El índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP) se situó en 70 puntos en junio pasado, con una caída de 22 unidades respecto a enero de este año,...
- 28/02/2009 01:00
PANAMÁ. Desde el 2002, el cayuco se convirtió en una de las actividades más populares para los que buscaban una opción diferente a lo habitual.
Poco a poco, con el esfuerzo de sus organizadores, esta actividad marina tomó un gran auge, y comenzó a recaudar cada vez más y más participantes.
Laurie Gibson se ha constituido en uno de los motores del crecimiento del cayuco desde 1984, cuando ella y su esposo (Jay) comenzaron a entrenar a todos los interesados.
Además, Laurie ha transformado su casa en Gamboa en un hogar para todos las personas que han tomado la práctica de esta actividad en serio.
“Mi esposo y yo fabricamos los botes y remos y se lo prestamos a quienes lo necesiten”, dijo la entrenadora. “Si llegan a quedar en el primer lugar en alguna competencia importante, le regalamos los remos” agregó.
Pero no es fácil convertirse en un miembro de la familia de Gamboa. El matrimonio tiene una prueba de admisión que consiste en hacer un recorrido de varios kilómetros en menos de una hora.
Según Alberto Hernández, uno de los “protegidos” de los Gibson, vale la pena la prueba, ya que de ahí en adelante es como entrenar con una gran familia.
En los próximos meses, se llevará a cabo la competencia más importante, el Ocean to Ocean, por lo que los entrenamientos se han fortalecido aún más.
La competencia consiste en un recorrido a través del canal de Panamá.