Desconocimiento, prejuicios y mitos marcan la sexualidad humana

Actualizado
  • 29/04/2021 00:00
Creado
  • 29/04/2021 00:00
Expertos analizan cómo algunos mitos repercuten de manera perjudicial en la salud de la vida sexual y remarcan la necesidad de educarse entendiendo las dinámicas como parte del quehacer humano
La sexualidad está conformada tanto por factores biológicos como psicoafectivos y socioculturales.

La sexualidad es la actividad humana más contaminada culturalmente y más reglamentada con todo tipo de normas y doctrinas, lo que ha dado lugar a los tabúes, mitos y falacias que aún hoy rigen cada civilización y cultura, así lo explican especialistas de Aidé, un gabinete de psicología, sexología y pareja, establecido en España desde 2006.

Este equipo de expertos admite que los mitos sexuales se extienden como los rumores, es decir, una opinión no fundada sobre algo relacionado con el sexo acompañado de la ignorancia o falta de información se convierte fácilmente en una creencia de toda una generación, que hoy por hoy se sigue extendiendo en las sociedades.

Para David Gómez, psicólogo y sexólogo especialista en terapia de parejas, es muy importante no confundir las imposiciones basadas en prejuicios obsoletos y dañinos, con los conocimientos científicos que propugnan una sexualidad saludable y feliz.

“Resulta importante cuestionar diversos mitos que hacen referencia a la respuesta sexual humana y que contribuyen a que algunas personas vivan la sexualidad de forma poco saludable, dando lugar a la existencia de diversas disfunciones y problemas sexuales. La censura del placer sexual es una de las imposiciones más absurdas al ser humano”, cuestiona el experto en su blog.

A su vez, explica que el disfrute sexual considerado como 'vicio' y enfrentado a la virtud, ha estado presente en las sociedades durante siglos. “El miedo al placer y el goce como sinónimo de 'perversión' ha marcado la vida de muchas personas hasta nuestros días. De hecho, en algunos lugares del mundo se sigue practicando la extirpación del clítoris como remedio para controlar esos 'males', lo que es toda una aberración”, puntualiza.

David Barrios, sexólogo clínico, admite también que muy a pesar de los avances y la orientación relacionada con lo que a sexualidad se refiere, esta sigue siendo un tabú en nuestros días, siendo esta una de las causas por las que el erotismo se ve empobrecido.

'La relación de pareja donde se perturba la afectividad, convivencia e intimidad, la violencia actitudinal, física y verbal, así como los descalabros en el trabajo, son elementos que conducen al deterioro de nuestra vida sexual', apunta Barrios en una publicación de La Estrella de Panamá.

Barrios aconseja leer, documentar la información, ilustrarse con propuestas creativas que eleven la calidad del erotismo y, por supuesto, en los casos procedentes, obtener ayuda profesional con terapeutas sexuales.

Según expertos, la sexualidad es considerada un tabú del cual no se puede hablar a los jóvenes.

Hay que recordar que la sexualidad está conformada tanto por factores biológicos como psicoafectivos y socioculturales, según los expertos.

El comportamiento sexual humano está determinado por una imbricada interrelación de estos aspectos, que adquieren distintas características de acuerdo con los momentos del curso de la vida.

Las relaciones sexuales son solo un componente de la sexualidad, pero un componente importante de la sexualidad madura, mencionan los especialistas.

Los mitos

Daniel Bergner, autor del libro ¿Qué quieren las mujeres? Aventuras en la ciencia del deseo, en un artículo publicado por Women's Health señala algunos de los mitos que rodean la sexualidad humana.

El estereotipo de que los hombres suelen ser los iniciadores sexuales puede no ser totalmente exacto. Bergner encontró que el sexo femenino es sexualmente más agresivo que el masculino, y que este estereotipo puede ser simplemente el resultado de nuestra cultura y que puede tener mucho que ver con el hecho de que estamos más receptivos a la iniciación sexual masculina.

Según Bergner, otro de los mitos es que la monogamia es más fácil para las mujeres, lo que es totalmente falso.

De hecho, un estudio realizado por Meredith Chivers, profesora asistente en la Universidad de Queens en Canadá, sugiere que la libido femenina es mucho más compleja de lo que se piensa. Cuando se trata de sexo, la monogamia puede ser tan problemática para las mujeres como para los hombres.

La intimidad emocional es un gran predecesor del sexo, pero no se puede hacer la generalización de que es un requisito para todas las mujeres.

El deseo sexual se expresa de diferente manera, no entre hombres y mujeres, sino en cada persona. La única forma de descubrirlo es explorando, confiando y respetando, finaliza el autor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1975) afirma que según un conjunto creciente de conocimientos, los problemas de la sexualidad humana son más hondos e importantes para el bienestar y la salud de los individuos de muchas culturas, que lo que se había admitido anteriormente, y que la ignorancia de las cuestiones sexuales y las nociones erróneas sobre las mismas guardan estrecha relación con diversos problemas de salud y con la calidad de la vida.

El hombre y la mujer tienen la misma capacidad de sentir deseo sexual.

Siguiendo estas premisas, en 1975 la OMS estableció que la salud sexual es la integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales, y sociales del ser sexual, por medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicación y el amor.

Además, presentan decisiva importancia desde ese punto de vista el derecho a la información sexual y el derecho al placer, según la OMS. “Este documento supone un logro fundamental para sacar la sexualidad del ostracismo y situarla en un contexto científico y profesional de relevancia social”, explica el sexólogo Gómez.

“Se considera de particular importancia un cambio de actitudes en lo que respecta a la aceptación de la sexualidad como componente positivo de la salud, tanto para uno mismo como los demás”, enfatiza el experto.

Según el sexólogo, la sexualidad es una dimensión fundamental del ser humano, basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción.

“Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Y en todo esto, resulta fundamental estar libre de creencias, mitos y prejuicios con respecto a la sexualidad”, subraya.

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