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- 06/02/2016 01:00
- 06/02/2016 01:00
Reza un adagio que ‘quien no hace goles en la valla contraria, los ve hacer en la suya'.
Se aplica lo mismo en el béisbol. Y es lo que le está sucediendo al representante de Cuba, en equipo Ciego de Ávila, en esta Serie del Caribe, donde la ofensiva no ha respondido, y además, sus lanzadores han sido duramente castigados.
Anoche, los cubanos se jugaban su última carta ante los Leones del Escogido de República Dominicana, una apuesta al todo o nada ante el equipo local.
A un pitcheo abridor sumamente frágil, se suma una ofensiva que de los 21 imparables que conectó en sus tres partidos anteriores, solo dos fueron extrabases y ninguno de ellos cuadrangular.
Un total de cinco carreras empujadas y 21 corredores dejados en base es el reflejo de un bateo más que pobre, promediando .142 a la hora de batear y traer carreras a casa.
El año pasado, los Vegueros de Pinar del Río llegaron en estas mismas circunstancias a un choque decisivo, pero en Puerto Rico, las cosas eran distintas, pues el plantel caribeño estaba bateando y su pitcheo se comportaba mucho mejor que ahora.
Pase lo que haya pasado anoche, Cuba tendrá cosas en qué pensar, porque ellos saben que el béisbol es como es, y todo puede cambiar, para bien, o para mal.