Panamá sorprende con un crecimiento de 4.24 % hasta agosto ¿Superará la proyección anual?

  • 28/10/2025 14:34
Los sectores que impulsan la economía son: transporte, almacenamiento y comunicaciones; intermediación financiera; hoteles y restaurantes; y otras actividades comunitarias, sociales y personales de servicios, según el IMAE

De enero a agosto de 2025, la economía de Panamá mostró un aumento de 4.24 %, con un crecimiento del 1.61 % interanual en el octavo mes del año, inferior al 2.83 % reportado en el mismo mes del año anterior, según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) de Panamá, publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC).

Durante el período interanual de agosto 2024-2025, la actividad productiva de la economía panameña mostró un comportamiento favorable, aunque moderado, impulsado por el desempeño positivo de sectores clave como transporte, almacenamiento y comunicaciones; intermediación financiera; hoteles y restaurantes; y otras actividades comunitarias, sociales y personales de servicios.

La mayoría de los sectores restantes también registraron incrementos, aunque en menor magnitud. En contraste, se observaron variaciones negativas en la industria manufacturera, el sector agropecuario, la pesca, la construcción y el comercio.

De acuerdo con el informe, el sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones mantuvo su senda de crecimiento, sustentado principalmente por el dinamismo del Canal de Panamá, reflejado en el aumento de los ingresos por peajes y en el mayor volumen de toneladas netas movilizadas.

A este desempeño se sumaron los aportes del transporte aéreo y del incremento del tráfico de contenedores TEU en el Sistema Portuario Nacional, añade.

La intermediación financiera, por su parte, mantuvo su dinámica positiva, impulsada por el aumento de los depósitos y créditos a nivel local. La actividad aseguradora también mostró un desempeño favorable en varios segmentos, destacando accidentes personales, ramos técnicos, finanzas, salud, vida individual, incendio y multirriesgos, automóviles y seguro colectivo de vida.

El sector de electricidad y agua presentó resultados positivos, impulsados por los consumos facturados de electricidad y la generación de energía eólica y solar.

Por su parte, los servicios de diversión y esparcimiento registraron un crecimiento, respaldado por el aumento de las ventas brutas de chances y billetes de la Lotería Nacional de Beneficencia (LNB), así como por los ingresos provenientes de juegos de suerte y azar en línea, mesas de juego, salas de bingo, máquinas tragamonedas tipo A y apuestas en el hipódromo.

Otras actividades con resultados favorables incluyeron la captura de camarón y el cultivo de piña y sandía para exportación, la cría de ganado porcino, la producción de cemento gris y la inscripción de vehículos nuevos.

En contraste, algunas actividades económicas registraron variaciones negativas. La actividad comercial mostró una tasa negativa, afectada por la disminución en el valor de las reexportaciones desde la Zona Libre de Colón, menores ventas nacionales de combustible y una caída en el valor CIF de las importaciones.

La construcción experimentó una contracción, determinada por la reducción en el valor de las obras, adiciones y reparaciones, medida a través de los permisos otorgados con rezago, así como por una menor producción de insumos básicos.

La producción industrial se vio afectada por la baja elaboración de ciertos productos alimenticios, como carne de vacuno y pollo, derivados del tomate, leche evaporada, condensada y en polvo, así como por la destilación de algunas bebidas alcohólicas y gaseosas.

Dentro del sector agropecuario, los principales rubros con disminución fueron el cultivo de banano y la cría de ganado vacuno y aves de corral. La actividad pesquera también reflejó una baja, principalmente por la menor captura de pescado y filete de pescado (fresco, refrigerado y congelado), así como de otros productos del mar destinados principalmente a la exportación.

Perspectivas

El crecimiento económico del país acumulado hasta agosto coincide con las previsiones dadas por los organismos internacionales y el gobierno, con cifras que oscilan entre el 3.9 % y el 4.2 %, y lo ubican entre los países que liderarán el PIB en la región.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por ejemplo, proyecta un crecimiento de 4.2 % para la economía panameña; mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) coinciden en una expansión del 4 %; y el Banco Mundial estima un crecimiento del 3.9 %.

En recientes declaraciones a La Estrella de Panamá, el decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá, Rolando Gordón, estimó que el país podría alcanzar un 4 % de crecimiento en 2025; sin embargo, advirtió que el problema central de Panamá no es el crecimiento económico en sí, sino su “débil impacto” en la creación de empleo.

Para Gordón, “de nada nos sirve crecer un 4 % si ese crecimiento no genera empleos. Lo más importante para la población es si ese crecimiento se traduce en oportunidades laborales, y no lo está haciendo”.

El economista Juan Jované, coincidió también en que el problema de Panamá es que: “un crecimiento con lo pronosticado no parece ser suficiente para reducir la tasa de desocupación”.

Y añadió que “lo cierto es que el país seguiría operando por debajo de su crecimiento potencial histórico”.

Según los pronósticos de Jované, lo que sigue o lo que va a dominar la situación es la “incertidumbre”, tanto interna como externa.

En el plano internacional, dijo que “las políticas de Trump, -como lo son los aranceles que varían de un día para otro, así como el propio desarrollo de la guerra comercial- pueden significar problemas en las cadenas de valor, lo que sin duda es un factor negativo para la plataforma de servicios”.

También advirtió que “existe la incertidumbre de una posible ruptura de una burbuja de inversiones basada en las inversiones masivas en centros de datos, que si bien ha generado crecimiento en EE. UU., -si explota- puede provocar tensiones recesivas”.

Del mismo modo, comentó que “en el plano global, los procesos vinculados al calentamiento global, todavía generan una incertidumbre en torno al posible escenario climático del próximo año, y esto podría generar problema al Canal y el sector agropecuario”.

Mientras que en el plano interno, dijo que “existe mucha incertidumbre”, con respecto “al posible efecto de intento de reabrir la mina de Donoso y a las posibles y, a mi juicio, justificadas protestas de la población (según la ultima encuesta el 73 % de la población se opone a esa reapertura)”.

A esto, agregó Jované, “se puede añadir las otras reformas propuestas, sobre todo las que se relacionan con el embalse y la educación. Otro centro de incertidumbre es el relacionado con la posibilidad de que el gobierno realmente pueda ordenar su situación fiscal”.

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