Flujo de remesas en Latam alcanzó los $156.000 millones en 2023: Los 5 países más receptores, según el BM

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Actualizado
  • 07/01/2024 00:00
Creado
  • 06/01/2024 11:02
La cifra representa un aumento del 8% en los flujos de remesas recibidas en América Latina y el Caribe. México, Nicaragua, Perú, Guatemala, Colombia están entre los que recibieron la mayor parte de las transferencias de dinero en la región

Según los cálculos del Banco Mundial (BM), los países de América Latina y el Caribe recibieron $156.000 millones en remesas durante el año 2023, lo que significa un incremento de 8% si se compara con los resultados del 2022.

“Después de crecer un 11,2% en 2022, se espera que los flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe aumenten un 8% para alcanzar los $156.000 millones en 2023”, afirmó el BM en su más reciente publicación del 18 de diciembre de 2023, destacando que “el fuerte mercado laboral de Estados Unidos tuvo un impacto positivo en los flujos de remesas durante 2023”.

No obstante, para este año 2024, el organismo multilateral proyecta que el crecimiento de las remesas de la región se desacelerará en un 4,4% en la región.

Flujo por país en 2023

El BM prevé que México sea el mayor receptor de remesas de la región en 2023 y que alcance alrededor de $67.000 millones en llegadas, lo que representa un aumento del 9,7%. A éste le siguen México, Nicaragua, Perú, Guatemala, Colombia entre los mayores receptores de remesas. Sin embargo, aclaró que el crecimiento de las remesas varió ampliamente entre los países en 2023, desde un aumento del 45% en Nicaragua, 14% en Perú, 9% en Guatemala, 8% en Colombia, hasta un crecimiento moderado del 2% en Costa Rica y República Dominicana y 0,6% en Jamaica.

De acuerdo con los datos del BM, el costo promedio de enviar $200 a la región fue del 6,1% en el segundo trimestre de 2023. “Las remesas son una de las pocas fuentes de financiamiento externo privado que se prevé que sigan creciendo en la próxima década. Deben aprovecharse para la movilización de capital privado en apoyo del financiamiento del desarrollo, en especial a través de los bonos de la diáspora”, dijo Dilip Ratha, economista principal y autor del informe.

El especialista aseguró que “en los últimos años, los flujos de remesas a los países en desarrollo superaron tanto la suma de la inversión extranjera directa como la ayuda oficial para el desarrollo, y esa diferencia va en aumento”.

Perspectivas del BID

En su último informe del pasado 16 de noviembre de 2023, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), proyectó que la llegada de remesas a la región aumentaría 9.5% en comparación con los $142 mil millones recibidos en 2022, muy cerca de lo estimado por el BM, y con lo cual se consolidarían los quince años consecutivos de crecimiento en la llegada de remesas a esta parte del mundo.

De acuerdo con el organismo multilateral, el crecimiento sostenido de las remesas en América Latina y el Caribe refleja nuevos flujos migratorios intrarregionales y la contribución que los migrantes hacen a sus países de origen.

“A pesar de un aumento moderado entre 2017 y 2019 y el crecimiento extraordinario en 2021 (26.7%) durante la pandemia de la covid-19 las remesas a los países de América Latina y el Caribe han mostrado un crecimiento sostenido de alrededor del 10% anual durante los últimos 10 años”, afirmó el BID.

Tendencias globales

De igual modo, el BM estima que las remesas hacia Asia oriental y el Pacífico aumentaron aproximadamente un 3% hasta alcanzar los $133 000 millones en 2023. Sin incluir a China, se estima que las remesas hacia la región crecerán un 7 % hasta alcanzar los $83 000 millones en 2023, favorecidas por el crecimiento sostenido de los flujos de remesas hacia Filipinas, país que cuenta con migrantes en un conjunto bien diversificado de destinos anfitriones de todo el mundo.

Por otra parte, se calcula que los flujos de remesas hacia Europa y Asia central disminuyeron un 1,4%, hasta alcanzar los $78.000 millones en 2023. El crecimiento moderado en 2023 se debe principalmente a un alto nivel de base inusual registrado en 2022, provocado por una enorme cantidad de transferencias de dinero enviadas desde Rusia y una debilidad persistente en los flujos hacia Rusia y Ucrania. Además, la depreciación del rublo ruso frente al dólar estadounidense disminuyó el valor de las transferencias de dinero procedentes de Rusia.

Para Oriente Medio y Norte de África se calcula que las remesas volverán a disminuir en 2023, con un descenso de alrededor del 5,3% hasta alcanzar los $61.000 millones en el año, como consecuencia, principalmente, de una fuerte caída de los flujos hacia Egipto; en Asia meridional se estima aumentaron un 7,2% hasta alcanzar $189.000 millones, una cifra inferior al aumento de más del 12% registrado en 2022. El aumento se puede atribuir en su totalidad a los flujos de remesas hacia India. Mientras que los flujos hacia África subsahariana aumentaron aproximadamente un 1,9%, hasta alcanzar los $54.000 millones, impulsados por el fuerte crecimiento de las remesas en Mozambique (48,5 %), Rwanda (16,8%) y Etiopía (16%).

En conclusión, el BM estima que las remesas hacia países de ingreso bajo y mediano registraron un aumento aproximado del 3,8 % en 2023, lo que supone una moderación respecto a los elevados ingresos de los dos años anteriores. Sin embargo, preocupa el riesgo de disminución de los ingresos reales de los migrantes en 2024 ante la inflación mundial y las escasas perspectivas de crecimiento.

En 2023, se proyecta que los flujos de remesas hacia los países de ingreso bajo y mediano alcanzarán los $669.000 millones, ya que la resiliencia de los mercados laborales de las economías avanzadas y de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) seguirá respaldando la capacidad de los migrantes de enviar dinero a sus hogares.

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