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¿Por qué las empresas de la Zona Libre de Colón no pagan impuestos?
- 06/11/2025 13:37
La Zona Libre de Colón (ZLC), el centro de redistribución de mercancías más grande del hemisferio occidental, opera bajo un régimen de incentivos fiscales que, si bien es fundamental para la economía nacional, ha generado una creciente tensión con las autoridades locales por la falta de recaudación.
El régimen fiscal especial de la ZLC se fundamenta principalmente en la Ley 8 de 4 de abril de 2016, que reorganiza la ZLC, y sus modificaciones posteriores, siendo la Ley 412 de 21 de noviembre de 2023 una de las más recientes.
Estas normativas tienen como objetivo promover la atracción de inversión extranjera directa (IED), el comercio de tránsito y la logística internacional, manteniendo la competitividad de Panamá frente a otras zonas francas mundiales.
Para las empresas usuarias de la ZLC, los beneficios tributarios son amplios e incluyen:
Exoneración del Impuesto sobre la Renta (ISR): sobre los ingresos derivados de actividades realizadas fuera del territorio nacional (reexportación).
Exoneración del Impuesto de Transferencia de Bienes Corporales Muebles y la Prestación de Servicios (ITBMS): aplicable a la introducción de mercancías a la ZLC cuyo destino final sea el extranjero.
Exoneración de impuestos nacionales/provinciales: sobre la mercancía o bienes que se comercialicen dentro de la ZLC (incluyendo derechos arancelarios de importación y reexportación).
Estabilidad jurídica: Garantía de que el régimen de incentivos se mantendrá por un tiempo determinado, lo que brinda seguridad a los inversionistas.
Tradicionalmente, los diferentes gobiernos de Panamá han defendido este modelo de exenciones, argumentando que la ZLC es un pilar de la economía que genera miles de empleos y posiciona al país como un hub logístico clave. El beneficio se ve en la balanza comercial y en el empleo generado (más de 35,000 puestos directos).
Sin embargo, las autoridades del distrito de Colón, donde se asienta la Zona Libre, han elevado fuertes críticas a este modelo, argumentando que la falta de recaudación ha frenado el desarrollo de la provincia.
El alcalde de Colón, Diógenes Galván, durante los actos del 5 de noviembre, ha cuestionado públicamente que una gran cantidad de empresas que operan en la ZLC (cerca de 2,600, según sus cifras), así como sectores estratégicos como los puertos y el ferrocarril, no pagan impuestos municipales.
“Esta estructura fiscal compromete la fortaleza financiera de una institución [el municipio] que tiene que liderar el desarrollo, la transformación y el crecimiento de su región”, comentó Galván.
La limitación a la potestad tributaria de los municipios sobre las actividades en la ZLC está incluso recogida en la Ley 9 de 1958, que otorga a los municipios afectados un subsidio anual del Gobierno, una cifra que, según las autoridades locales, es hoy totalmente desproporcionada e insuficiente para cubrir las necesidades de una de las provincias con mayores índices de pobreza y problemas sociales del país.
El debate actual se centra en replantear el modelo de ingresos municipales para que la riqueza generada en Colón se traduzca en una mayor inversión en infraestructura y servicios para los colonenses
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón, Dovi Eisenman, recordó que la ZLC surgió como un motor de empleo y desarrollo para la provincia desde 1948, gracias a incentivos que permitieron atraer inversión y crear oportunidades.
“El sector empresarial ha sido quien genera trabajo, comercio y sustento para miles de familias colonenses. Más de 35 mil personas llevan ingresos a sus hogares gracias a la actividad económica de la Zona Libre”, destacó Eisenman.
El dirigente gremial insistió en que los incentivos que recibe la ZLC responden a una lógica de competitividad internacional. “En todas las economías del mundo se otorgan incentivos para atraer inversión. Panamá no es la excepción”, dijo.
Mientras que el alcalde de Panamá, Mayer Mizrachi, criticó a Galván por su postura de querer subir los impuestos y porque tardó en quejarse de los recursos que no le llegaban, y “porque no habla del gobierno que no te da la plata”.
Mizrachi aseguró que él sí sabe trabajar con los recursos que tenía y que nunca se quejaría. “Yo soy una persona que sabe trabajar con las cartas que tiene; yo no me voy a quejar nunca”, insistió.