Construyendo juntos el futuro: La innovación pública abierta

Actualizado
  • 22/09/2023 00:00
Creado
  • 22/09/2023 00:00
La innovación pública se refiere a la búsqueda de soluciones novedosas a los problemas de la administración pública
El ciudadano tiene nuevos derechos, es influyente en la formación de la opinión pública y tiene nuevas exigencias.

Una de las características del nuevo milenio es la transformación de la relación entre Estado y ciudadanía. Este cambio cultural es una realidad en el mundo moderno, aunque en países subdesarrollados persiste la tendencia a mantener una noción de ciudadanía basada en la realidad del milenio pasado, época aquella en que tanto a nivel académico como político, la ciudadanía era considerada un cliente del Estado, al cual se debe atender, pero a la vez mantener alejado de la cosa pública.

Hoy prevalece una concepción moderna sobre la relación Estado-ciudadanía. El ciudadano tiene nuevos derechos, es influyente en la formación de la opinión pública, tiene nuevas exigencias y una muy marcada desconfianza hacia sus gobiernos.

Un reto estructural para nuestros tiempos es la construcción de una gestión pública que genere confianza y que garantice calidad y eficiencia en el uso de los recursos que son de todos y así enmarcar el camino hacia el desarrollo del país en el marco de lo que Cepal denomina “niveles crecientes de equidad distributiva” y “producción de valor público –insumos, procesos, productos y resultados e impactos– donde el ámbito de preocupación de los resultados finales o impactos se refiere a los efectos de las políticas públicas en la ciudadanía, la sociedad y país”.

Las políticas públicas tienen nuevos desafíos en términos ambientales, económicos, sociales, educativos e incluso éticos, por lo cual su formulación, implementación y evaluación no logran los resultados deseados sin la participación directa y sistemática de los grupos sociales que se busca atender. Por ende, la recuperación de confianza pública debe ir acompañada de un nuevo modelo de gestión pública de calidad, orientado al desarrollo que incluya a la ciudadanía en la búsqueda de soluciones a los problemas que hasta hoy, los gobiernos por sí solos se han visto impotentes en resolver.

La innovación pública se refiere a la búsqueda de soluciones novedosas a los problemas de la administración pública, y a la necesidad que la administración pública logre adaptarse de forma anticipada a los cambios sociales que faciliten una renovada relación entre ciudadanía y Estado.

A medida que las sociedades se vuelven más complejas y las expectativas ciudadanas evolucionan, los gobiernos se han visto obligados a adaptarse y buscar formas innovadoras de abordar los desafíos que enfrentan.

La innovación pública en el nuevo milenio es un elemento fundamental con el potencial de cambiar la forma en que los gobiernos interactúan con los ciudadanos, ofrecen servicios y toman decisiones.

Cuando hablamos de innovación no nos referimos exclusivamente a la tecnología. Si bien es cierto que la tecnología es parte importante, hay otro tipo de innovación que se centra en el rediseño organizativo de programas o políticas públicas, y sobre todo en el cambio cultural necesario hacia la integridad y el correcto uso de recursos por medio de una gestión por resultados. La tecnología puede aportar valor, pero no es lo más importante dentro de la innovación.

Lo más importante es contar con una cultura de innovación en el ámbito de lo público que sume a la ciudadanía con sus competencias, experiencia y capacidades en el proceso. Aquí es donde los políticos tradicionales patinan, ya que más allá del discurso no todos tienen la capacidad de encontrar la forma de sumar a los ciudadanos.

Espacios como la llamada alianza de gobierno abierto impulsan la innovación y colaboración entre ciudadanía y Estado, pero es una lucha incansable ya que los gobiernos tienen una tendencia enorme a resistir la participación de la ciudadanía en los aspectos que realmente son importantes.

La innovación pública podemos subdividirla en dos campos

A- Mejora en la prestación de servicios públicos:

La innovación puede impulsar mejoras significativas en la prestación de servicios públicos. Para mejorar los servicios públicos es esencial comprender las necesidades y expectativas de los ciudadanos y esto lo podemos lograr por medio de: Encuestas y grupos focales con el fin de recopilar la opinión de los ciudadanos sobre las mejoras necesarias a la prestación de servicios existentes. Plataformas 2.0 en línea que permitan a los ciudadanos proporcionar retroalimentación y sugerencias de manera continua. Transparencia en la toma de decisiones y la comunicación de cómo se utilizan los recursos públicos.

B- Mejora de los procesos y programas internos dentro de la administración.

Para mejorar los procesos internos de gestión debemos primeramente identificar y documentar todos los pasos de los procesos internos existentes y tener claridad en cuáles son las áreas que se quieren mejorar, por ejemplo, eliminar la discrecionalidad, aumentar la claridad de los indicadores para facilitar la evaluación de programas, incrementar la colaboración interna, aumentar los niveles de transparencia, hacer un uso más eficiente de recursos, etc.

La innovación inteligente requiere tener una visión estratégica para lograr una innovación anticipada y adaptativa, lo que implica al menos dos aspectos: primeramente que los gobiernos estén preparados para enfrentar desafíos imprevistos y responder a las necesidades cambiantes de la sociedad con anticipación y adaptación, y en segundo lugar promover una cultura organizacional que valore y fomente la innovación, que no se limite como algunos gobiernos han establecido, únicamente al área tecnológica, esto es un error que se ha cometido en nuestro país y otros países subdesarrollados que no tienen experiencia en innovación dentro de sus procesos de gestión.

Innovación pública abierta

Innovación pública abierta es un enfoque que busca transformar la gestión gubernamental mediante la colaboración y la participación ciudadana.

La innovación pública abierta forma parte de una transformación cultural de la gestión estatal en el nuevo milenio, que comprende las bondades y enormes beneficios producto de involucrar activamente a ciudadanos, organizaciones no gubernamentales, empresas, academia, y otros actores sociales en el proceso de generación y desarrollo de soluciones innovadoras para los desafíos gubernamentales.

La innovación pública abierta se centra en la premisa de que el conocimiento colectivo y la diversidad de perspectivas pueden generar ideas y soluciones más efectivas que las estrategias tradicionales de gestión gubernamental.

Se requiere una comprensión del enorme valor público que genera la participación y colaboración ciudadana. La innovación pública abierta se nutre del conocimiento colectivo de la ciudadanía para impulsar mejoras en la gestión gubernamental.

Este enfoque fortalece la democracia al involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones, y a su vez mejora la eficiencia gubernamental al aprovechar una amplia gama de conocimientos y “experticia” que poseen los ciudadanos y que los gobiernos del nuevo milenio deben aprender a aprovechar al máximo.

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