Tuti Furlán: 'Lo que vives es solo una versión de la realidad'

Actualizado
  • 24/09/2019 17:01
Creado
  • 24/09/2019 17:01
La conferencista guatemalteca visitó Panamá para compartir su charla 'Vivir a Colores'. Con un enfoque psicológico, promueve actitud y mente positiva ante las vicisitudes

Su amplia y sonora sonrisa es su carta de presentación. María del Rosario Tuti Furlán es psicóloga, videobloguera, conductora de radio y TV, esposa y madre. Hace más de veinte años inició su carrera en la actuación y en los medios de comunicación. Esta aventura profesional la fijó como una de las mujeres influyentes de su país, Guatemala. Le gusta definirse como un ser humano en construcción, convencida de que su realidad no es la realidad absoluta. Alegre y con la mirada expresiva, como si además de comunicarse con la palabra hablada quisiera expresarse con la vista, conversa efusivamente del tema que se le plantee. “Claro, no es que me mantenga en un estado eufórico todo el día, pero suelo tener muy buen humor”, enuncia. A Tuti Furlán, nombre con el que es conocida internacionalmente, le fascina hablar, dar conferencias e inyectar esa actitud positiva frente a la vida, justo cuando el mundo, incluido Panamá, son testigos de un aumento de suicidios, en comparación con décadas atrás. “Creo que esto se debe a muchos factores”, dice. Medita por pocos segundos, como tratando de encontrar las palabras adecuadas. “No puedo decir que es la verdad, pero es mi versión y mi análisis”, prosigue. “Es que desde hace unos años hemos cultivado una creencia de darle valor a lo material, a los títulos que adquirimos, al físico... le hemos dado importancia a cosas que no nos dan valor como ser humano y cuando estamos en esta bola de pensamiento, de creer que no tengo valor, cuando no tengo el trabajo, el salario… que deseo, sentimos que realmente no valemos nada”. Aunque es y promueve el optimismo, Tuti Furlán reconoce que ha tenido bajas y también desamores como cualquiera, pero con una visión que le permite fluir y que le abre las puertas más fácil.

¿Cuál es su filosofía de vida?

Vivir a colores. En la vida hay muchos colores y matices, los cuales nosotros podemos notar para fluir de mejor manera.

¿A qué le teme una persona optimista?

A sus propios pensamientos, pues los más grandes miedos con los que me he encontrado en la vida han sido más en mi cabeza que en la realidad. El temor de cualquier ser humano va muy ligado a perder cosas que amamos, en mi caso son mis hijas, mi esposo. Pero he aprendido incluso a cuestionar esos pensamientos y decir: 'y qué pasaría si…' no pasa nada. Me va a doler, voy a llorar, voy a pasar un duelo y la vida sigue. En definitiva, he aprendido hasta a cuestionar los peores miedos que cualquier persona puede tener para no atormentarme.

¿Cuánto cuesta vivir en positivo?

Depende de cada persona. Cuesta la voluntad de salirte del papel de víctima que nos han enseñado en todos lados. La culpa es de alguien más, no mía; que cambie el mundo, no yo, yo estoy bien... Cuando tú aceptas que allá afuera no tiene que pasar nada, sino aquí adentro, ese saltito de aceptación, de decir 'yo soy el que tengo que hacer alguna modificación', 'soy el que está viendo mal las cosas, el que tiene que respetar y aceptar que así son los demás y ajustar mi relación con otros', allí hay un acto de humildad y el inicio de vivir en positivo.

¿Ese código se aprende?

Se enseña con el ejemplo y no es una garantía. Yo trato de ser la mejor mamá y transmitir esto que a mí me ha funcionado, pero entiendo que mis hijas, como seres individuales y únicos, van a elegir un camino y así como yo encontré todo esto a mis casi 30 años de edad, entiendo que no puedo pretender que mis niñas de 11 y 9 años ya sean máster en el tema. Tengo que aceptar que su proceso es muy distinto al mío y que ellas encontraron su felicidad y su camino a su manera. Si yo les pongo herramientas en el camino, no es para obligarlas a usarlas, sino para que las elijan.

¿Cómo trasmitir un mensaje de esperanza en sociedades marcadas por la violencia y la pobreza?

Recordándonos que no somos víctimas de nada. Si nos sentimos víctimas, ya perdimos, porque entonces bajamos los brazos y creemos que no hay nada que hacer, que solo tengo que aguantar y lamentarme el resto de mi vida. Cada lamentación por los problemas económicos, por la violencia ... es un pleito que tengo con la vida. La vida es lo que es y a veces me da muertes y vidas también. Si mi cerebro está en modo defensa alegando y sintiéndose atacado por todo, eso me puede enfermar, pues produce hormonas y químicos dentro de mi cuerpo. Lo primero es entender que puede haber un cambio desde adentro, incluso en medio de situaciones difíciles. Esa situación compleja no es toda la vida, es un ingrediente. Al comprender esto no se solucionarán las situaciones, pero si tienes esa capacidad de ver que la vida tiene momentos difíciles, empezarás a notar que hay muchos más matices y a eso le llamo yo vivir a colores. No que la vida se te resuelva, sino tú resolver, ver la vida en mayor amplitud.

¿Qué son los problemas?

Una idea equivocada de ver la vida, no son obstáculos que no podamos resolver, sino una forma tal vez disfuncional en que veo una situación equis.

¿Se aprende a vivir en positivo?

Se puede adquirir. Se han hecho estudios de personas que tenemos una tendencia a funcionar de ciertas formas, desde genética hasta aspectos comportamentales que se aprenden desde nuestra infancia, bastante libre de violencia. Sin embargo, se ha descubierto algo que se llama plasticidad neuronal cerebral, que es que nuestro cerebro puede aprender nuevas rutas de funcionamiento. Cualquier persona que quiera cambiar la queja continua por un agradecimiento continuo lo puede hacer, no de la noche a la mañana, porque a lo mejor se lleva muchos años quejando, pero sí poco a poco con paciencia.

¿Cómo se recarga Tuti Furlán de energía?

Trato de tener mis momentos de soledad, me sirve mucho estar a solas o con mi gente, sin tener que estar resolviendo problemas de otros, sin pensar en qué mensaje le voy a dar a los demás. Estoy tratando de ser muy consistente con un proceso de meditación que comencé hace unos meses. Me sirve escribir, leer, tomarme un café. Pero lo que más me ayuda es estar en contacto con la naturaleza, ver un árbol, el mar, un lago...

¿Se necesita cierto grado de ego para mantener una mente positiva?

Me gustaría decir que no lo necesitamos, pero allí está, así que si está, para algo nos debe servir. Y tal vez es la mejor manera de poder desafiarnos. Cuando puedes reírte del ego es bueno, lo puedes manejar sin engancharte a él. El ego puede estar a nuestro servicio para grandes lecciones de humildad, si no le creemos tanto.

¿Cuáles serían las primeras acciones para vivir en positivo?

Entender que generalmente me enfoco en lo que pongo en la mente. Si me enfoco en lo negativo, así viviré, mas si veo las cosas positivas de todos los hechos, la historia será diferente. Entender que lo que vives es solo una versión de la realidad, no es la realidad, eso quiere decir que a lo mejor mi versión no es la más sana para mí, ni para los demás. Cuando aceptas esto: que tú no vives la verdad, sino tu verdad, te abres a experimentar más verdades y a lo mejor encuentras una más generosa que te permite fluir mejor en la vida.

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