Romanticón

Actualizado
  • 24/06/2010 02:00
Creado
  • 24/06/2010 02:00
PANAMÁ. 8:30 de la noche, dentro del Atlapa un timbal y un violín captaron la atención de los espectadores que en el mayor de los casos ...

PANAMÁ. 8:30 de la noche, dentro del Atlapa un timbal y un violín captaron la atención de los espectadores que en el mayor de los casos lucían atuendos oscuros con brillantes. Sobre el escenario del Anayansi apareció una voz fuerte e intensa como las luces de la tarima que encandilaban la vista. Era la voz del artista mexicano Armando Manzanero, quien al hacer acto de presencia fue abrigado del frío del teatro con los aplausos del público que acudió de forma masiva al recital.

La parejas, en su mayoría personas de edades avanzadas, se regalaban risas y besos, mientras las fragancias de diseñadores franceses e italianos competían por conquistar los olfatos. Sin mediar palabras, Manzanero empezó su show con los temas ‘Cuando te conocí’ y ‘La otra tarde’. Acompañado por una orquesta de seis músicos, siguió con ‘Deja todo’. Luego de sus primeras canciones, dijo sentirse como pez en el agua por haber retornado a Panamá, país que visitó por primera vez hace 50 años, cuando acompañó en una gira a Angélica María.

También mencionó algo muy cierto y que muy pocos toman en serio: ‘Antes había árboles por todos lados, ahora lo que veo son muchos edificios’. Su presentación continuó con ‘Somos novios’, ‘Flores’, ‘No sé tú’, ‘Como yo te amé’ y ‘Contigo aprendí’.

En 45 minutos de concierto ya su voz se notaba cansada, pero igual continuaba sacando sonrisas y hasta lágrimas. Luego de comparar los vestidos de baños actuales con los de su época, Manzanero interpretó ‘Voy a cambiar’, una canción que su padre, del mismo nombre que él, le compuso a su difunta madre. Hubo tiempo para ‘Entre tú y yo’, que cantó a dúo con una dama vestida de rojo (al parecer su musa), a la que presentó como Doña Faviola. A esta altura del espectáculo, Manzanero tuvo que recibir ayuda de la gente para terminar con ‘Cuánto te quiero’, ‘Vida mía’ y ‘Lo que tú me haces sentir’. El pequeño hombre vestido de blanco se esfumó tras una cortina negra después de agradecer a su público que no paró de aplaudirlo. El lapso para la segunda parte no dio chance a los fanáticos ni de ir al baño o buscar un refresco, que por cierto es lo único que venden en los eventos que se realizan en el Atlapa.

El Consorcio comenzó justo a las 10:00 de la noche y ya algunos rostros reflejaban la necesidad de descansar, hasta los de los pocos agentes policiales que había en el recinto y los de alguno que otro reportero de la raquítica cantidad que cubrió el evento. Pero el grupo español sabía que había que despertar a la gente. Y así lo hizo: cantaron ‘Palabras de amor’, ‘Oh marinero’, ‘Latinas’, ‘Puertas abiertas’ y otras más que enchufaron a todos.

Los cinco integrantes de El Consorcio, bastante canosos por cierto, estuvieron acompañados de cinco músicos que no aguantaron ni media hora de trabajo porque necesitaban irse a fumar un cigarrillo. Entonces, tocó interpretar solo con una guitarra española ‘Dame un poco de tu vida’, ‘El mundo de los dos’, ‘Dónde estás corazón’ y ‘Casa vacía’.

Ya superadas las ganas de tabaco, los integrantes de la orquesta volvieron para tocar ‘Eres tú’, ‘Amor de hombre’, ‘Promesa de amor’, ‘Ojos negros’ y ‘Te extraño más que nunca’.

El grupo ibérico que en su mayoría camina entre los 60 y 70 años se fue muy alegre, igual que los más de cinco mil espectadores que salieron satisfechos y con muy buen orden del Atlapa.

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