COP27: una ironía ante la huella ecológica

Actualizado
  • 16/11/2022 00:00
Creado
  • 16/11/2022 00:00
La huella ecológica que deja la COP27 se aleja de la intención de solucionar la crisis climática, y las acciones que los países deberían tomar para lograrlo
Juan Carlos Monterrey, Simon Stiell y Marianne Karlsen

De acuerdo con el marketplace climático, Climate Trade, cada año se emiten a la atmósfera de la Tierra más de 36.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). En gran parte, estos gases nacen del uso de combustibles fósiles, la generación de energía por vías no renovables y las actividades humanas contaminantes.

La mayoría de esta contaminación de dióxido de carbono procede de solo 10 países, entre los que destacan China, con más de 10.065 millones de toneladas; Estados Unidos con 5.416 millones de toneladas; India con 2.654 millones de toneladas, y Rusia con 1.711 millones de toneladas.

Otros países que se posicionan en la lista son Japón, Alemania, Irán, Corea del sur, Arabia Saudita e Indonesia.

La Conferencia de las Partes (COP) es la cumbre anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático con el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, para impedir interferencias antropogénicas peligrosas en el sistema climático. Pero, ¿qué logra este tipo de eventos si las personas que asisten deben viajar largas horas en avión que causan exageradas emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera?

Mesas de negociaciones y diálogos de la COP27
Emisiones de CO2 hasta Egipto

Llegar en avión comercial o jet privado a la Cumbre del Clima de la ONU es la paradoja más grande que se tiene en este tipo de eventos. Mientras líderes mundiales o defensores del cambio climático debaten cómo lograr un mundo más ecológico, esas mismas personas han llegado a su destino en el medio de transporte que más emisiones de CO2 produce.

La distancia promedio desde el continente europeo hasta Egipto es de 3.029 km. Asumiendo que existe la posibilidad de tomar un vuelo directo desde Europa hasta el país africano, y que dicho vuelo produce 12 litros de combustible por kilómetro (km) recorrido (según un artículo escrito en 2021 por el sitio estadounidense How Stuff Works), el trayecto emitiría 36.348 litros de combustible a la atmósfera.

Para el continente asiático, su distancia promedio hasta el destino donde se organizó la COP27, es de 5.549 km. Por ende, se producen 66.588 litros de combustible por km.

Pero eso no es todo. En el caso del continente americano, la distancia promedio hasta Egipto es de 11.709 km. Esto quiere decir que se produce un promedio de 140.508 litros de combustible y emisiones de CO2 que son elevados a la atmósfera.

En el caso de Oceanía, el continente más lejano a Egipto, la distancia promedio es de 15.583 km. Tomando la posibilidad de que existe un vuelo directo al país de las pirámides, la emisión de CO2 producida por el avión sería de 186.996 litros.

Con esta información presente, existe una paradoja entre las soluciones que la COP27 desea realizar para mejorar la crisis del cambio climático y las acciones que se toman al respecto.

¿Qué opina Panamá?

En una conversación de La Estrella de Panamá con el vicepresidente para la Implementación de la Convención de Cambio Climático de la ONU, Juan Carlos Monterrey, este destacó que “la aviación civil es responsable del 2% al 3% de las emisiones globales. Aceptando eso, es importante reconocer que la ONU es el único espacio a nivel mundial donde todos los países tienen voz y voto para tomar decisiones en conjunto y encontrar las soluciones ante la problemática actual”, comunicó Monterrey.

“Con base en esto, es obvia la ironía que se presenta. Sin embargo, durante la pandemia se intentó manejar el evento de manera virtual y no fue posible”, confesó el vicepresidente. “En 2020 se intentó mantener diálogos en los meses de junio y noviembre de manera online, pero debido a la disparidad en el mundo referente al acceso tecnológico, la conectividad, las diferencias en huso horario, y demás, fue completamente imposible mantener el evento”.

Además, Monterrey añadió que en estas citas, donde se presentan más de 190 países, la confianza es algo primordial y “es muy difícil lograrlo a través de una pantalla”. Para 2021 se intentó mantener el evento de manera online por segunda vez, pero una vez más, fue imposible.

“Por ende, entiendo la problemática que los aviones presentan para el medio ambiente, sin embargo, estos son eventos que se deben dar de forma presencial para poder tener un buen diálogo y buenas negociaciones que puedan ayudar a lograr un cambio”, concluyó.

¿Qué medidas toma Panamá al respecto?

Monterrey explicó que Panamá es un país carbono negativo. Esto quiere decir que es una nación que absorbe más gases de efecto invernadero (a través de árboles, pastos marinos y manglares), de los que emite por las actividades humanas.

“Sin embargo, se han desarrollado múltiples acciones para seguir ayudando al medio ambiente en nuestro país, como la agenda de transición energética que tiene el objetivo de desacoplar la provisión de energía con la generación de dióxido de carbono y otros gases contaminantes. Además, está el plan de restauración del Ministerio de Ambiente con el fin de reforestar 50 mil hectáreas de cuencas hidrográficas”, explicó Monterrey.

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