren mayores riesgos de perder su ingreso, de infección y de transmisión, y es menos probable que tengan protección social. La distribución desigual del trabajo de cuidado no remunerado antes de la pandemia también ha empeorado durante la crisis, exacerbada por el cierre de los colegios y de los servicios de cuidado”, señala el organismo internacional.

Guy Ryder, director general de la OIT, puntualiza que las decisiones que “adoptemos ahora repercutirán durante los próximos años y más allá de 2030. Si bien los países se encuentran en fases diversas de la pandemia y es mucho lo que se ha hecho, debemos redoblar nuestros esfuerzos si queremos salir de esta crisis mejor que cuando comenzó”.