Claves para una buena relación entre hermanastros

A pesar de las complicaciones propias de formar una nueva familia, profesionales brindan consejos para lograr una sana convivencia

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo de la Contraloría General de Panamá, en el 2015, ocho mil 724 matrimonios se convirtieron en divorcios. A estas cifras hay que sumarle las separaciones de parejas en unión libre.

Aunque no hay registros, ‘las segundas nupcias o unión en Panamá no son infrecuentes', señala Paola Santander, psicóloga y socióloga. Si ambos en la pareja tienen hijos de su relación anterior tendrán que enfrentar las situaciones propias de la convivencia entre hermanastros.

‘Si para los adultos, regularmente rehacer su vida con una nueva pareja no es fácil, para los hijos es igual o más complicado formar una nueva familia, pues esta romperá los patrones que se habían establecidos como hábitos y normas, que seguro cambiarán. Lo más probable es que surjan celos, riñas y envidias debido a la nueva situación', detalla Santander.

‘Cambiar y compartir casa con otras personas, compartir el amor de su padre o madre con alguien más, quizás cambiar de escuela, es difícil de asumir para un adolescente o infante', afirma la psicóloga Glenda Smith.

La misma situación trae consigo en algunos casos, -agrega la psicóloga- inseguridad en el, o los hijos, pues surgen dudas o interrogantes como, ¿será mi papá (o mamá)?, ¿es mi hermano?, ¿cómo debo tratarlo?.

Las profesionales coinciden en que la ‘confusión' e ‘inseguridad' propia de todo cambio generará en este caso, problemas de convivencia como rebeldía y discusiones, entre otras.

A pesar de esto, ‘crear un ambiente de confianza y paz que promueva una buena relación entre hermanastros, no es imposible', indica Smith.

UNA CRIANZA IGUALITARIA

Según explica la socióloga Santander, uno de los puntos más importantes en este tema, si no el más importante, es la conducta de la pareja frente a la crianza de los hijos como una nueva familia. Dicho de otra manera, ‘ellos no deben crear rivalidades entre los hermanastros a través de tratos diferentes'.

Por ejemplo -indica Santander- , dependiendo de la edad, ambos (hermanastros) deben tener obligaciones en el hogar, si hay horarios para dormir, estudiar, etc deben ser cumplidos sin excepción.

‘Si hay adolescentes en la familia, las pautas deben establecerse integrando a la nueva pareja, es decir el tema se debe conversar en familia, para dejar claro que se le debe respeto a esta nueva pareja', dijo Santander.

Es probable que hayan sido criados con técnicas de conducta diferentes. ‘Entre el diálogo y la autoridad de ambos padres, poco a poco deben unificarse estas técnicas', recomienda la profesional.

‘SI HAY ADOLESCENTES EN LA FAMILIA, LAS PAUTAS DEBEN ESTABLECERSE INTEGRANDO A LA NUEVA PAREJA, ES DECIR EL TEMA SE DEBE CONVERSAR EN FAMILIA, PARA DEJAR CLARO QUE SE LE DEBE RESPETO A ESTA NUEVA PAREJA'

PAOLA SANTANDER,

PSICÓLOGA Y SOCIÓLOGA

Otro aspecto relevante es el cambio de rutinas, pues este puede afectar a los hijos.

Recomienda la psicóloga Smith, ‘tratar en la medida de lo posible, no afectar las rutinas o negociar sus cambios pues consciente o inconscientemente el hijo puede atribuir este cambio a los nuevos miembros de la familia, lo cual no traería resultados positivos en la relación'.

RIVALIDADES INEVITABLES

Los adultos deben tener claro que aunque ellos no generen las rivalidades, estas pueden surgir.

‘Si aún entre hermanos hay rivalidades, cuanto más entre dos personas que de un día a otro pasan a ser miembros de una familia', dijo Smith.

Y esto -añade la psicóloga- no precisamente tiene que ser porque los padres forjen esas rivalidades. Los hijos son personas que sienten, ven y se forman juicios correctos o incorrectos. Los adultos pueden y deben influir en ese juicio.

Frente a la rivalidad entre los hermanastros las especialistas recomiendan que no se les presione, si no que a través de la convivencia, entre juegos y salidas juntos, poco a poco se les permita conocerser de manera natural.

Eso sí, señala Smith, ‘hay que estar alerta ante cualquier conducta de violencia o negativa y acudir a profesionales si estas persisten'.

‘Lograr una buena convivencia en la nueva familia es cuestión de perseverancia. Con paciencia y diálogo es posible', puntualiza Santander.

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