La gestión de los desechos sólidos durante la pandemia precisa estrategias

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), América Latina produce aproximadamente 436,000 toneladas de residuos sólidos urbanos. En su plataforma digital, la OPS señala que el 50% de estos aún recibe disposición final inadecuada y la recolección sigue siendo deficiente en barrios marginales de las metrópolis.

Además, indica que no hay cifras regionales en cuanto a generación de residuos sólidos especiales y peligrosos, y que se estiman aproximadamente 1,2 millones de camas hospitalarias, que pueden producir 600 toneladas diarias de residuos hospitalarios peligrosos que requieren de una gestión especial.

Según la OPS, pese a que la legislación ambiental vigente en los países prohíbe la disposición final sin el tratamiento previo de residuos especiales y peligrosos, es común que esta actividad se realice conjuntamente con los residuos comunes en muchos países de América Latina y el Caribe afectando a los trabajadores y contaminando el ambiente.

El Programa Nacional para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) aporta los datos de Panamá e indica que cada panameño genera alrededor de 1,2 kilogramos de residuos sólidos al día, de acuerdo con un estudio de 2016.

El PNUD indica que se estima a nivel nacional una generación de 4,400 toneladas diarias.

De esta cifra solo se recoge el 58% de la basura generada en los hogares. Además, señala que el relleno sanitario de cerro Patacón, recibe más de 1,800 toneladas diarias de basura y que un alto porcentaje del resto de los desechos es dispuesto en vertederos no formales, en las quebradas, ríos y en el mar.

La plataforma digital, TheConversation, presenta la pregunta anterior para la ciudad de Barcelona y, enfatiza que los desechos han variado en cantidad debido al cierre de actividades durante la pandemia, situación que se da más intensamente en las grandes ciudades, las áreas metropolitanas y los centros turísticos, que en las localidades de menos habitantes.

Este sitio indica que en la ciudad de Barcelona, España, el nivel actual de generación de residuos es igual al del año 1989, lo que ha producido en comparación una caída del 24%.

Sin embargo, el porcentaje de recolección de materiales reciclables es muy semejante o incluso mayor en algunos casos, a la anterior a la pandemia.

Las estimaciones realizadas por la Agència de Residus de Catalunya señalan una caída general en la generación de residuos del 17% que puede diferenciarse por tipo de residuos:

Residuos orgánicos: descenso del 27,88% por el cierre de bares y restaurantes.

Papel y cartón: descenso del 26,66% por el cierre del canal comercial.

Vidrio: disminución del 17,96% por cierre de bares y restaurantes.

Envases ligeros: disminución del 3,56% frenada por el mayor consumo doméstico.

Resto de residuos: descenso del 14,73%.

Es decir, la pandemia ha generado un descenso en los porcentajes de tipos de desechos sólidos producidos en las ciudades, aumentando los desechos generados por el manejo propio de la crisis sanitaria.

Frente a este escenario, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) destaca que durante la pandemia se está produciendo una gran cantidad de desechos adicionales a los mencionados por la OPS, como guantes, mascarillas o materiales de protección infectados, tanto por el personal médico, como por los ciudadanos en general.

Debido a ello, el Pnuma indica que el manejo seguro de esos desechos biomédicos y sanitarios es esencial para la salud comunitaria y la integridad del medio ambiente.

De allí la importancia de recordar que para efectos de un manejo eficaz de desechos biomédicos y sanitarios, se deben tener en cuenta factores como la generación y minimización, la separación, identificación y clasificación, manejo y almacenaje, empaque y etiquetado, transporte dentro y fuera de los establecimientos de asistencia sanitaria, tratamiento y eliminación de residuos.

La OPS indica en su publicación 'Recomendaciones para la gestión de residuos sólidos' del 11 de mayo de 2020, que manejar residuos sólidos correctamente permite minimizar posibles impactos secundarios sobre la salud y el ambiente, por lo que establecer acciones clave de acuerdo con las medidas de gestión segura para el personal, el transporte de residuos comunes, servicios de disposición final y el manejo de residuos en los hogares.

En los hogares, la OPS, enfatiza en que las acciones clave que se deben desarrollar están ligadas a:

1. Lavarse las manos con agua y jabón, antes y después de manipular los residuos.

2. Conocer las horas de recolección de residuos y colocar las bolsas en la calle máximo unas horas antes de pasar el camión. En el caso de no conocer la ruta, disponer los desechos en un lugar cerrado y protegido de ser abiertos o rasgados por animales.

3. Lavar con agua y jabón los botes o recipientes que se usan para depositar los residuos en el interior de las casas, al menos una vez por semana.

4. Almacenar los residuos no biodegradables (ropa, calzado, pintura) en bolsas cerradas dentro de la casa y entregarlas poco a poco, para no colapsar el servicio de recolección de basura, en el caso que se realice limpieza profunda de la casa.

5. Compactar envases (como latas y cartones) para reducir el volumen de residuos antes de desechar.

6. Colocar agujas usadas (de los usuarios de insulina y otros medicamentos inyectables) en recipientes a prueba de pinchazos (botellas de gaseosa o agua mineral) y disponer según las normas nacionales.

En el caso de tener un enfermo en casa:

1. Disponer todos los desechos del enfermo (pañuelos desechables, guantes y mascarillas) en un recipiente exclusivo con bolsa.

2. Sellar la bolsa cuando esté llena (2/3 partes de su capacidad), y colocar dentro de otra bolsa para ser entregada al servicio de recolección municipal.

Las ciudades enfrentan cada vez más un incremento de población. La crisis sanitaria que vivimos por el SARS-CoV-2 permite reflexionar sobre cómo prepararnos para manejar los desechos sólidos que producen nuestras ciudades.

Panamá aumenta la producción de sus desechos, con cada apertura que ofrezca o libere por sector económico. Es decir, la apertura del país aumenta la cantidad de guantes, mascarillas o materiales de protección generado, tanto por el personal médico, como por los ciudadanos en general, es por ello que el mayor de desafío que enfrenta el país es el establecimiento de planes de manejo de los residuos a nivel municipal, comunitario y local.

El Estado debe proveer a los ciudadanos con planes que les permitan tomar acciones como actores de la gestión de los desechos, a través de asociaciones publico privadas que articulen el plan estatal con las acciones ciudadanas.

Acciones que permitan generar la economía circular en torno a los desechos sólidos de manera que cada ciudadano sepa dónde y cómo debe disponer sus desechos.

Proveer de planes que permitan a los ciudadanos empoderarse a través de la participación es clave para garantizar su bienestar dentro del entorno ambiental y, fundamental para alcanzar la Agenda 2030 e impulsar el regreso a la nueva normalidad de forma segura.

La autora es investigadora científica en recursos hídricos e ingeniera civil. También es doctora en ingeniería agrícola con mención en recursos hídricos en la agricultura (Chile).