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- 07/10/2014 02:00
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La batalla será feroz y durará tres semanas: la presidenta Dilma Rousseff aceita la máquina partidaria del PT para frenar la ofensiva de su rival socialdemócrata Aecio Neves en el balotaje del 26 de octubre.
El desenlace es incierto, porque si bien Rousseff es ligeramente favorita, Silva, que quedó tercera en la primera vuelta, puede apoyar a Neves y ayudarlo a derribar al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), hace 12 años en el poder.
‘Si los electores de Marina Silva rechazan al gobierno, elegirán a Aecio Neves y él tiene condiciones de dar vuelta el segundo turno’, dijo a la AFP el politólogo Daniel Alves, de la Fundación Getulio Vargas.
Rousseff obtuvo el domingo 41,59% de los votos, Aecio Neves 33,55% y Marina Silva, que había subido como flecha en los sondeos proponiendo una tercera vía alternativa al PT y al Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), cayó a 21,32%, quedando fuera del balotaje.
CAMPAÑA CONTRA ROUSSEFF
Silva y sus aliados celebraban desde ayer varias reuniones para debatir el camino a seguir. La ecologista, que recolectó caucho en la Amazonia en su infancia, fue alfabetizada a los 16 años y venció la pobreza para convertirse en senadora y ministra de Medio Ambiente, dejó en suspenso su decisión, aunque aseguró que el resultado de la elección muestra que Brasil ‘claramente no concuerda con lo que hay en el presente’.
El PSB, que integró en el pasado la coalición de gobierno del PT de Rousseff, se encontraría dividido entre un retorno a la izquierda impulsora de los programas sociales o un giro a la derecha en nombre del cambio, apoyando a Neves. Éste aseguró que representa ‘la esperanza de cambio’ en un segundo turno y ya llamó al Partido Socialista de Eduardo Campos, fallecido en un accidente aéreo en agosto y reemplazado por Marina Silva, a ‘unir fuerzas’ para derrotar a Rousseff.
’Un gobierno con decencia y eficiencia’, propuso Neves, que fustiga a Rousseff por dos frentes: los escándalos de corrupción vinculados al PT y el pobre desempeño económico de los últimos cuatro años, con una inflación cercana a 6,5%. La bolsa de Sao Paulo se disparó ayer, eufórica porque su preferido Aecio Neves accedió al balotaje. ‘Hay una relación directa entre el alza de la bolsa y las opciones de Aecio Neves. La posibilidad de una disputa más fuerte y el hecho de que Dilma no haya ganado en primera vuelta explican esta alza’, indicó a la AFP Leandro Martins, analista de la corredora Walpires.
DESEOS DE CAMBIO
El PT de Rousseff y de su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva impulsó programas sociales que lograron que 40 millones de pobres ingresaran en la clase media, construyó viviendas populares y aprobó cuotas para pobres y negros en universidades, tornando a la primera mujer presidenta de Brasil en la favorita de estos comicios. Pero millones reclaman un cambio tras cuatro años de magro crecimiento en la séptima economía mundial (el mercado espera un PIB de 0,2% este año), elevada inflación (6,3%) y escándalos de corrupción vinculados al PT.
Los problemas económicos, no obstante, no han afectado aún el bolsillo de la mayoría de los brasileños, que no han perdido el empleo y han visto subir sus salarios.