Trabajadores esenciales, en una posición infravalorada en el mundo laboral

En la vida de los trabajadores esenciales la semana regular es de 48 horas de trabajo, considerada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como jornada excesiva.

Esto afecta a más del 40% de los sectores que entran en la categoría de trabajo esencial, y quienes resultan más afectados por los largos horarios son los empleados de menos ingresos y con nivel socioeconómico bajo.

Así como las desmedidas horas de labor, la injusta remuneración, el exceso de la temporalidad contractual, el déficit de protección social y la continuada exposición a riesgos para la salud son otros de los elementos deficientes en la condición de empleo de los trabajadores esenciales en sus diferentes áreas.

De acuerdo con la OIT, esta situación demuestra el valor que socialmente se le otorga al trabajo esencial y estas deficiencias suelen afectar otras áreas de la vida de estos colaboradores. En su última publicación (marzo, 2023), 'Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2023. El valor del trabajo esencial', el organismo multilateral amplía el tema, utilizando estadísticas y datos sobre las condiciones laborales de los trabajadores esenciales y el valor del trabajo de estos individuos para la sociedad.

El sector esencial comprende las áreas de sistemas de alimentos, transporte, seguridad, sanidad, comercio al por menor, así como los trabajadores manuales, los trabajadores de limpieza y saneamiento, y trabajadores técnicos y administrativos. Cada uno de estos ámbitos cuenta con riesgos y retos específicos que necesitan superar.

Según lo investigado por la OIT, el 51% de estos colaboradores son asalariados, mientras que un 49% trabaja por propia cuenta. El 62% de los trabajadores esenciales son hombres; el resto, mujeres, y uno de cada cinco migrantes recurre al trabajo esencial como método de subsistencia.

Según el documento de la OIT, los trabajadores esenciales que menos acceso tienen a condiciones dignas de trabajo son de países con bajos ingresos, en los cuales el sector de sistemas alimentarios es el más predominante, representando al 59,8% de los empleados. En los países de ingresos medianos bajos son el 47,3%, mientras que en países de ingresos medianos altos o altos representan a menos del 30%.

Por lo general son personas que no tienen estudios suficientes para aplicar por empleos formales con condiciones dignas, de hecho, el 49% de los trabajadores esenciales ni siquiera tiene un título de formación secundaria.

Esto solo los hace más fácil que acepten condiciones de empleo que puedan afectar su salud física y mental, debido a que dependen completamente de sus puestos de trabajo para el sustento y no pueden calificar para otro tipo de puesto laboral y limita sus ingresos, asegura la OIT.

Sin embargo, hay formas de garantizar que los trabajadores esenciales tengan las mismas oportunidades que empleados de otros sectores del mercado laboral. La OIT también menciona algunas soluciones para este problema dentro de 'Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2023. El valor del trabajo esencial'.

La inversión en las instituciones de trabajo debe ser el primer paso. Las economías y sociedades tienen que priorizar por vía legislativa o convenios colectivos la regulación de los sistemas laborales para alcanzar objetivos que beneficien a todos los sectores, pero especialmente al área de trabajo esencial.

Los lugares de trabajo deben ser seguros y saludables, también debe existir igualdad de trato y demás modalidades conductuales que no pongan en peligro la integridad o los derechos de los individuos que encuentran su sustento en el trabajo esencial.

El bienestar físico y psicológico de los empleados es el básico que todo empleador debe procurar mantener en sus colaboradores. La OIT recomienda las evaluaciones periódicas y establecer reportes para identificar las situaciones de riesgo. Esto permitirá a las empresas u organizaciones de trabajo manejar la situación de una manera más integral y no dejar que se vuelva a repetir.

La imposición de horarios previsibles es otra medida que propone la OIT para mejorar la calidad de condiciones laborales de este sector del empleo. Según esta organización, la jornada laboral está estrechamente relacionada con la calidad del empleo, es por esto que el exceso de horas de trabajo puede representar un problema que afecta otras áreas de la vida de los colaboradores.

Para regular la cantidad de horas se necesitan políticas que intervengan en las jornadas de desempeño laboral y corrijan los niveles de producción requeridos por las empresas, ya que esto puede afectar a largo plazo tanto a los trabajadores como a las compañías.

Por último, también se deben crear políticas salariales que valoren el trabajo esencial y que exijan un salario mínimo justo para los empleados. Para lograrlo, la negociación colectiva es clave, así como fijar un salario mínimo entre los gobiernos y el sector de trabajo esencial.