Ultiminio Ramos, el cubano 'azucarado' que enamoró a Panamá

Actualizado
  • 08/11/2021 00:00
Creado
  • 08/11/2021 00:00
Uno de esos grandes del pugilismo que llegó a ver la fanaticada, fue el cubano radicado en México, Ultiminio 'Sugar' Ramos, un dechado de virtudes boxísticas, que entró al Salón de la Fama en 2001
'Sugar' Ramos entró al Salón de la Fama Internacional del Boxeo en 2001.

Panamá tuvo la oportunidad de ver a grandes pugilistas, unos que fueron campeones mundiales y otros que llegaron a serlo, después de pisar suelo istmeño.

No es necesario precisar los años de esto, solo mencionar que fue entre las décadas del 30 y 70. Hubo un desfile de grandes personajes, algunos que solo mostraron su destreza en una exhibición, como fue el caso de Joe Louis.

Ninguno de ellos llegó embelesado por lo bonito y exótico de nuestro país o porque deseaban ver una maravilla de la arquitectura, como el Canal de Panamá.

Lo hicieron sencillamente porque un osado empresario les habló y les hizo la oferta correcta, para emprender esta aventura; no hay de otra.

El corajudo púgil cubano era seguido por decenas de fanáticos, algo que se observaba siempre en sus entrenamientos.

No obstante, esta dinámica entre promotor y boxeador permitió al fanático istmeño mejorar sus conocimientos técnicos en la materia. Se dio el lujo de aprender de los mejores, sin la necesidad de abordar un barco a vapor, como era en otrora, o un avión, para observar a los grandes de la época.

Esa acción se complementaba con la de otros emprendedores, los dueños de teatros y cines, quienes se aseguraban de traer en inmensos rollos de películas, los combates más sonados por títulos del mundo, principalmente de la división pesada.

Ultiminio, uno de los grandes

Uno de esos grandes del pugilismo que llegó a ver la fanaticada, fue el cubano radicado en México, Ultiminio 'Sugar' Ramos, un dechado de virtudes boxísticas.

Ramos fue monarca de los pesos plumas y buscó obtener otros títulos, pero nunca pudo coronar sus aspiraciones.

Ramos, quien entró al Salón de la Fama en 2001, falleció en ciudad de México en 2017, a los 75 años.

Lamentablemente, nunca pudo acordarse una actuación de los otros dos de la trilogía explosiva cubana; en este caso de José Ángel 'Mantequilla' Nápoles y Luis Manuel Rodríguez.

'Sugar' Ramos celebró tres encuentros en Panamá, uno de ellos en la Arena de Colón y los otros dos en el estadio Olímpico capitalino, y cada uno los ganó en forma contundente.

Dos pleitos con Jesús 'Son de Máquina' Santamaría, en ese momento campeón nacional pluma, y el otro, con el también colonense Edwin 'El Bailarín' Sykes.

Los pleitos se dieron entre 1960 y 1961, cuando se vivía un gran momento en el pugilismo local y comenzaban a abrirse paso las nuevas figuras, que le darían un rostro diferente a la actividad en nuestro patio.

Ramos, imparable

No obstante, hablemos primero un poco sobre Ramos, un chiquillo de la provincia cubana Matanzas, donde lustraba zapatos para llevar algo de dinero a su empobrecida familia.

En una entrevista que concedió hace algunos años dijo que su objetivo siempre fue ayudar a su familia y que cuando salió de su país, había logrado parte de su misión.

En ella, mencionó a Venezuela y a Panamá, no solo como los dos primeros países que visitó antes de anclar en México, sino en donde el público le brindó mucho cariño, pese a no conocerlo.

También habló de México, donde llegó cuando ya era el segundo pluma del mundo, gracias a que había enfrentado a una estela de grandes pugilistas.

“Iba a buscar a los contrarios a donde fuera, porque era la forma de llegar a donde llegué, a ser campeón del mundo, que no lo es cualquiera”, señaló.

Sus secretos para llegar eran básicos. “Para subirte a un ring debes de tener buenas condiciones, prepararte bien, porque debes adaptarte a los golpes que recibes”, aseveró.

Edgardo López Grimaldo, quien estuvo en los años 60 vinculado al boxeo profesional, principalmente al de Colón, recordó a Ramos y a su entrenador 'Kid Rapidez'.

“Recuerdo entre otras curiosidades, que cuando su entrenador le gritaba en un momento dado del combate: 'cepilla, cepilla', como que se le activaba un instinto y movía los brazos como un remolino”, dijo.

López Grimaldo destacó que “el remolino de brazos que esa palabra desataba, desembocaba en una serie de golpes contundentes, que con esos casi mata a Jesús Santamaría”.

Para nuestro entrevistado, el segundo pleito entre Ramos y Santamaría jamás debió darse, por la superioridad marcada por el caribeño en el primer pleito.

“Pegaba durísimo. Cuando Santamaría se estaba excediendo la primera vez con sus jabs, tratando de hacer su trabajo, 'Kid Rapidez' le gritó: 'cepilla, cepilla' y casi acaba con Santamaría”, añadió.

López Grimaldo, colaborador en su momento de La Estrella de Panamá y de la revista The Ring, destacó dos aspectos interesantes en lo que fue la carrera de Ramos, quien llegó a Panamá apenas con 20 años y con récord de 23-0 (18 nocauts) y un empate.

El primero fue que, a pesar de la furia de sus brazos, su rostro siempre se mostró impasible, algo similar a lo que ocurría con Joe Louis; y el segundo, que más adelante en su carrera, rara vez mostró ese 'remolino' en sus brazos.

El mejor púgil visitante

Por su parte, La Estrella de Panamá publicó una nota después del pleito entre Ramos y Sykes, en febrero de 1961, en el que ya hablaba del gran desempeño del 'azucarado' cubano.

“Hay que admitir con honradez que el cubano disfruta de las mejores condiciones y facultades para escalar los más elevados peldaños del boxeo mundial”, destacó.

“Es el mejor peleador que ha visitado a Panamá en los diez últimos años y los cubanos deben sentirse orgullosos de este muchacho sencillo y cordial, quien recoge en sus puños el título de campeón mundial. Así lo quiera Dios, por el buen nombre del boxeo latinoamericano”, citó.

Sobre el encuentro, dijo que: “(…) en la víspera de los Carnavales, Edwin Sykes demostró en el cuadrilátero del Estadio Olímpico, el pasado domingo, que es un gran bailarín, un famoso bailarín que se desplomó no por agotamiento, ni por exceso de ajetreo, sino dominado por la carga de dinamita que Ultiminio 'Sugar' Ramos hizo explotar en su anatomía”.

“Fueron tres preciosísimos asaltos los que proporcionó Sykes frente al cubano, haciendo gala de su velocidad y mejor boxeo. Porque eso es el escurridizo y hábil colonense, boxeador de la más pura escuela, esgrimista consumado, pero con mucho susto en el corazón”, añadió.

Frente a otros panameños

'Sugar' Ramos estuvo imparable y no volvió más a playas panameñas, pero su vida profesional se vio relacionada a la nuestra, cuando un par de años después logró el título mundial de la categoría pluma.

Un poco antes, ya en los tinglados istmeños se movía inquieto y fulgurante el morocho colonense Ismael Laguna, quien se había clasificado en la división de los gallos, donde reinaba el brasileño Eder Jofre, cuyo apoderado no veía factible un pleito con el panameño.

Laguna tuvo que emigrar a la división de los pesos plumas, donde el 'Ulti' cubano también mostró inquietud; a tal punto, que una vez se habló de que Ramos lo había visto entrenar y lo que vio, no le gustó para nada.

Pero, ambos púgiles tenían previsto verse las caras alguna vez en sus carreras, a menos que surgiera algo imprevisto y así sucedió.

Laguna debía enfrentar a Ramos, pero su manejador Isaac Kresh, meses antes de ese posible pleito, firmó para enfrentarlo al mexicano Vicente Saldívar, quien lo venció por decisión en Tijuana.

Saldívar ganó el derecho de enfrentar al cubano y poco tiempo después, le ganó el título mundial.

Para algunos, este hecho no llega a ser trascendente en la carrera de Laguna, pero sí para su relación con Kresh, porque ésta se fue resquebrajando.

En la postrimería de su carrera, Ramos enfrentó al también colonense Antonio 'Buchí' Amaya, cayendo por decisión en Monterrey. Pero esta es otra historia.

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