ONU alerta sobre aumento de desastres naturales en Panamá

Actualizado
  • 30/11/2014 01:00
Creado
  • 30/11/2014 01:00
Pobreza, desarrollo urbanístico, falta de ordenamiento urbano y uso inadecuado de los recursos naturales.

Cada día, más y más personas están siendo afectadas por algún desastre de la naturaleza en Panamá. Inundaciones por lluvias, deslizamientos de tierra y hasta la deforestación han generado pérdidas económicas y materiales a las familias y al Estado panameño.

Y es que a pesar de los esfuerzos del gobierno panameño por abordar la reducción de desastres naturales en el país, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó esta semana en su primer Informe Regional del Estado de la Vulnerabilidad y Riesgos de Desastres en Centroamérica sobre el aumento de los peligros de los eventos de la naturaleza, principalmente en ciudades como: Panamá, Veraguas, Chiriquí, Colón y Coclé, entre otras regiones centroamericanas.

La ONU achaca la alta incidencia de peligros por fenómenos naturales —como: terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra, deforestación y contaminación ambiental en el país y en otras regiones centroamericanas— a la falta de inversión de los gobiernos, al rápido crecimiento poblacional y urbano sin planificación, a la contaminación por basura y a la destrucción de los recursos naturales, entre otras razones.

‘La pobreza, la construcción de infraestructuras deficientes, la falta de ordenamiento urbano y la destrucción de los recursos naturales, son factores que aumentan la vulnerabilidad de la población y sus bienes de sustento, principalmente de las personas y comunidades de escasos recursos’, afirmó la ONU, asegurando que después del sureste de Asia, Centroamérica es la región del mundo más vulnerable a los riesgos climatológicos.

El organismo agrega que además de las situaciones de vulnerabilidad y riesgos que representan los desastres naturales para la población, en el informe también se analizaron las pérdidas económicas significativas que pueden ocasionar tanto en Panamá como en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Destaca que en el caso de Panamá, por ejemplo, entre los años 1986 y 2011 acumuló pérdidas por casi $700 millones a causa de desastres y presentó una pérdida promedio anual del Producto Interno Bruto (PIB) por $30 millones.

Según la ONU, un enfoque de desarrollo sostenible orientado hacia la reducción del riesgo puede disminuir el impacto de los desastres en la región.

Subraya que la idea del informe es ‘brindar evidencias sustantivas que respalden el proceso de toma de decisiones y de fortalecimiento en la gestión del desarrollo en relación con la reducción del riesgo de desastres y fortalecimiento de la resiliencia (capacidad de las personas para sobreponerse al dolor emocional y situaciones adversas) de los países centroamericanos’.

Ricardo Mena, jefe de la Oficina Regional de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR, por sus siglas en inglés), destacó que el documento también da cuenta de acciones orientadas a la reducción del riesgo de desastres y al impacto del cambio climático, y las acciones preventivas tales como los 18 sistemas de alerta temprana (SAT) identificados en Panamá en un mapeo realizado entre el 2010 y 2012.

De igual modo aborda la importancia de trabajar este tema con los gobiernos locales como es el caso de los municipios que participan en la Campaña Mundial ‘Desarrollando Ciudades Resilientes’ promovida por la UNISDR, que ya suman 12 en el país.

Mena considera que ‘Centroamérica tiene la oportunidad de actuar proactivamente, fortalecer las capacidades ciudadanas, considerar el riesgo de desastres en los proyectos de infraestructura, impulsar la planificación del desarrollo sensible a las amenazas naturales, potenciar los sistemas de alerta temprana y fomentar la educación en gestión de riesgo’.

Agrega que aunque los expertos han pronosticado que los peores desastres todavía no han ocurrido, el informe de la ONU es una herramienta clave para tomar las decisiones oportunas y reducir su impacto en el futuro.

El informe fue elaborado por UNISDR y el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC).

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