La telaraña del fraude venezolano en Zona Libre

Uno de los hilos que teje la telaraña del fraude comercial al Estado venezolano conecta directamente con los empresarios de la Zona Libre de Colón (ZLC). ‘Los empresarios sobrefacturaban a los venezolanos para ayudarlos a sacar los dólares’, aclaró el ministro de Economía y Finanzas, Frank De Lima. 

Tras la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales entre Panamá y Venezuela, el pasado 5 de marzo, salieron a la luz una serie de irregularidades en las compras que hacían los empresarios del país sudamericano a la zona franca. 

Unas declaraciones del canciller venezolano Elías Jaua, quien denunció que el 90% de una deuda que tenían los empresarios de su país con la ZLC era fraudulenta, dieron la alerta. 

Este país adeuda 1,700 millones de dólares a la ZLC. Y sus compras representan el 30% de las ventas del emporio comercial panameño. 

Leopoldo Benedetti, gerente de la ZLC, habló en exclusiva con La Estrella de Panamá sobre el tema. Durante esta conversación, tildó a los empresarios venezolanos de ‘ladrones’. Y aseguró que estos, en complicidad con funcionarios del Gobierno venezolano, habían intentado efectuar un fraude (Ver ‘La ruta del fraude’). Pero nunca se refirió a los usuarios de ZLC. 

EMPRESAS DE MALETÍN 

Benedetti se refería a una deuda de 1,472 millones de dólares (deuda de la Comisión de Administración de Divisas —CADIVI— con empresarios de la ZLC), de los cuales 937 millones habían sido facturados por empresas que no existían. 

Presuntamente, las transacciones habían sido hechas a través de las llamadas empresas de maletín (sociedades anónimas de papel para hacer fraudes). 

En Venezuela, los empresarios han preferido guardar silencio y ‘off the record’ han mencionado su temor por posibles represalias o a salir ‘trasquilados’. 

En Panamá, los usuarios de la zona franca no descartan ni confirman su participación. Severo Sousa, expresidente del gremio empresarial de la zona franca, señaló que ‘nadie ha dicho que el 100% de las facturas están justificadas, pero deben pagarse las que sí lo están’. De Lima sí lo hace. Y hasta confirma lo que dijo el canciller venezolano sobre las facturaciones fraudulentas. 

El conflicto comercial con Venezuela también salpicó al centro bancario que defendió su integridad.