‘Obama no se puede equivocar’

Actualizado
  • 16/02/2009 01:00
Creado
  • 16/02/2009 01:00
Nueva York, 20 de septiembre de 2006. Hugo Chávez, presidente de Venezuela, se dirige a la Asamblea General de la ONU. A mitad de su dis...

Nueva York, 20 de septiembre de 2006. Hugo Chávez, presidente de Venezuela, se dirige a la Asamblea General de la ONU. A mitad de su discurso, Chávez saca un libro y lo muestra: “Creo que los primeros que deberían leer este libro son nuestros hermanos y hermanas en EEUU. La amenaza la tienen en casa”. El presidente venezolano sostenía un ejemplar de Hegemonía o supervivencia. La estrategia imperialista de EEUU. Su autor: Noam Chomsky. Dos días después, el libro había pasado del puesto 160,772 al número 1 de los libros más vendidos en Amazon.

A pesar de que Chomsky dijo después que “no le gustaba” la retórica de Chávez, “como la de ningún político”, esta anécdota explica mejor que nada la enorme influencia de Chomsky en los círculos progresistas y de izquierda a nivel mundial. Desde hace 50 años, este profesor del Massachussetts Institute of Technology (MIT) —considerado el padre de la lingüística moderna— se ha dedicado, paralelamente a su trabajo académico, a un activismo político que lo ha convertido en uno de los intelectuales más citados del mundo. Este activismo lo ha llevado a analizar —desde su socialismo ‘libertario’ o anarquismo, opuesto al socialismo ‘autoritario’, y que él considera “la extensión natural del liberalismo clásico en la era de la sociedad industrial avanzada”— todos los grandes acontecimientos internacionales, desde la Guerra de Vietnam hasta la operación ‘Plomo Fundido’, pasando por la caída del Muro de Berlín y el 11 de septiembre.

En esta entrevista —que duró exactamente 20 minutos—, Noam Chomsky conversa con La Estrella acerca de las posibles consecuencias sociales y geopolíticas de la crisis económica actual, los riesgos de un fracaso en la administración Obama, la guerra de Afganistán y el conflicto Israel-Palestina.

ESTAMOS VIENDO PROTESTAS Y HUELGAS POR TODA EUROPA, ALGUNAS INCLUSO CON COMPONENTES XENÓFOBOS. ¿PUEDE LA ACTUAL CRISIS AUMENTAR LAS TENSIONES ÉTNICAS Y SOCIALES AL PUNTO DE DESENCADENAR UNA GUERRA?

La crisis económica es muy severa y sigue empeorando. Muchísimas personas han dicho que es igual o peor que la Gran Depresión, pero nadie lo sabe realmente, está descontrolada y nadie tiene claro cómo solucionarla. Cuando se tiene una crisis tan seria pueden salir a flote toda clase de consecuencias impredecibles y usualmente peligrosas, como el nazismo, que salió de una gran crisis económica que golpeó muy duro a Alemania y al mundo, o el fascismo japonés y su expansionismo. Así que sí puede ser muy seria.

¿CREE QUE EL LLAMADO 'OCCIDENTE' SE HA VUELTO UN CALDO DE CULTIVO IDEAL PARA EL TOTALITARISMO?

El totalitarismo ha aparecido por todos lados. Lo que llamamos 'Occidente' (Estados Unidos, Europa, Australia, etc.) no es un término geográfico. Ha desarrollado, a lo largo de los años, algunas formas de estructuras democráticas limitadas que podrían impedir el desarrollo del totalitarismo, pero quizás no. En los años 20, Alemania era el pico absoluto de la civilización occidental, en las ciencias, las artes y el funcionamiento de su democracia. Y años después, estaba al borde del sistema más totalitario y depravado que el mundo jamás ha visto. Fue como un descenso a la barbarie.. sí, definitivamente puede pasar.

¿CUÁLES SERÍAN LAS CONSECUENCIAS DE UN FRACASO EN LA ADMINISTRACIÓN OBAMA EN EEUU? ¿PODRÍA SUPONER EL ASCENSO DE LA DERECHA RELIGIOSA O, POR EL CONTRARIO, EL NACIMIENTO DE UNA FUERZA REAL DE IZQUIERDA?

No podemos estar seguros, pero ciertamente es peligroso. Si la administración Obama es incapaz de lidiar con las crisis financiera y manufacturera –que son severas— y los demás problemas económicos, si es incapaz de manejar los problemas globales, podría haber un retroceso en poco tiempo. Y una forma que podría tomar es un ascenso derechista que recuerde a la Alemania nazi.

En Estados Unidos, hay gente como Rush Limbaugh (comentarista de radio) que tiene un público inmenso, similar al público al que llegaban los propagandistas nazis. Son personas que tienen motivos de queja reales, han trabajado duro toda su vida, han sido seriamente perjudicados —no saben por quién o por qué— y Rush Limbaugh tiene una respuesta para ellos: “Ustedes han sido perjudicados por los liberales ricos demócratas que manejan Wall Street, el gobierno y los medios. Y a ellos no les importan ustedes para nada, sólo les importan los inmigrantes ilegales y les dan todo a ellos. Y NOSOTROS, los estadounidenses trabajadores, blancos, temerosos de Dios, estamos siendo destruidos por estos neomarxistas que nos quitan todo por lo cual hemos trabajado”. Ese mensaje, que está siendo taladrado en la mente de las personas y que ellos se creen –las encuestas lo dicen— tiene cierto poder, cierta validez, y es una respuesta a quejas como “¿por qué sufrimos? He trabajado toda mi vida, ¿qué me está pasando a mí y mi familia?” Es muy parecido a la Alemania pre-Hitler y podría convertirse en la base para un ascenso totalitario. Está incluso llegando al sistema político. Mira los mítines de Sarah Palin, tenían un aire a los primeros mítines nazis.

No digo que estemos al borde de la Alemania nazi. Esto puede tomar otras formas, pero no es imposible. Hay estructuras y miedos que permanecen ahí, y podrían llevar a una reacción ultranacionalista, racista y agresiva. Pero también podría resultar un movimiento de izquierda como en EEUU en la Gran Depresión, que revivió el movimiento laboral, virtualmente destruido en los años veinte por la violencia estatal y la presión de las compañías. Esto proporcionó las bases que permitieron la legislación progresista de Roosevelt.

MUCHOS EMPIEZAN A SUGERIR QUE AFGANISTÁN PODRÍA CONVERTIRSE EN EL VIETNAM DE OBAMA. ¿ESTÁ DE ACUERDO?

Podría ser, si prosigue con las políticas que tiene. Obama está escalando el componente militar de la invasión. Y si eso continúa, podría ser arrastrado a un conflicto realmente amargo no sólo en Afganistán sino también en Pakistán. Afganistán es más o menos como Irak, pero Pakistán tiene un elemento radical islamista muy fuerte, nutrido por Ronald Reagan, que ayudó a convertir Pakistán en una dictadura brutal con un elemento islámico radical sustancial, pero no dominante. Pakistán tiene, además, armas nucleares, así que estamos hablando casi de destrucción global. Ese podría ser el resultado de seguir con la opción militar en Afganistán y Pakistán.

Uno de los primeros actos militares de Obama fue el bombardeo de objetivos civiles en Afganistán y Pakistán, en contra de las peticiones de ambos gobiernos. El primer mensaje de Karzai, el presidente afgano, a Obama fue “por favor, no sigas bombardeando civiles”, y fue lo primero que hizo. También hay –aunque no se discute mucho— un significativo movimiento pacifista en Afganistán, organizado en muchas zonas del país, que reclama el fin del conflicto militar y el avance de las negociaciones. Hay sondeos donde el 75% de los encuestados reclama negociaciones con el Talibán quienes, después de todo, son afganos.

Debo decir también que hay otros temas en el tapete que no son discutidos para nada, pero son muy reales. Afganistán, por sí misma, no es valorada por Occidente por sus recursos, pero sí lo es por su posición estratégica. Existe un plan para un oleoducto —llamado TAPI— que iría de Asia Central a la India, a través de Afganistán y Pakistán, cuyo propósito es romper las conexiones entre la India e Irán. Estados Unidos ha hecho un esfuerzo descomunal para tratar de aislar a Irán –apoya acciones terroristas dentro de Irán, intenta socavar al Gobierno, etc.—, y una de las principales preocupaciones es que la India e Irán establezcan relaciones fuertes, lo que sería algo completamente natural. India tiene necesidades energéticas que Irán está en condiciones de satisfacer, y un oleoducto de Irán a India, a través de Pakistán sería una respuesta natural a eso. Una de las razones por las cuales EEUU hizo una excepción al Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT) y firmó acuerdos nucleares con India es precisamente para evitar esto. Otro esfuerzo es el oleoducto TAPI, el cual requiere pacificar Afganistán. Todos estos elementos están en el contexto, y son bastante serios.

Afganistán tiene además una posición estratégica, entre Irán y Pakistán. Así se puede entender por qué Obama quiere militarizar aún más la guerra, pero es una estrategia extremadamente peligrosa que puede llevar a un verdadero desastre.

¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR DE RICHARD HOLBROOKE EN LA REGIÓN?

Podemos esperar de él que trate de llevar a cabo negociaciones dentro del marco de la política estatal, independientemente de cuestiones como derechos humanos, o justicia, o paz, o cualquier otra observación externa. Holbrooke fue negociador y durante los años de Carter, asistente de Secretario de Estado. Apoyó fuertemente la invasión indonesia a Timor Oriental, que supuso un genocidio en el que murió la cuarta parte de la población con apoyo estadounidense, hasta que Clinton retiró el apoyo en 1999. Al final de la guerra de los Balcanes, Holbrooke llegó e instituyó un compromiso (Acuerdos de Dayton) –que se rompió después— donde se apoyó una enorme limpieza étnica por parte del ejército croata, que desplazó a cientos de miles de serbios.

HABLEMOS DEL OTRO ENVIADO, GEORGE MITCHELL. ¿DE QUÉ MANERA PUEDE SERVIRLE SU EXPERIENCIA EN IRLANDA DEL NORTE PARA EL CONFLICTO ISRAEL-PALESTINA?

Esa pregunta tiene una respuesta muy simple que ha sido completamente ignorada en el debate, debido a la disciplina y adoctrinamiento de las clases educadas occidentales.

El logro más importante de Mitchell fue haber liderado el camino hacia un arreglo negociado en el conflicto de Irlanda del Norte. ¿Y cómo lo hizo? Hasta ese momento, el terrorismo del IRA (Ejército Republicano Irlandés), del Norte de Irlanda, era muy significativo, e Inglaterra reaccionaba usando más violencia. Cuando Mitchell entró en escena, Inglaterra había más o menos reconocido que esa no era la manera de lidiar con el IRA. La manera de hacerlo era prestarle atención a los problemas que enfrentaba la comunidad católica en Irlanda del Norte, que eran la causa del terrorismo. Así que comenzaron a moverse en esa dirección, Mitchell ayudó a implementar el acuerdo y funcionó. Inglaterra dejó de reaccionar con violencia al terrorismo, empezó a prestar atención a los problemas, y el terrorismo del IRA terminó. Irlanda del Norte no es un paraíso en la actualidad, pero es radicalmente distinto de lo que era hace unos 15 años. Aquello fue un éxito, y una lección muy simple para el conflicto Israel-Palestina.

Ahora hay terrorismo palestino a través de los cohetes de Hamas, a los que Israel reacciona con extrema violencia, sin ningún derecho a hacerlo. Israel tiene derecho a defenderse de estos cohetes, pero no por la fuerza: no más derecho del que tenía Inglaterra de defenderse por la fuerza en Irlanda del Norte. Esa es la manera fácil de defenderse. Hay que terminar las acciones que están instigando la respuesta terrorista.

Israel ha impuesto un brutal asedio sobre Gaza. Un asedio es un acto de guerra. Israel lo sabe. De hecho, fue dos veces a la guerra –en 1956 (Guerra del Sinaí) y 1967 (Guerra de los Seis Días)— en parte porque su acceso al mundo exterior se vio levemente bloqueado, nada comparable a un asedio. Un asedio, repito, es un acto de guerra y es muy dañino para Gaza. Además, Israel continúa llevando a cabo actos de violencia dentro de Gaza.

Además, Israel lleva a cabo actos criminales en la otra mitad de Palestina. Gaza y Cisjordania son (según la ley internacional) una unidad. Los asentamientos, el desarrollo de infraestructura por parte de Israel y sus puestos de control que atraviesan las comunidades palestinas.. todos son actos criminales. Israel incluso lo reconoce y sabe que, desde 1967, todos estos actos violan las Convenciones de Ginebra, lo que significa que son actos criminales, ratificados por la Corte Internacional de Justicia. Aún así, sigue haciéndolo, y tiene suficiente control militar sobre Cisjordania para no enfrentar ninguna resistencia significativa. No tiene derecho a cometer estos actos. Si Israel deja de cometerlos y acepta, por primera vez, un alto al fuego en Gaza –lo que significa levantar el asedio, lo cual nunca ha hecho— entonces los cohetes pararán también.

Esa es la lección del éxito de Mitchell en Irlanda del Norte, pero nadie hablará acerca de eso. Y el motivo es que EEUU apoya los actos criminales israelíes, y Occidente sigue esta línea. Puede que no les guste, pero siempre siguen a EEUU, especialmente las élites europeas. Y los intelectuales occidentales están demasiado indoctrinados para ver esto. Es dramático que Mitchell haya sido nombrado y la principal lección de su éxito sea completamente bloqueada de la discusión. El motivo es que eso minaría la política estadounidense de apoyo a los actos criminales israelíes. Es un ejemplo sobrecogedor de la subordinación al poder estatal por parte de las clases educadas y, por supuesto, de los medios.

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