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- 08/05/2023 00:00
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Panamá, por segundo año consecutivo, es el país con mayor porcentaje de mujeres (37%) que gozan de inclusión financiera, según un estudio de Credicorp realizado en ocho países.
A inicio de marzo del 2022, Credicorp publicó su informe anual Brechas de Género en la Inclusión Financiera 2022 en la región en el que estudió las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a inclusión financiera en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú.
La investigación detalló que a Panamá (37%) le sigue Chile (36%), seguido de Argentina (28%), Ecuador (25%), Colombia (23%), México (22%), Perú (14%) y Bolivia (11%).
“Una persona alcanza el nivel de inclusión financiera cuando goza de diversos productos y servicios financieros, los usa de manera intensiva y genera una relación informada y positiva con el sistema financiero”, especifica el estudio.
Silvia Noriega, gerente de sostenibilidad del Grupo Credicorp, conversó con La Estrella de Panamá y explicó que el estudio ha permitido identificar que en Panamá se registran brechas de género en los indicadores de inclusión financiera, principalmente en acceso y uso.
El estudio detalló que el 52% de los hombres panameños tienen acceso a una cuenta de ahorros no vinculada a una tarjeta, en comparación al 49% de las mujeres que poseen una. En cuanto a la posesión de tarjetas de débito, Panamá es el país con mayor participación de mujeres (50%) con este producto.
La brecha se resalta cuando se observa la tenencia de tarjetas de crédito, pues es el 30% de los hombres contra el 23% de las mujeres quienes poseen una. Por otra parte, no hay brechas de género en la tenencia de billeteras digitales, pues es el 46% de los hombres y el 47% de las mujeres quienes poseen este producto.
En cuanto al factor de uso, el 51% de las mujeres panameñas utilizan medios bancarios para realizar pagos de productos y servicios, mientras existe un 58% de la población masculina que realiza esto. De igual manera, se estima que en promedio las panameñas realizan ocho transacciones financieras mensualmente, mientras los hombres realizan 10.
En cuanto a “Calidad percibida”, los hombres y mujeres presentan el mismo nivel de confianza en el sistema financiero (53%) siendo Panamá el país donde sus ciudadanos muestran mayor confianza en su sector bancario en comparación a los demás países estudiados.
Silvia Noriega manifestó que “la existencia de la brecha de género en la industria financiera es un reflejo de los aspectos de la inequidad de género que existe en la sociedad en cuanto a nivel cultural, social, económico y político”.
“Eso también se manifiesta en los accesos a servicios financieros”, agregó. “Son muchos aspectos que tienen que ver con nuestra idiosincrasia, nuestras costumbres y tradiciones. Hay que entender que las generaciones también van evolucionando, junto con las creencias y roles que tienen las personas en la vida. La brecha de género en la industria financiera es una de las manifestaciones de la brecha de género que existe en general en el mundo y la sociedad”, dijo.
Noriega informó que “la industria financiera tiene un potencial enorme para incrementar la inclusión en su sector”.
“Cuando empezamos a mirar y separar la data por género, nos damos cuenta de que las mujeres efectivamente son menos incluidas. El sector financiero tiene un potencial y una oportunidad para entender y analizar qué es lo que pasa con esta brecha, dónde están esas creencias y retos y tomar las medidas necesarias para marcar la diferencia”, añadió.
El estudio que ha publicado Credicorp por segundo año consecutivo “permite entender cuáles son las tareas pendientes para alcanzar la inclusión financiera y los retos que se deben atacar para cerrar la brecha de género”.
La gerente de sostenibilidad de Credicorp detalló que esto no solo depende las entidades financieras, sino del estado y la sociedad.
“Esto es un trabajo de todos. Para eliminar estas diferencias, se requiere que el estado genere políticas de inclusión, de educación financiera, y de digitalización. Requiere también de un cambio cultural, ya sea promoviendo como positivo el rol de la mujer como líderes de la economía de un hogar, que puedan emprender, ser mujeres empresarias y verlo como un impacto positivo en la sociedad”.
Noriega explicó que para atacar la brecha de género, “se debe entender la realidad que vivimos con el fin de interpretarla, buscar y trabajar de manera articulada para atacar el problema”. A esto añadió que realizar estudios anuales “permite abrir los ojos de distintos sectores del territorio, de manera que aporten su grano de arena para cerrar esta brecha”.
En el caso del sector financiero, varios países de América Latina han decidido tomar acciones. “En Perú, existe una microfinanciera la cual ha creado un producto llamado “Crédito Mujer” el cual se dirige específicamente a mujeres emprendedoras”, dijo.
“Esto se debe a que en este país muchas mujeres tenían problemas al momento de querer acceder a un crédito porque se requería de la firma del cónyuge”, explicó. “Al crear este producto, se omite la firma, dicho requisito para acceder a un crédito. Así, se han entregado más de 165.000 créditos de este tipo en los últimos años y se promueve que más mujeres tengan emprendimientos”.
Colombia también tomó acción al respecto. La gerente de sostenibilidad de Credicorp explicó que muchas mujeres colombianas no contaban con un historial crediticio para poder sustentar su capacidad de pago, en ese caso, la entidad financiera creó el crédito “Mujeres Pa´lante” donde se les dio una serie de desafíos de ahorro a la población femenina con el fin de interpretar su ritmo crediticio.
En Panamá se destaca la ley de inclusión y educación financiera “donde se ha vuelto obligatorio enseñar sobre el tema en los colegios. Esto crea en los jóvenes una idea de cómo manejar y cuidar su dinero, establecer metas, crear presupuestos, conocer de inversión, (…) todos estos temas son importantes desde temprana edad y permiten lograr una inclusión financiera”, informó Noriega.
“La idea es que cada país pueda identificar esas barreras que presenta en cuanto al sector financiero y la brecha de género y crear un producto que permita atacar el problema. Se trata de tener la voluntad y apertura para entender donde están los obstáculos, estudiar la realidad y generar soluciones”, concluyó.
Noriega reflexionó sobre los aportes positivos que tendrá el mundo en cuanto a la reducción y posiblemente eliminación de la brecha de género en el sector financiero: “Estos cambios nos permitirán ver mujeres más empoderadas con una mayor participación en el presupuesto del hogar y en la economía del país lo cual será un modelo para los hijos y ayudará a construir una población menos machista por un tema de moderación de comportamiento hacia nuestros hijos”.
La gerente de sostenibilidad de Credicorp, brindó una reflexión: “En cifras macro, los países con mayores diferencias entre hombres y mujeres, son aquellos con mayores niveles de conflictividad o de inseguridad. Las sociedades donde hay mayor equidad de género son más prósperas, pacíficas, e igualitarias. Para que haya prosperidad, debe haber igualdad de oportunidades para todas las personas y el sector financiero es un espacio donde se puede trabajar en pro de esa inclusión y reducción de brecha”.