Panamá ensambla su primer nanosatélite

Actualizado
  • 20/03/2019 01:00
Creado
  • 20/03/2019 01:00
El satélite podría permitir el mapeo global y continental de la atmósfera terrestre. El equipo espacial es útil para monitorear desastres, los glaciares, los cultivos y el océano

Rodney Delgado tenía cinco años cuando un día su papá entró a su cuarto, lo despertó y lo llevó hasta el patio de la casa y le dijo: ‘Mira hacia arriba'. Lo que Rodney vio fue impresionante: una estrella con una cola inmensa y superbrillante en el cielo de Monagrillo, en la provincia de Herrera.

La primera pregunta que se hizo fue ‘¿qué es eso?'. Era el cometa Halley. Después preguntó, ‘¿por qué desaparece?, ¿cuándo regresa?'. El padre le respondió vagamente sus interrogantes. Pero, esa imagen del cometa se quedó para siempre en su mente. Así decidió cumplir un sueño de niño y darle respuestas a todas las inquietudes que tenía sobre Halley.

Aquel niño se convirtió en un astrónomo que ha puesto a su país en el mapa internacional de la ciencia.

El astrónomo y astrofísico panameño hizo historia con su publicación sobre la formación de las galaxias. Ahora, después de dos meses de arduo trabajo, logró ensamblar el primer nanosatélite del país, un proyecto respaldado por la Organización de Investigaciones Espaciales de India (ISRO) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El proyecto del astrónomo y astrofísico podría poner por primera vez a Panamá en el espacio. El equipo fue ensamblado en las instalaciones del Centro de Satélites UR RAO de ISRO en Bangalore, India. Fue diseñado para tomar imágenes de media resolución a una altura de 500 kilómetros (órbita baja heliosíncrona o sincronía al sol).

El satélite consta de tecnología espacial desarrollada por la ISRO. Las aplicaciones con que cuenta permiten el mapeo global y continental de la atmósfera terrestre. El satélite tiene capacidad para el monitoreo de la vegetación, de los grandes desastres, de la cobertura de nieve, de los glaciares y del océano. Su tecnología también se puede aplicar para modelar y predecir el rendimiento de los cultivos.

Físicamente, el equipo es de 10 kilogramos, con cuatro ruedas de reacción, tres magnetorquers , un sistema de masa inercial con tres nanogiroscopios, tres nanoacelerómetros y tres nanomagnetómetros, un sensor de estrellas, diferentes sensores solares, un sistema de posicionamiento satelital, antenas paneles solares y un sistema de batería de ion-litio, entre otros elementos.

La computadora de control del satélite está formada por seis tarjetas electrónicas principales. Todos estos, sistemas de calidad espacial.

‘El presente y el futuro de la tecnología mundial están grandemente influenciados por el desarrollo de tecnología espacial. Por ser Panamá un hub logístico de primer mundo, podría aprovecharlo tecnológica y económicamente. Las aplicaciones de la tecnología satelital son numerosas y se proyectan directamente en la sociedad y las empresas, mejorando el nivel de vida de todos', expresó Delgado, quien es director del Observatorio Astronómico de Panamá, de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP).

El astrónomo y astrofísico panameño formó parte de uno de los tres equipos multidisciplinarios dentro de un programa para el desarrollo de tres nanosatélites. Su equipo estuvo formado por diez personas de igual número de países (Panamá, Mongolia, Argelia, Azerbaiyán, Bután, Chile, Egipto, Malasia, Birmania y Marruecos), quienes lograron el objetivo en dos meses.

Este proyecto forma parte del programa UNNATI (UNispace Nanosatellite Assembly and Training by ISRO Program). Después de un riguroso proceso de selección para el programa, 30 científicos pudieron ser parte del proyecto a nivel mundial, uno de ellos fue Delgado.

LA REGIÓN EN EL ESPACIO

La región centroamericana está dando pasos importantes camino a la carrera espacial. En febrero de 2019, la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y Espacio (ACAE) anunció el desarrollo de un nuevo proyecto que pondrá a la región una vez más en el espacio.

Se trata de la construcción de un CubeSat, un pequeño satélite o nanosatélite que tendrá como misión científica medir la exposición a las inundaciones de cuencas hidrográficas seleccionadas en la región centroamericana y así poder prevenir el impacto de estas.

Este será enviado en el año 2021 a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) y contará con la dirección y experiencia del equipo de ACAE en Costa Rica, la cual concluyó el año pasado una misión espacial exitosa con el proyecto Irazú y el satélite Batsú CS-1.

Los expertos de la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad de San Carlos en Guatemala (USAC) serán parte de la misión científica y las etapas previas del proyecto, mientras que, la integración del satélite se desarrollará en la República de Honduras gracias a la participación de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

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