Hosni Mubarak al borde de la muerte

EGIPTO. El expresidente egipcio Hosni Mubarak, de 84 años, se halla clínicamente muerto, informó la agencia oficial egipcia Mena. Fuentes médicas dijeron a la agencia que Mubarak, de 84 años, fue trasladado a un hospital militar en El Cairo desde la prisión de Tora, donde cumplía una condena de cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante las protestas que acabaron con su mandato, en febrero de 2011. El corazón del expresidente se detuvo después de que fracasasen los esfuerzos de reanimación con electrochoques.

Mubarak sufrió una trombosis cerebral y fue atendido de urgencia en la penitenciaría por dos médicos que intentaron, sin éxito eliminar el coágulo durante dos horas, por lo que fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Fuerzas Armadas de Maadi, en el sureste de la capital.

El deterioro de salud de Mubarak coincide con las manifestaciones populares en contra de los militares en control del poder. El país se encuentra convulsionado desde hace un año del levantamiento popular.

Ayer la plaza Tahrir de El Cairo, fue escenario de una gran manifestación contra el ‘golpe constitucional’ de los militares, que pretenden pasar por encima de la voluntad popular y ejercer la suma del poder público. Y es que las Fuerzas Armadas del país que por primera vez en la historia acaba de atravesar un proceso de elecciones libres, anularon el parlamento.

CONVOCATORIA

Las manifestaciones fueron convocadas ayer por organizaciones juveniles de militantes prodemocráticos y por la cofradía islámica de los Hermanos Musulmanes, primera fuerza política de Egipto y rivales históricos de los militares. Marcharon hacia el Parlamento, ubicado en las inmediaciones de la plaza Tahrir, para oponerse al avance de las fuerzas que pocos minutos después de cerrar las urnas emitieron un comunicado anunciando nuevas disposiciones constitucionales que definirán el papel del jefe del Estado.

La causa principal que provocó la manifestación fue que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), en el poder en Egipto desde la caída del exmandatario Hosni Mubarak, anunció el pasado lunes su voluntad de entregar el Ejecutivo al futuro Presidente antes de fin de mes. Sin embargo, mantendrían bajo su control el poder legislativo, además de controlar otros sectores institucionales en nombre de un supuesto ‘equilibrio de poderes’.

En todo caso, ambos escenarios mantienen a Egipto dentro de una situación de incertidumbre politíca. Y a pesar de los esfuerzos de la sociedad civil, la democracia egipcia aún es débil.