Cafés de especialidad en Panamá, una guía de la oferta y su historia

Actualizado
  • 13/01/2022 00:00
Creado
  • 13/01/2022 00:00
Periodistas gastronómicos comparten un mapa de los sitios para degustar café de especialidad en Panamá. Además, hablan de su crecimiento e historia en el plano local. En esta entrega también compartimos cuáles son los tipos de café más consumidos
Giancarlo Effio, propietario de Mentiritas Blancas, dice que el consumidor local se inclina por el caturra, el catuai, pacamara y bourbon.

“Hay que tomar en cuenta que el movimiento de cafeterías de especialidad en Panamá es nuevo; sin embargo, en los últimos años ha aumentado su consumo”, manifiesta la periodista gastronómica y CEO de 'La Guía del Foodie', Corina Briceño, quien comparte con los lectores de La Estrella de Panamá algunas recomendaciones para degustar una buena taza de café.

“En mi cuenta de Instagram publiqué diversas cafeterías de especialidad en Panamá que me parecen bastante buenas; algunas ya tienen tiempo en el mercado, por ejemplo, Café Unido, Mentiritas Blancas, Siete Granos. Además, están Leto Coffee Brew Bar, Toños Café Bakery, Cruce Coffee Company y Sisu Coffee Studio”, señala.

La oferta de cafés de especialidad se ha expandido más allá de la ciudad capital. Briceño también recomienda Cabrera Coffee Brew House, ubicada en la provincia de Panamá Oeste. La periodista ve con buenos ojos la expansión de locales que se dediquen a este negocio hacia las periferias, ya que esto traerá mayores beneficios a la economía.

Panamá ha estado exportando café de especialidad desde hace 20 años.

Por su parte, la periodista gastronómica Esther Arjona anota en su lista de recomendaciones a Duran Coffee Store y aclara que no necesariamente el café que ofrecen en su menú es de especialidad; sin embargo, hoy están empezando a desarrollar además de su línea comercial, una línea de café de especialidad.

“En la actualidad hay cafetaleros que han decidido promover sus productos a través de otras cafeterías y otros locales venden exclusivamente el café que producen. También hay cafeterías que sirven distintos cafés de productores y los ofrecen al público, esto les permite tener una mayor variedad de productos para brindarles a sus consumidores”, indica.

Entre las cafeterías que menciona Arjona están Toños Café Bakery y Café Unido; esta última “se ha convertido en sinónimo de café de especialidad en el país”.

En adición, aconseja visitar Kotowa y Café Maritanos. Ambas cafeterías ofrecen su propio café de especialidad. Asimismo, señala Leto Coffee Brew Bar, Siete Granos y Paddle Coffee Roasters.

Panorama del consumo local

“Es muy interesante cómo ha crecido el consumo de café de especialidad en los últimos años, considerando que es algo nuevo en el país. Desde 2014 hasta la fecha se ha visto un consumo interesante con más propuestas de cafés por año. Antes, abrían hasta dos cafeterías anualmente, hoy abren hasta cinco”, expresa Giancarlo Effio, propietario de Mentiritas Blancas.

De acuerdo con Effio, el consumo de café de especialidad en Panamá se divide en tres categorías: geisha, exóticos y tradicionales.

“El consumidor local se inclina más por el caturra, el catuai, el pacamara y el bourbon”, dice.

Se trata de “las variedades más consumidas en el país; sin embargo, no quiere decir que el resto no sea popular; pero estas son las que tienen mayor demanda en este momento”.

¿Cómo surge el movimiento?

“Panamá ha estado produciendo café de especialidad desde hace más de 20 años y casi toda la producción del café –cuya evaluación debe superar 80 puntos con una base de 100– se iba al mercado de exportación”, detalla Arjona y precisa que pese a que en Panamá se produce muy buen café, las personas en el istmo no son grandes consumidores .

“El público panameño no es tan cafetero como se piensa, algunos solo toman café en la mañana y listo, y esto era lo que más se observaba antes”.

Cuenta que luego, por temas de transformaciones en el mercado, el precio del café estaba en declive, entonces fue cuando los involucrados en este sector decidieron impulsar una estrategia diferente para salvar los cultivos ya que en ese tiempo había más personas vendiendo tierras y su fin estaba destinado a producir cultivos ajenos al café. “Esto estaba ocasionando que se perdiera la tradición cafetalera de Tierras Altas en la provincia de Chiriquí”, asegura.

El motivo por el cual las tierras estaban siendo vendidas, según Arjona, fue por el bajo precio del café y no valía la pena su comercialización. “Panamá puede competir en calidad, no así en cantidad. Entonces, la estrategia consistió en dedicarse a trabajar la calidad del café para que esto generara más ingresos a los cafetaleros”.

Arguye que fue así como más adelante se creó la Asociación de Cafés Especiales de Panamá (Scap), grupo que empezó a trabajar en pro de los cafetaleros. “Este colectivo tuvo que especializarse y conocer aspectos como la cata, perfeccionar métodos de producción y tostado, así como otros aspectos relacionados con este sector. A medida que se fueron instruyendo, se dieron cuenta de que el distrito de Tierras Altas tenía condiciones óptimas para lograr un buen producto”, dice, y añade que así fue como arrancó la historia del geisha y otras variedades de café que alcanzan muy buenas puntuaciones y que, aunque no se vendan por miles de dólares la libra, considera que son muy buenos cafés. “Este es el tipo de café que se está empezando a consumir en Panamá”.

De igual manera, resalta que antes no existía el interés en el café de especialidad en el istmo porque el público no lo conocía. “Este movimiento empezó cuando Durán estableció las cafeterías y eso abrió la puerta para poner al café de moda, así como ha estado Starbucks y otras series de marcas en otros países”.

Arjona recuerda que esta corriente popularizó el consumo de cappuccino, latte y espresso. Más adelante se ha incluido una diversidad de métodos de filtrado con los que se aprecian de mejor manera las cualidades de las variedades que se consuman.

La realidad es que hoy los interesados en este renglón buscan especializarse para ofrecer no solo un producto de calidad, sino también una buena experiencia a los amantes del café. “Hoy hay más personas que se han especializado e instruido sobre todos los pasos necesarios para ofrecer el servicio que merece un buen café”.

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