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- 13/08/2012 02:00
PANAMÁ. Aunque algunos animales son considerados inofensivos o curiosos, la realidad es que —debido al aumento poblacional, hábitos, comportamientos y adaptación— se convierten en ‘especies problemáticas’, como sucede hoy en Panamá con las palomas, talingos, murciélagos y coyotes.
Las afectaciones que puede sufrir la ciudadanía de parte de cada una de estas especies son distintas. En el caso de las palomas domésticas (Columba libia), por ejemplo, producen enfermedades respiratorias, alergias y son foco de transmisión de enfermedades, por tener ectoparásitos ‘piojos’, que se encuentran en los nidos y, a su vez, se pueden trasladar a las residencias de los seres humanos donde haya gran cantidad de nidos.
Las palomas, que no son aves originarias de Panamá ni del continente, no son competencia de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), al no ser consideradas animales silvestres, pero han sido incluidas en un borrador que pretende buscar mecanismos para el manejo y control de estas especies por ser un riesgo a la salud pública, indicó Carmen Medina, bióloga técnica del Departamento de Vida Silvestre de la ANAM.
Estas aves, que pueden ser foco de contagio de la llamada fiebre aviar y la histoplasmosis, han logrado adaptarse al ambiente, a tal punto que se reproducen en una forma extraordinaria, comentó la científica.
Pero Panamá no es el único país que tiene problemas con estas aves. La sobrepoblación y la tendencia de las especies a habitar zonas urbanas y suburbanas es mundial.
EL TALINGO
En la lista de los animales problemáticos sigue el talingo. Es común ver esta ave en los alrededores de la ciudad. Se ha adaptado muy bien al ambiente urbano porque se alimenta de lo que encuentran a su paso. En su dieta están desde los residuos de los alimentos hasta los huevos y pichones de otras aves. El Quiscalus mexicanus ha sido denunciado por su sobrepoblación en los alrededores del Hospital Susana Jones, en Villa Lucre, y otros sitios de la capital.
El caso del coyote es distinto al del talingo. El Canis latrans no representa un problema por su sobrepoblación, pero es una amenaza a especies de corral en las fincas. En los años 80, los coyotes —que no son propios de este país, pero sí del continente— se observaron por primera vez en Panamá y hace unos dos años se estima cruzaron el Canal para seguir expandiendo su territorio.
Se ha llegado a observar en algunos lugares como el Parque Soberanía y cercano al Parque Chagres. Los coyotes vinieron —agrega Medina— de la parte norte del continente americano por posibles invasiones del hombre a su hábitat, cambios en el uso de suelos y disponibilidad de alimento.
El último espacio de la lista es para los murciélagos. Los murciélagos (Chiroptera, según orden taxonómico, porque son muchas sus especies) son propios del país. No obstante, se han presentado quejas de su presencia en diversos lugares como centros educativos e instalaciones de salud, entre otros.
OTRAS ESPECIES
Dijo Medina que se pretende dejar abierto el protocolo para incluir en el futuro otros animales, ya que se tiene conocimiento de problemas con las golondrinas, los patos güichichi y quizás otras especies que en un momento dado pueden convertirse en problemáticas y que requieran medidas de manejo y control específico.
PROPUESTA DE ANAM
Tras recibir múltiples quejas de la ciudadanía panameña, la ANAM —como la entidad rectora en temas de vida silvestre en el país— convocó a una reunión interinstitucional para ventilar estas denuncias.
A la reunión fueron invitados representantes del Ministerio de Educación (MEDUCA), Ministerio de Salud (MINSA), Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Universidad de Panamá (UP), Caja de Seguro Social, Municipio de Panamá y el Cuerpo Nacional de Bomberos, con el propósito de elaborar un protocolo de manejo y control de estas especies.
Medina indicó que esta institución ha retomado una iniciativa que desde el 2009 fue impulsada por MEDUCA, donde se evaluó el protocolo de las palomas y los murciélagos; sin embargo, adquirió mayor énfasis en el peligro de las fibras de vidrio.
‘La ANAM tiene como objetivo buscar los mecanismos que permitan la culminación de este proceso hasta su adopción y ejecución’, subrayó Medina. Sin embargo, es importante resaltar que la institución se encarga de llevar a cabo actividades que involucren fauna silvestre y no doméstica, agregó.
Precisó la técnica que la propuesta de la ANAM no se centra única y exclusivamente en los centros educativos, como en el caso de MEDUCA, o un lugar específicos (hospitales, entre otros), sino en las áreas donde se evalúe que existe el problema.
Esta propuesta pretende culminar con una resolución donde se adopten los protocolos y la creación de una comisión interinstitucional para evaluar actividades al respecto.
Aclaró que el protocolo se encuentra en etapa de borrador, logrado luego de un encuentro de experiencias identificadas en las diversas oficinas regionales de la ANAM, que han reportado muchas denuncias ciudadanas contra estas especies.
También señaló la funcionaria que se tiene contemplado ‘aprobar el protocolo antes de que finalice el año 2012, con una normativa legal que sea aprobada por todas estas entidades’.
Se sugirió, en la reunión de trabajo, que el Ministerio de Salud sea la entidad que respalde esta resolución por enfocarse dentro de salud pública y todas las instancias brindarán apoyo técnico.
La ANAM ofrece, dentro de este comité interinstitucional, el apoyo técnico para el manejo de las especies silvestres, que se evaluarán en el protocolo.
Entre las medidas tomadas en el protocolo se sugiere las modificaciones o adecuaciones de algunas infraestructuras para evitar el mantenimiento de estas y otras especies en el recinto.