Durante su paso por Panamá, el trío conversó con La Estrella de Panamá sobre su evolución artística y el significado profundo que encierra su nombre y...
- 25/10/2025 00:00
Reconocido como uno de los artistas panameños más relevantes del siglo XX, Julio Zachrisson (1927 – 2021) se sitúa hoy a la par de los grandes maestros de la plástica latinoamericana y mundial.
A lo largo de seis décadas de carrera —una, dicho sea de paso, excepcionalmente prolífica— alcanzó un dominio técnico propio de quien dedica su vida a explorar los límites de la creación.
Su obra fluctuó entre la pintura, la escultura y el grabado; la disciplina que afianzó su prestigio internacional. Pero en sus aguafuertes, puntas secas y litografías se percibe algo más que destreza: un ojo crítico y una inventiva mordaz.
Desde muy joven asumió su vocación y, movido por una sed insaciable de conocimiento, recorrió Centroamérica y Europa. Como pocos, Zachrisson supo enriquecerse de aquellos viajes sin diluir jamás su identidad.
De la diversidad de culturas y tradiciones que encontró en el camino, cultivó un lenguaje visual tan vasto que, al contemplarse en conjunto, deja a la crítica preguntándose: ¿Cuántos mundos pueden habitar en un solo hombre? En la obra de Zachrisson, tal vez sean miles al mismo tiempo.
El magnetismo de su universo despertó la curiosidad de un grupo de jóvenes cineastas panameños: la productora Cine Animal, quienes encontraron en él un legado que merecía ser conocido y contado en la gran pantalla.
Durante casi siete años, Trillo Guardia, Tomás Cortés y Carolina Borrero, visitaron a Zachrisson, quien ya se encontraba en el último capítulo de su vida, con el objetivo de profundizar en su obra y filosofía para crear una película animada basada en sus grabados: Toro Volandero, prevista para estrenarse a finales del 2027.
Pero la muerte del maestro, quien se había convertido en un amigo íntimo para el grupo de jóvenes cineastas, marcó un punto de giro y cambió el rumbo del proyecto. Su partida los llevó a replantearse todo y, en medio del duelo, nació una certeza: la película debía rendirle homenaje a su legado.
Así nació ‘El Brujo: Julio Zachrisson’, un documental que reúne años de investigación con material que el equipo había recopilado sin intención alguna de mostrarlo al público. De ahí el encanto, la frescura y la cercanía que cautiva al espectador. Su fuerza radica en la naturalidad de esas imágenes.
La cámara no impone ni pretende: es testigo silencioso de una amistad intergeneracional que retrata la dimensión humana del artista.
Tras su debut en abril de 2025 durante el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá), donde fue galardonada con el Premio del Público, ‘El Brujo: Julio Zachrisson’ continuó su recorrido triunfal en junio en el Festival Internacional de Cine de Costa Rica (CRFIC), donde obtuvo el mismo reconocimiento.
A partir de este 30 de octubre, la película llega finalmente a las salas de cine de Panamá, consolidando así su exitoso recorrido festivalero y acercando al gran público la vida y obra de uno de los artistas más importantes del país.
Más allá de la película, Trillo Guardia y Tomás Cortés, impulsaron la creación del proyecto Legado Zachrisson, un acervo documental y artístico de alto valor histórico y cultural para la región iberoamericana y Panamá.
El archivo digital reúne grabados, dibujos, bocetos, manuscritos, audioguías, fotografías y materiales personales, que resguardan más de seis décadas de historia y producción artística.
Como parte del proyecto, Cine Animal coordinó en Madrid la digitalización de más de 450 grabados originales con el apoyo de Libnova, empresa especializada en preservación digital. A su vez, y en colaboración con la Biblioteca Nacional de Panamá, el colectivo digitalizó bocetos, documentos, dibujos y otras obras sobre papel, lo que permitió organizar el fondo en distintas secciones y series temáticas.
Por último, en el estudio del artista, el equipo realizó un respaldo integral de documentos personales y fotografías familiares con el fin de resguardar su vida y su obra para las nuevas generaciones de panameños.
El proyecto incluye además un cuadro de clasificación archivística preliminar, actualmente en revisión dentro del Diplomado Ibermemoria 2025, que consolida su rigor técnico y académico.
Fundada en 2014, Cine Animal, S.A. es una productora panameña comprometida con fortalecer la identidad, la memoria y la representación cultural del país. Su trabajo combina ética, estética y una visión política que concibe el arte como una poderosa herramienta de transformación social.
El Legado Zachrisson, iniciado en 2018 junto al propio artista y su familia, con el apoyo del Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional y diversas instituciones internacionales, fue posible gracias a una labor sostenida de investigación, catalogación y conservación.
El colectivo ha resguardado un patrimonio que hoy se proyecta en la gran pantalla como testimonio vivo de la creación.