Tarde de armonía entre el té chino y el café geisha panameño

El evento Salón cultural Yaji, té para la armonía, organizado por la embajada de China en Panamá celebró el día internacional del té y el octavo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Panamá

En el salón del té chino en Vía Argentina se reunieron autoridades del gobierno, cuerpo diplomático, invitados especiales y medios de comunicación. El pasado 24 de junio la embajada de China en Panamá, en conjunto con la Oficina de Asuntos Exteriores de la ciudad de Chengdu y el salón del té chino ofrecieron el ‘Salón Cultural Yaji: Té para la Armonía, con un encuentro entre el Té Chino y el Café Geisha.

Los invitados recorrían los espacios del salón observando la vasta oferta de tés y toda la parafernalia que permite que conocedores y aficionados disfruten de una aromática taza de té chino. Otros miraban con asombro algunas de las piezas decorativas de madera tallada y porcelana, entre otros nobles materiales que el local tiene para la venta.

Saloneros servían a todos té de mandarina y té de crisantemo, del que también podían servirse en una larga mesa, con una variedad de dulces y snacks, todos de procedencia china: dátiles rojos, frutas cítricas confitadas, las típicas galletas “oreja de gato”, pastel de maní, y algunas nueces.

El Salón Cultural Yaji, té para la armonía se celebra anualmente en diferentes partes del mundo para acompañar el día internacional del té, una manera también de celebrar el octavo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Panamá.

En el año 2022, la técnica tradicional china de fabricación del té y sus costumbres asociadas fue inscrita en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la UNESCO.

“China es la tierra natal de té con una historia de más de 4,700 años de su descubrimiento y uso. A través de rutas como la Ruta de la seda y la Ruta del té, el té chino se difundió por el mundo sirviendo como puente entre China y otras culturas. Hoy en día el té se ha convertido en un arte compartido por muchos países y regiones”, dijo la Xu Xueyan, embajadora de China en Panamá, como inicio de sus palabras de bienvenida.

“Al igual que el té chino, el café panameño también ha pasado de ser un cultivo económico a un símbolo cultural. Especialmente el café geisha reconocido mundialmente por su sabor único ha conquistado a los amantes del café de espacialidad en todo el mundo. China se ha convertido en un mercado importante para el café Geisha”, destacó.

“Aquí podrán degustar una selección de té chino y café geisha emblemáticos y disfrutar de una representación de alto nivel ofrecida por artistas provenientes de Chengdu, la tierra del panda”, agregó.

La diplomática finalizó su discurso señalando que por la iniciativa de China y el apoyo de más de 80 países, la Asamblea General de la ONU estableció el 10 de junio como el Día Internacional para el diálogo ante civilizaciones. “El encuentro entre el té y el café representa el diálogo entre culturas de Oriente y la conexión entre civilizaciones. Que su aroma junto con la música nos inspire a seguir promoviendo el intercambio cultural y la amistad duradera”.

Francisco Escobar Pedreschi, exembajador de Panamá en China y cofundador de Cafeistmo se refirió al establecimiento de las relaciones diplomáticas con China como un evento que cambiaría el panorama de la política exterior de Panamá, aunque las relaciones entre ambos países se remontan mucho tiempo atrás, cuando en el Siglo XIX se dio inicio a la construcción del ferrocarril transístmico.

“El milenario té chino y el café geisha de Panamá, son los personajes que nos traen a todos hoy a este sitio tan espectacular. El té chino, con su profunda historia y sus complejas ceremonias, representa la sabiduría y la tradición de una civilización milenaria. Por otro lado, nuestro café geisha panameño, cultivado en las fértiles tierras altas de Boquete y Volcán, es un testimonio de la renovación y la calidad que nuestra tierra puede ofrecer”.

Sobre el café geisha panameño, Escobar dijo que “sus atributos únicos, suaves sabores florales, su aroma inconfundible y su fragancia delicada lo han catapultado a la cima de la preferencia mundial, encontrando un particular aprecio en China, donde sus notas sutiles son recibidas con gran entusiasmo. Así como el té y el café, nuestras relaciones, aunque diversas, se complementan y enriquecen mutuamente. Esta relación construida sobre el diálogo y la colaboración es un modelo de cómo dos países pueden trascender las distancias geográficas para forjar lazos, bondad y progreso”.

La ceremonia del té chino

Amy, maestra del té se hizo cargo de la ceremonia sirviendo en esa tarde dos tés diferentes: té verde y té rojo.

El té de Long Jing es conocido también como el té de dragón. Originario de Zhejiang, es uno de los más antiguos y comunes en China.

Amy comenta que el té verde pertenece a la gama no fermentados, elaborado con hojas frescas que son sometidas a un proceso rápido de secado, por lo que ellos se conservan al máximo los nutrientes y color naturales de las hojas.

“Cuando lo preparamos se usa una temperatura de entre 80° a 85° C, no puede ser una temperatura alta porque se nos queman las hojitas y su sabor va a salir amargo”.

Con movimientos muy delicados Amy procede a la demostración de preparar el té, en este caso, en jarras transparentes. La purificación de todos los utensilios es importante, todo se limpia con agua caliente. Luego, se depositan las hojas directamente en las jarras y se sirve el agua caliente.

“Su sabor es ligero, suave y refrescante y su color es claro y luminoso”, detalla Amy mientras el té llega a todos los invitados.

El té verde tiene muchos beneficios: es antiinflamatorio, antioxidante, también ayuda a energizar. “Recomendamos que se tome el té verde en la mañana, en la tarde, pero si es del tipo de persona que no le afecta la teína puede consumir en cualquier momento del día, incluyendo la noche”, comentó la maestra.

Para el té rojo, cambia la vajilla por una muy diferente que incluye tazas muy pequeñas y un gaiwan, un recipiente con tapa en el que se mezcla el té con el agua antes de servirse en las diminutas tazas.

“El té rojo es uno de los seis tipos principales de té. Pertenece a los fermentados con un 90% de fermentación. Debido a su proceso completo de fermentación y oxidación, obtiene su color rojo y un sabor y aroma únicos”, explica Amy. Procede con la purificación y luego vierte las hojitas en el gaiwan para darles un primer baño con agua caliente que sirve para lavar sus hojas y activar sus atributos. Esta primera agua se retira.

Con el siguiente baño se realiza la infusión en el gaiwan que luego pasa a una jarra pequeña de donde es servida en las tacitas. “El té rojo favorece la circulación, es bueno para mejorar la sangre”, dice Amy. “También le llamamos té de la belleza porque nos ayuda con la salud de la piel. Y nos ayuda a combatir el frío”, agrega.

Filtrado de café geisha panameño

La demostración del filtrado del café geisha estuvo a cargo del barista Ernesto Trillos quien inició su presentación explicando que para hacer el filtrado del café se debe tomar en cuenta la cantidad de café versus agua, con su temperatura y el tiempo de inmersión.

A través del proceso de filtrado, que es lento, el agua obtiene del café los mejores atributos de sus tres principales características: dulce, amargo y ácido. El agua pasa por el café y gracias a un filtro de papel la infusión cae en el recipiente de donde será servido.

Con el primer vertido de agua, se activan las notas dulces. Luego, se activará la acidez. Con la última extracción, el barista prefiere revolver un poco con una cuchara para evitar que quede alguna partícula de café sin humedecerse.

El primer café filtrado fue un geisha natural de Finca Lérida, de donde provienen los cafés impulsados por la marca Cafeistmo.

Al final de la taza van a tener una pequeña dulzura en el retrogusto y chocolate. La intensidad de esas notas a chocolate variará según la temperatura del café.

El segundo café a degustar es el geisha lavado de Finca Lérida. Trillos se esmera en sacar partido de las notas dulces con el primer y segundo vertido. En el lavado destaca un poco más la acidez, pero siempre de manera balanceada, cosa que, de acuerdo con el barista se logra con la atención cada minuto en el filtrado.

El broche de oro para esta actividad fue la presentación de un grupo de artistas de alto nivel, provenientes de la ciudad de Chengdu que interpretaron para el público algunas piezas tradicionales, repertorio de Latinoamérica, como la pieza Libertango de Piazzola y, de Panamá, Historia de un amor”, de Carlos Eleta Almarán con un arreglo para instrumentos tradicionales chinos.

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