Portobelo, un puerto de riqueza histórica que clama por acción gubernamental

Actualizado
  • 12/08/2020 00:00
Creado
  • 12/08/2020 00:00
Pese a su historia, cultura patrimonial y reconocimientos, a lo interno palpitan las necesidades y el descontento de sus más de 9,183 habitantes
En Portobelo, como en todo el país, la economía se ha visto afectada por la pandemia.

Con sus 423 años de historia, el pintoresco distrito de Portobelo, localizado en la costa arriba, provincia de Colón, todavía huele a oro, plata, piratas y corsarios.

Las ruinas de varias fortificaciones españolas que datan de los siglos XVII y XVIII, y sus viejos cañones, son fieles testigos de las batallas entre españoles e ingleses ya que este sitio sirvió de tránsito para los barcos que iban cargados de riquezas provenientes de América del Sur, con dirección a España.

La ciudad de Portobelo, rodeada por una exuberante vegetación y una extensa bahía, fundada el 20 de marzo de 1597 por Francisco Velarde y Mercado, quien la llamó San Felipe de Portobelo en honor a Felipe II de España, sigue siendo hoy uno de los destinos turísticos más visitados de la provincia.

Sin embargo, pese a su historia, cultura patrimonial y reconocimientos, a lo interno palpitan las necesidades sociales y el descontento de sus más de 9,183 habitantes.

Las promesas

En Portobelo, como en todo el país, la economía también se ha visto afectada por la pandemia de covid-19. Al respecto, Carlos Chavarría, alcalde del distrito, señala que desde entonces se han impuesto una serie de regulaciones como el distanciamiento y medidas de bioseguridad.

Fuerte Santiago de la Gloria

No obstante, se pregunta ¿cómo y cuándo se van a aplicar en las diferentes actividades económicas de un distrito que vive de la pesca y requiere del turismo para prosperar?

“Aunque todo está parado por la pandemia, la idea es finalizar las construcciones y restauraciones de aquellos sitios que son patrimonio y que llevan años en licitación, pero nunca se terminan de construir o reparar”, comenta el alcalde.

Uno de estos ejemplos es la casa comunal, mal edificada y jamás terminada. “El sitio que sería habilitado para oficinas de la junta comunal y para reuniones de trabajo u otras actividades, está deteriorándose. Es una obra que tiene más de seis años de estar paralizada y sin respuestas de seguimiento”, destaca Chavarría.

El distrito cuenta con un Centro de Facilidad e Interpretación Turística (Cefati).

A esta realidad se suma el deterioro del Conjunto Monumental Histórico (los fuertes) declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.

“Es necesario realizar una reestructuración de todo el distrito, por lo que hemos presentado una propuesta de varios proyectos como adoquinamiento de las calles, dragado y saneamiento de la bahía, relleno de 40 hectáreas para el desarrollo de una zona urbanística, malecones, tratamiento de aguas residuales y construcción de un acueducto, entre otros”, menciona el alcalde.

“Estamos pensando en un proyecto para ampliar el pueblo, porque está creciendo. Actualmente la alcaldía tiene más de 300 solicitudes de vivienda, sin embargo, no he podido dar respuesta porque estamos en medio de patrimonios y del parque nacional, estructuras que no se pueden tocar por ser áreas protegidas. Son cosas que uno quiere hacer o trabajar en beneficio del pueblo, pero las leyes no lo permiten”, resalta.

En ese sentido, los representantes de los corregimientos colindantes también plantearon sus necesidades, entre las que destacan carreteras, un malecón para proteger las costas en Puerto Lindo y la recuperación de la playa en Isla Grande, puesto que todas estas áreas también viven del turismo.

La Iglesia San Felipe de Portobelo alberga al Cristo Negro y fue declarada Monumento Histórico Nacional mediante la Ley 56 de 1928.

Durante el recorrido por Portobelo, visitamos la iglesia de San Felipe, también parte del Conjunto Monumental Histórico y que alberga al Cristo Negro. Esta obra fue construida en 1814, en el mismo lugar donde estaba la Iglesia Mayor, en la época colonial.

No muy distante está el edificio de la Aduana, construido entre 1630 y 1634, que fue utilizado como almacén, oficina fiscal, depósito de las cajas reales, residencia del gobernador y de los oficiales reales. Hoy se encuentra en la peor de las condiciones, ya que desde la gestión del expresidente Guillermo Endara, no ha sido restaurado.

“Antes el visitante podía encontrar un museo arqueológico que exponía artículos de la época española, y un audiovisual histórico. Sin embargo, se ha ido deteriorando porque los proyectos de restauración han quedado inconclusos, y es una pena porque se trata de una arquitectura con muchos años de historia”, reclama Chavarría.

El olvido se deja ver con el deterioro en la infraestructura de las viviendas típicas.

También admite que esta administración hizo una licitación por más de $2.2 millones para su recuperación, pero con la irrupción de la pandemia, todo ha quedado en pausa.

Una licitación

Katti Osorio, directora de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, dijo recientemente que la Aduana de Portobelo podría estar restaurada en año y medio, aproximadamente.

Cristo Negro de Portobelo, una figura con la que se honran acciones milagrosas y tradiciones.

Según Osorio, los trabajos de restauración comprenden tres fases y en la tercera se destacan las obras del Museo de la Esclavitud, que incluye la fabricación e instalación de mobiliario, material gráfico, así como montaje de piezas de museo, entre otras.

Osorio destacó que actualmente se trabaja en el diseño museográfico y se abre una gran oportunidad de espacios de diálogos y encuentros con la comunidad a través de la instalación de nuevos museos que contribuyen al enriquecimiento cultural del país.

Según recoge un comunicado de prensa, este proyecto será financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a un precio aproximado de $2,745,014.35 y surge de la necesidad de atención que requieren los muros del edificio, así como la cubierta del mismo, y el desarrollo e implementación del museo de la esclavitud, con la museografía de la Aduana de Portobelo.

La Aduana de Portobelo fue la puerta de entrada a las rutas internacionales del istmo de Panamá, durante el período colonial. Además, fue uno de los edificios de mayor importancia en esa época, con una estructura inspirada en el modelo renacentista.

Portobelo fue una de las poblaciones más relevantes de América en la época virreinal.

Pese a las circunstancias actuales, Portobelo, poblado al que el explorador español Cristóbal Colón bautizó como 'Porto Bello' por su ambiente natural, seguirá siendo uno de los destinos históricos, culturales y turísticos más importantes de Panamá y de América Latina.

Sitios de interés

A continuación, algunas recomendaciones de interés turístico en Portobelo:

Los monumentos de los castillos de Santiago de la Gloria, fuerte San Jerónimo y San Fernando.

La Aduana, lugar en el que se expone la historia del poblado de Portobelo (sobre todo en la época de las ferias) para apreciar los restos arqueológicos que se encuentran en este sitio histórico.

La Iglesia San Juan de Dios, que anteriormente servía como hospital en su época y hoy guarda las vestiduras del Cristo Negro de Portobelo.

La Iglesia San Felipe Neri.

Isla Grande, isla Mamey, arrecifes de coral, el Túnel del Amor (que son manglares).

Otra de las grandes atracciones turísticas de Portobelo son los diablos y congos, una tradición cultural considerada en 2018 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y creada por los esclavos negros durante la época colonial.

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