Fonseca : ‘La música es uno de los grandes apellidos de nuestro país'

Cercano y cálido, Fonseca se destapa para hablarnos sobre sus afectos, convicciones y el ancla que le mantiene en tierra, mientras continúa inyectando combustible a una carrera musical que no se detiene.

Con una versatilidad que parece inagotable y es la base de sus producciones, el artista colombiano lleva consigo una trayectoria que se ha ganado el afecto de millones en la industria. Ya desde los cinco años, se imaginaba plantando sobre los escenarios el tricolor de Colombia, un recordatorio del aroma a su buen café, las mejores playas y sus hermosas mujeres.

Confiesa su afecto especial hacia Panamá, ‘ha sido un país que siempre me ha abierto las puertas. Desde el inicio de mi carrera, los panameños han sido generosos y cariñosos'.

Además, ‘es una nación en la que siempre me he sentido bienvenido y por ello cuenta con mi gratitud y un cariño inmenso', dice.

Entre risas, Juan Fernando Fonseca, un bogotano nacionalista y animado, comparte emocionado sobre el lanzamiento de ‘1001 Noches', un sencillo que hoy sale al mercado y que llega para recordar con las notas del acordeón, los lazos que le unen a su natal Colombia.

La nueva propuesta de su autoría junto a Andrés Torres y Mauricio Rengifo es parte del álbum Agustín , su más reciente producción. ‘Tiene el acordeón que siempre ha sido parte de mi música y una mezcla de ritmos urbanos, otro mundo sonoro; eso es lo que más me enorgullece de la canción'.

El tema que ‘habla de un amor no correspondido' cuenta con un video ‘muy especial' para el intérprete, resultado de las jornadas de directores como los hermanos Velcro, Leo González y Santiago Caicedo, ‘que hicieron la representación de un amor imposible con una mezcla entre el día y la noche', destaca.

Además del acordeón, ‘1001 Noches' se asoma con una mezcla de percusión con la fusión de otros elementos.

Emoción que palpita

Padre de tres hijos y ganador de cinco premios Grammy Latino, diluye su pluma con el oxígeno de la melancolía, sentimiento que define como ‘una fuente de inspiración gigante'.

‘En los buenos momentos, la melancolía es gratitud y no tristeza; siempre me ha gustado oír música melancólica y con el vallenato en especial, como uno de los géneros que más me ha influenciado en la vida, se le canta al despecho mediante la parranda; es una mezcla de dulce y salado', comparte.

El cantante y filántropo que reconoce cada experiencia del camino andado, cuenta que el agradecimiento siempre ha ocupado un espacio gigante en su vida y en su carrera. ‘Ha sido la temática en muchas de mis canciones y creo que la gratitud es uno de los caminos hacia a felicidad', apunta.

‘Cuando se tiene en la mente dar gracias a quienes nos ayudan, a la vida, a Dios por las oportunidades y por el privilegio de cumplir los sueños, nos encaminamos hacia la búsqueda de la felicidad', indica.

‘En los buenos momentos, la melancolía es gratitud y no tristeza; siempre me ha gustado oír música melancólica y con el vallenato en especial, como uno de los géneros que más me ha influenciado en la vida, se le canta al despecho mediante la parranda; es una mezcla de dulce y salado'

Sostiene la decisión ineludible de impactar socialmente a través de su carrera, ‘viniendo de un país como Colombia, sentimos ese compromiso; todos deberían llevar consigo la necesidad de hacerle la vida mejor a la gente que está alrededor, generando bienestar en su círculo personal, familiar y social'.

Desde la fundación Gratitud, de la cual es pionero junto a Camilo Hoyos, el artista que ha recibido distinciones como La Orden de Boyacá, en el Grado Oficial, por su labor como promotor de la reconciliación y la paz en su tierra natal, ha logrado abrir los espacios para que el arte y la cultura sean agentes transformadores de las comunidades. ‘Este proyecto era un sueño por cumplir y ya lo tenemos andando. Hemos creado iniciativas apoyando emprendimientos culturales con impacto social', explica

‘Buscamos gestores culturales. En Bogotá trabajamos con jóvenes que pertenecen a lugares de alta vulnerabilidad y a través del hip hop , hemos logrado alejarlos de las calles y los malos pasos', afirma.

En 2011 con el álbum ‘Ilusión', Fonseca se hizo parte del programa gubernamental que brindaba capacitaciones a exguerrilleros para la reintegración social. ‘Fue increíble darme cuenta de que la música es un territorio neutral, un lugar donde los que eran excombatientes de grupos guerrilleros o paramilitares, entendieron que primero eran colombianos, que no tenía sentido la guerra absurda que estaban viviendo y que a través de este instrumento era posible reconectarse'.

Enganche y audiencia

Para el artista, ‘cada público y escenario son diferentes. Lo vas viendo no solo en la tarima, sino al lanzar una canción'.

Pero la verdadera conquista de corazones comienza durante el proceso creativo de la composición, allí ‘lo primero que tiene que pasar es que la canción me mueva el piso y me toque la fibra, porque así podré lograr que ese tema genere sentimientos en el público que sigue', remarca.

‘Ese primer termómetro lo tengo como compositor', reitera.

Convencido de que su familia y sus afectos son la ‘columna, tranquilidad, alegría, inspiración y piso', que le dan sostén, el cantautor aún aprende a lidiar con la impaciencia que distingue parte de su carácter. ‘Es todo un tema', enfatiza entre carcajadas, ‘sucede cuando quieres que las cosas salgan de la mejor manera, pero afortunadamente cuento con un equipo increíble, una casa disquera grandiosa como Sony Music y todo un grupo de trabajo con el que ya he logrado ir controlando esa ansiedad'.

En 2018 el lanzamiento de su tercer sencillo ‘Simples Corazones', le permitió obtener los primeros lugares en los listados más importantes en países como México y en la región centroamericana. El video formó parte de la campaña especial para Pro Colombia, ‘Colombia, tierra de sabrosura'.

‘La música es uno de los grandes apellidos de nuestro país', asegura, y se ha vuelto una bandera muy importante para Colombia. ‘Me siento muy orgulloso de ser parte de los músicos que han trabajado para que eso sea así'.

Para los próximos cinco años, Fonseca se imagina dejando fluir sus composiciones y viajando a diferentes latitudes, una experiencia en la que seguro estará ‘escribiendo canciones, de todo aquello que vaya viendo y encontrando en el camino'.