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- 17/05/2023 00:00

La irrupción de las casas de apuesta en el patrocinio a la actividad deportiva ha representado para estas una redonda promoción que supera con creces en beneficios la inversión que hacen con clubes, competencias y figuras deportivas destacadas. El deporte les abre una ventana de exhibición sin fronteras hacia un público masivo, facilitando además subrepticiamente captar el interés y la conexión con los jóvenes para engancharlos a esta práctica adictiva.
El desarrollo a pasos agigantados de la tecnología en las últimas décadas, cuantitativo y cualitativo, reflejado en distintas áreas de la actividad humana brindó también a las empresas dedicadas a los juegos de azar y de apuestas –a través de internet, motores de búsqueda, redes sociales etc.– el acceso inmediato a apuestas on line con una infinidad de particularidades antes impensadas: marcador, primer saque, minutos de la última anotación, etc.
En Estados Unidos, país con amplias libertades comerciales, el periódico The New York Times ha vuelto a poner sobre la mesa los desafíos que están enfrentando para regular la participación publicitaria de la industria de las apuestas deportivas, que ha invadido hasta el otrora intocable deporte universitario. Está causando secuelas en jóvenes y en atletas que están siendo presionados, acosados y hasta amenazados por los apostadores, quienes los inculpan de su fracaso por no obtener las deseadas ganancias.
En un reportaje publicado el pasado domingo 13 de mayo con el título “Primero vino el auge de las apuestas deportivas. Ahora viene el contragolpe”, los periodistas Erick Lipton y Kevin Draper exponen las ganancias multimillonarias que están dejando las apuestas deportivas (los estadounidenses han gastado más de $220 mil millones en este renglón desde 2018), la regulación actual y las diferencias entre los Estados, las iniciativas y propuestas sobre la mesa, como también citan la necesidad de establecer algún tipo de sanción a los apostadores por el abusivo comportamiento que están teniendo hacia los deportistas.

En uno de los pasajes sobre el impacto en los propios deportistas, Lipton y Draper describen: “En una audiencia el mes pasado en Illinois, Josh Whitman, el director deportivo de la universidad insignia del Estado, pidió a los legisladores que continúen prohibiendo que las casas de apuestas deportivas acepten apuestas en los deportes universitarios. Presentó a los legisladores una carta firmada por representantes de muchas universidades del estado que incluía cinco páginas de comentarios crudos y, en ocasiones, racistas hechos en línea a jugadores y equipos”.
Luego citan un incidente preocupante: “Chris Boucher, delantero de los Toronto Raptors de la NBA, describió en un podcast en marzo uno de los mensajes de odio que recibió de un apostador. “Elegí al esclavo equivocado hoy”, le escribió la persona a Boucher en las redes sociales después de perder su apuesta”.
Las casas de apuestas tienen una participación y presencia significativa en la publicidad en las ligas más competitivas en el fútbol. Su marcada presencia ha provocado movimientos en contra de su participación, el ejemplo más reciente ha sido el de la Premier League inglesa, donde tienen una amplia pauta publicitaria luciéndose en la parte frontal de las camisetas de varios clubes.

Ante la proximidad de una regulación legislativa que ya estaba en marcha, los dirigentes de los clubes tomaron la iniciativa de dar un paso adelante adoptando, desde el pasado 13 de abril, una restricción “voluntaria” en relación a este tipo de publicidad. Los clubes que componen la primera división establecieron colectivamente reducir la publicidad de las casas de apuestas, aunque no eliminarla.
Lo harán desde la temporada 2025-2026 bajo el argumento que permitirán a los clubes que tienen contratos establecidos cumplirlos a cabalidad, es decir, después de dos temporadas más: 2023-2024 y 2024-2025; será únicamente prohibida la publicidad de la parte frontal de las camisetas, pero no en las mangas ni en las vallas en los estadios. Se contabilizan ocho equipos de la Premier League con patrocinadores de casas de apuestas.
El sector crítico con esta gestión está disgustado con que no se prohibiera la totalidad de dicha publicidad, en especial el de permitirla en las mangas de las camisetas de los equipos por la asociación de afecto que aún tiende a enlazar al club o jugador con la pasión del hincha.
Al otro lado con una liga de fútbol también de alta trascendencia mundial, España, tiene ya una legislación sin ambivalencias. Se alineó desde 2021 con una posición más estricta; no fueron los clubes los que la propusieron, sino el gobierno el que reguló el sector futbolístico mediante un real decreto, el cual entró en vigor el martes 31 de agosto de 2021. El decreto reguló la prohibición de las casas de juegos y azar en España con el propósito de que “El fútbol y el resto de las competiciones sean más sanos, limpios y acordes con los valores del deporte”, según el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
Estableció, entre otras normas, la prohibición a los clubes deportivos de firmar contratos de patrocinio que conlleven la exposición de publicidad de juegos de azar en camisetas y equipos; la publicidad en los estadios, cuando acojan eventos transmitidos en vivo, se circunscribe a un horario determinado y no podrán fungir como una marca identificativa del nombre de una instalación deportiva. Los aspectos más relevantes de esta regulación sobre las casas de apuestas se aplican al patrocinio deportivo, emisión de publicidad, menores de edad, publicidad en internet, bonos de captación y presencia de famosos en la publicidad.
Los altos presupuestos de inversión publicitaria y patrocinios que están ejecutando las principales casas de apuestas en los países del llamado primer mundo son un anzuelo suculento que contribuye a financiar las costosas planillas de los clubes, gastos operacionales o incentiva individualmente a deportistas con una cuota extra por publicidad; en los países del tercer o cuarto escalón, considerados emergentes en el fútbol como podría ser Panamá, ante sus urgencias, la vinculación con casas de apuestas puede representar un salvavidas económico inmediato.
La necesidad por encontrar patrocinadores adecuados suele ser apremiante para los clubes panameños, ello los hace accesibles y vulnerables, desde allí hay que entender las limitaciones del entorno. La LPF (Liga Panameña de Fútbol) presentaba como patrocinador la casa de apuestas Caliente cuya casa matriz es México; ahora lo hace bajo la marca betcha.pa, que igualmente publicita en el frontal de las camisetas y la indumentaria de algunos equipos de la LPF. No es de menor importancia evaluar las implicaciones que ello conlleva en el mensaje visual que les llega a los jóvenes que asisten, siguen o ven por televisión los partidos del torneo panameño.
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