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- 13/04/2021 00:00

Desde que inició la pandemia, la tendencia a la comodidad ha disparado el uso de pijamas y ropa holgada, algo que se ha convertido en una prioridad. El confinamiento masivo obligó a muchas compañías a implementar el teletrabajo, y aunque expertos en imagen y protocolo recomiendan no permanecer en pijama durante el home office, este atuendo se ha convertido en una pieza aliada e indispensable.
“En los primeros meses de 2020, cuando se declaró la pandemia, me di cuenta de que en mi guardarropa tenía todo, menos lo que más necesitaba en ese momento, que eran las pijamas”, expresó la cantante Kany García durante una entrevista con La Estrella de Panamá.

Así como le ocurrió a la cantante boricua, la joven Michelle Fuentes adquirió el año pasado una docena de pijamas para abastecer las opciones en casa. “Realmente nunca le presté tanta atención a las pijamas hasta ese instante. La necesidad de confort fue lo que me impulsó a hacer estas adquisiciones a través de diversas páginas de internet”.
Agregó que las pijamas de seda no solo son lindas, sino que también puede “usarlas en outfits diarios después de la cuarentena”. Compartió que la idea de usar las pijamas para la cotidianidad fuera de casa surgió gracias a referencias que vio en revistas anglosajonas y europeas, donde famosos de la industria de la moda y el cine están apostando por estos atuendos.

The Washington Post publicó un artículo acerca del ascenso de los pijamas de lujo. De acuerdo con el escrito, las ventas de pijamas en noviembre de 2020 fueron 200% más altas que las de noviembre de 2019, según la plataforma Adobe Analytics.
Asimismo, la firma de investigación de mercados The NPD Group espera que la ropa para dormir, las sudaderas, los pantalones cómodos constituyan una tercera parte de toda la venta de ropa en el cuarto trimestre del año.

Por otro lado, el diario The New York Times informó que cadenas minoristas de ropa en Estados Unidos han incrementado la venta de vestidos y “ropa de salir a la calle”.
Un hecho es que, aunque el sector textil se ha visto afectado por la covid-19, se proyecta que a medida que avancen los planes de vacunación contra el nuevo coronavirus las tendencias de compra en los consumidores aumentarán y tendrán variaciones.

Paula Rodríguez manifestó que en abril de 2020 comenzó a comprar algunas pijamas porque estaba pasando más tiempo en casa, como nunca antes lo había hecho, “quería estar cómoda y vi excelentes ofertas en la web. Uno de mis pasatiempos favoritos es tomarme fotos, y cuando mis amigos y familiares empezaron a ver mis pijamas, me preguntaron dónde las había comprado porque querían unas iguales. Fue entonces que me dije: ¿Por qué no venderlas?”.

Rodríguez apuntó que desde que inició con la venta de estas piezas le ha ido muy bien; “por ahora solo vendo pijamas a mis amigas y personas más cercanas, pero estoy pensando en abrir mi cuenta de Instagram y expandir mi emprendimiento hacia las redes sociales”.
En cuanto a las opciones más buscadas señaló que son variadas y van desde los estampados de animales hasta los florales “también me solicitan los colores lisos, pijamas con mangas largas, también pijamas cortas y ajustadas, incluso he empezado a promocionar otros artículos, como los vestidos de baño, vinchas y colas de satín que están en boga”.

Con relación a los precios, sostuvo que hay para todos los presupuestos “vendo pijamas desde $8 hasta $20, todo depende del largo, si el material es de algodón, de satín u otra tela”.
Presentaremos algunos de los datos que recoge 'The Washington Post' en su publicación.
Las pijamas son otro vestigio del régimen imperial británico, adaptado de India y adoptado desde fechas tan antiguas como el siglo XVII por los auténticos “pavorreales”, los hombres europeos.
Las mujeres comenzaron a usar pijamas al inicio del siglo XX y no simplemente para dormir, sino para andar por casa.
Había pijamas formales de anfitriona, pijamas de playa que se usaban en la Riviera y la pijama para haraganear de Claudette Colbert en 'Sucedió una noche' (Capra, 1934).
Las pijamas eran modernas, al liberar a las mujeres de los corsés y otras malévolas restricciones.