Atractivos turísticos para el mundo en el Canal de Panamá

Actualizado
  • 11/01/2021 00:00
Creado
  • 11/01/2021 00:00
Con su historia, sus bosques y una gran infraestructura hotelera a orillas de la vía interoceánica, este gran destino atrae a cientos de visitantes de diversos lugares del mundo
El Canal de Panamá fue construido por los estadounidenses, y tras diez años de trabajos comenzó a operar en 1914.

El Canal de Panamá es una importante vía comercial que comunica los océanos Atlántico y Pacífico. Por ella pasan cada año aproximadamente 14,000 de los más grandes buques del mundo. Transportan un gran porcentaje del comercio internacional. Esos detalles se pueden desglosar en estadísticas muy interesantes, pero detrás de ellas hay un montón de atractivos turísticos de gran calidad.

Sí, con su historia, sus bosques, sus lagos y la infraestructura hotelera que está en sus orillas, alberga importantes alternativas como destino.

Cuando el turista pregunta en el vestíbulo de su hotel si el Canal está cerca, escuchará: “¡Claro, el Canal se excavó a orillas de la ciudad y es muy fácil conocerlo!”.

Tome un taxi de turismo o compre una gira hacia el Centro de Visitantes de Miraflores. El sitio, a solo 20 minutos del centro hotelero, es un ícono de Panamá para al mundo.

El recorrido en el lugar dura unas dos horas. Y en todo momento se resalta que Panamá tiene una ventajosa posición geográfica. Si se fija en un mapa, verá que es un puente terrestre entre el norte y el sur de América y que la estrechez de su territorio permitió construir un paso acuático entre dos mares. El cruce por el Canal es solo de 80 kilómetros.

Apenas entran, los turistas se acomodan en una sala con calidad de cine y disfrutan de un documental sobre la historia y el funcionamiento esta vía acuática.

Después, en las exhibiciones, conocerán cómo se construyó, basando todo el esfuerzo en ferrocarriles que movieron gente, herramientas, materiales y hasta campamentos. Los trenes entraron hasta el corte Culebra, el infierno de tierra y piedras azules que complicó a los constructores. Hubo dos cerros, el del Contratista y el Cucaracha, que continuamente se derrumbaban y llenaban todo lo que excavaba el empeño de miles de hombres, de las palas mecánicas, o la explosión de toneladas de dinamita.

El puente de las Américas muestra la entrada al Canal del Panamá por el Pácífico.

El Canal fue construido por los estadounidenses, y tras diez años de trabajo comenzó a operar en 1914. Estados Unidos, su presidente Teddy Roosevelt y los que lo sucedieron tomaron el proyecto como una epopeya nacional. Fue algo difícil enfrentarse a la naturaleza del trópico y a enfermedades desconocidas; también a un río Chagres que cambiaba rápidamente de talante gracias a las intensas lluvias del lugar.

No había nada y se construyó todo. Represas para generar electricidad, dominar las aguas y moverlas simplemente con la fuerza de la gravedad. Se vieron obligados a sanear toda la región que quedó libre de los mosquitos, pero sobre todo a utilizar las ventajas geográficas que encontraron.

En esta zona panameña se dan situaciones únicas como la ausencia de montañas, y de los ríos que allí corren se aprovechó el agua para formar un lago. Fue una tarea gigantesca que demandó estrategias inéditas, costó la vida a muchos hombres y terminó de comisionarse al ejército de Estados Unidos.

Trabajadores de decenas de países participaron en la obra, pero destacaron los negros provenientes de las islas de las Antillas menores.

La apertura del Canal cambió la historia. Y colocó el nombre de Panamá a la cabeza de las naciones del mundo. Fue el desenlace feliz que tuvo que esperar cinco siglos para que en el siglo XX el conocimiento del hombre avanzara para lograrlo. Todos esos detalles los podrá conocer en este centro de exhibiciones.

Pero lo más emocionante se vive desde los miradores. En Miraflores hay dos juegos de esclusas, con cámaras de 33 metros de ancho y 320 metros de largo. Es increíble ver cómo los equipos mantienen a los panamax centrados a solo pulgadas de las paredes. Es impresionante cómo suben por ellas los buques hasta un pequeño lago y se enfilan a las esclusas de Pedro Miguel, que tienen solo una cámara.

El actor estadounidense Morgan Freeman durante la inauguración de la sala de cine Imax en las esclusas de Miraflores (2019).

De allí navegarán por Gatún, un lago artificial a 28 metros sobre el nivel del mar. Al llegar a las esclusas de Gatún, bajan al Atlántico ahorrando tiempo y dinero a los fabricantes, a las navieras y a los consumidores. Estos procedimientos tienen más de 100 años.

Otras actividades

En fin, el Canal de Panamá es una escalera de agua construida con mucho ingenio. Solo en Panamá se pudo hacer esta obra. En el sitio hay un restaurante de alta cocina que permite, desde su mesa, observar el paso de los barcos.

Pero en cuanto al turismo, eso no es todo. Las orillas del Canal están cubiertas de bosques y allí operan lujosos hoteles, y hay actividades de pesca, aventuras, giras de observadores de aves y de monos. Hay hasta varias aldeas indígenas, de la cultura Emberá. En estos escenarios se viven emociones, cultura, ecología, combinados con el navegar al lado de gigantescas naves cargadas de miles de contenedores.

Entre los sitios de hospedaje destacan el lujoso Gamboa Rainforest Resort que se asoma al Chagres, y el maravilloso Meliá Panamá Canal sobre el lago Gatún. También está el Holiday Inn muy cerca de Miraflores, en la Ciudad del Saber. Y en la boca de entrada Pacífica está el Radisson. También el Summit Rainforest, con un importante campo de golf.

Para los observadores de aves hay una torre de radar conocida como Canopy Tower, que ofrece una experiencia sobre el dosel del bosque.

Estos hoteles que menciono combinan atractivos de aventura, historia, confort y gastronomía como pocas veces podrá encontrar en el mundo.

Pero hay más. La historia del Canal está envuelta en movimientos políticos, tratados internacionales y eventos heroicos de los panameños por alcanzar su soberanía con detalles espectaculares. En 1999 el Canal revierte a Panamá. Es hasta ese entonces que los panameños logran todo lo que les he contado. Miran al sitio como una empresa y la hacen rendir al máximo. Deciden ampliarlo y lo logran, en 2016 culminan los trabajos.

La Autoridad del Canal de Panamá (ACP), con empresas y la más alta tecnología internacional, incrementa los canales de navegación y construye dos nuevas esclusas, la de Cocolí, en el Pacífico y la de Agua Clara.

Son inmensas, usan remolcadores y se manejan desde altas torres. Emplean tinas para reciclar el agua. Y tienen compuertas que se deslizan y encajan con precisión suiza. Los panameños asombraron al mundo. Y para que el turismo viera todo, abrieron un centro de visitantes en Agua Clara, con miradores, con antigüedades, con una sala de cine, y un restaurante. Desde allí pueden ver cómo se ha modernizado el Canal.

Lo mejor de visitar el Canal es que conocerá una de las más exitosas empresas del mundo, cuyos ingresos enriquecen a un país.

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