Enrique Jaramillo Levi y el arte de urdir historias

  • 28/05/2024 00:00
El escritor panameño presentará su obra ‘Urdimbres’ en la Feria Internacional del Libro y Medios Audiovisuales de Querétaro

Del 19 al 23 de junio de este año tendrá lugar en la ciudad de Querétaro, México, la “Feria Internacional del Libro y Medios Audiovisuales de Querétaro”, en la que el escritor panameño Enrique Jaramillo Levi presentará Urdimbres, uno de sus libros de cuentos más recientes, publicado en 2023 por editorial Azimut (Málaga, España). Se trata de la tercera ocasión –y también el tercer país– en que el libro se presenta a sus lectores, luego de que en abril del año pasado se presentara en la sede del Ministerio de Cultura de Panamá y, posteriormente, en mayo del mismo año, en Casa de América en Madrid. En esta ocasión será el propio autor quien lo presente al público de Querétaro, ciudad en la que está radicado desde octubre pasado. Aprovecho entonces la proximidad de este evento literario para comentar, en mi condición de prologuista del libro, algunos de sus aspectos más resaltantes.

Urdimbres es, por una parte, una muestra del estilo y las inclinaciones literarias que son constantes en la obra de Jaramillo Levi y, por otra, la elaboración de algunas preocupaciones ligadas a la actualidad mundial y personal del autor. Se trata de un conjunto de más de 70 minicuentos, una de las formas predilectas que a lo largo de los años ha tomado la prosa de Jaramillo Levi. En ellos, narración, reflexión y prosa poética se entrelazan en la creación de mundos posibles que se mueven entre la indagación en lo cotidiano y la aparición de lo fantástico o lo inesperado que desequilibra la realidad. Todo ello es, junto al interés metaficcional (la reflexión sobre la escritura desde la escritura, sobre la literatura desde la creación literaria), una marca de la obra toda de Enrique Jaramillo Levi que en este nuevo libro emerge con la claridad y el aplomo del creador experimentado, dueño de su propio decir.

Por lo que respecta a su actualidad, el libro es hijo de la reciente pandemia, escrito durante el confinamiento y la soledad obligatoria, por lo cual las referencias reales e imaginarias no dejan de tocar ese encuentro colectivo con la muerte, la fragilidad del cuerpo y la angustia de su presencia inminente que vivimos todos en años recientes. En este sentido, no es gratuita la presencia de personajes en que esta vulnerabilidad se hace más evidente, como los ancianos, los enfermos, los afectados de dolencias psíquicas que interrumpen o dificultan sus relaciones con la realidad, especialmente en situaciones difíciles o exigentes. En ellos la monotonía marca una existencia flotante que sin embargo se ve afectada de pronto por la discontinuidad entre su mundo psíquico, interior, y la realidad.

El interés del autor por lo extraño, lo inusual y lo fantástico encuentra en Urdimbres una expresión plural, con historias de almas que viajan fuera del cuerpo, ovnis y extraterrestres, saltos en el tiempo y manifestaciones de la ciencia ficción, junto a la aparición de lo sórdido, lo desagradable, lo abyecto o la violencia que surgen de pronto y trastocan la realidad dada o asumida. Como signo insistente de su escritura, nos reencontramos en muchos de estos cuentos con la irrupción de elementos extraños, a veces fantásticos o absurdos y otras explicables por la locura, la alucinación o el deterioro psíquico.

En cuanto a la estructura, sorprende la complejidad de estos cuentos tomando en cuenta la brevedad de su extensión. El autor parece decidido a sorprendernos y a sorprenderse a sí mismo, inventando o descubriendo nuevas formas de narrar o de decir, cosa difícil tras su larga y prolífica trayectoria, pero que no cesa de intentar y, afortunadamente para él y los lectores, de lograr. Es la literatura como juego, reflexión y experimentación; cada uno de estos cuentos es su propia búsqueda, un ensayo en el doble sentido de intento y de propuesta.

Digo en el prólogo que este libro implica una concepción de la escritura, una en la que el trabajo del autor es urdir, en dos sentidos: en el de ordenar concienzudamente los hilos de la trama para que el cuento pueda contarse, pero también en el de maquinar una ordenación posible del mundo, pensar y proponer, al menos en la ficción, una idea de nuestra realidad y algunas respuestas a sus dificultades e iniquidades. Enrique Jaramillo Levi lleva toda una vida imaginando y reimaginando el mundo para entregarnos con su escritura unas cuantas respuestas posibles o, al menos, algunas nuevas aproximaciones a las preguntas fundamentales de la creación y de la existencia. Urdimbres es uno de los más recientes escenarios de tales elaboraciones.

El autor es escritor venezolano residente y crítico literario.

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