Pedro Sánchez descarta dimitir tras el escándalo de corrupción en el Partido Socialista

  • 12/06/2025 16:30
Sánchez afirmó que, aunque ‘no conocía absolutamente nada’ sobre las presuntas irregularidades hasta este mismo jueves, nunca debió ‘confiar’ en Cerdán.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, descartó este jueves 12 de junio dimitir y convocar elecciones tal y como le exige la oposición, tras la renuncia del número tres de su Partido Socialista por un escándalo de corrupción, uno de los casos que debilitan al ejecutivo de izquierda.

Quiero pedir perdón porque hasta esta misma mañana yo estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán”, aseguró Sánchez en rueda de prensa, apenas momentos después de que el secretario de Organización socialista renunciara al partido y a su escaño como diputado del Congreso.

Sánchez afirmó que, aunque “no conocía absolutamente nada” sobre las presuntas irregularidades hasta este mismo jueves, nunca debió “confiar” en Cerdán, un socialista muy cercano a él por años y que desempeñó importantes tareas, como negociar en Suiza con el independentista catalán Carles Puigdemont el vital apoyo de su partido al gobierno en minoría en el Parlamento.

De todas maneras, Sánchez, en el poder desde 2018, descartó convocar elecciones anticipadas alegando que este caso “no está afectando al gobierno de España, sino solo al partido”.

Cerdán, quien en el organigrama de la formación solo estaba por debajo de Sánchez y de la vicepresidenta del gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, renunció luego de que este jueves un juez del Tribunal Supremo revelara un informe policial que muestra “consistentes indicios acerca de la posible participación” del socialista “en una adjudicación indebida” de contratos públicos a cambio de dinero.

Se trata del caso por el que están siendo investigados el exministro y exmano derecha de Sánchez José Luis Ábalos y el cercano asesor de este, Koldo García.

Ábalos, influyente exministro de Transportes entre 2018 y 2021, que fue expulsado del PSOE cuando estalló el escándalo el año pasado, es sospechoso de haber cometido delitos de integración en organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación por haber obtenido dinero por contratos adjudicados durante la pandemia de covid.

Santos Cerdán fue citado a declarar ante el juez del Supremo el 25 de junio, cuando dijo que ofrecerá “todas las explicaciones pertinentes para demostrar” su inocencia.

Este caso es un dolor de cabeza para Sánchez, cuyo entorno tiene muchos frentes judiciales abiertos.

La esposa de Sánchez, Begoña Gómez, es investigada por presunta corrupción y tráfico de influencias; su hermano, David Sánchez, será juzgado por presunto tráfico de influencias por su contratación en una institución pública; y el fiscal general, nombrado por el gobierno, quedó a un paso de sentarse en el banquillo por filtrar documentos judiciales contra la oposición.

La principal formación opositora, el Partido Popular (PP, derecha), cuyos diputados habían recibido a Cerdán en el Congreso con gritos de “dimisión”, cargó contra el líder socialista.

“El señor Sánchez tiene que dimitir ya”, exigió el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en rueda de prensa, calificando las explicaciones del presidente del gobierno de “insuficientes y decepcionantes”, y reclamando elecciones de manera “inmediata”.

Si no lo hace por voluntad propia, están sus socios” que sustentan al gobierno, entre los que se encuentra el partido de extrema izquierda Sumar, parte de la coalición gubernamental de izquierdas. “Tienen que decidir si también quieren seguir siendo cómplices”, agregó.

La ministra de Trabajo, y figura destacada de Sumar, Yolanda Díaz, indicó de su lado que la información conocida sobre Cerdán era “absolutamente inaceptable”, y exigió un “reseteo de la legislatura”, que implique un “un nuevo marco de relaciones” entre su grupo y los socialistas.

Pese a que aseguró que “no basta” con solo con pedir perdón, Díaz descartó una ruptura inmediata de la coalición.

“Vamos a continuar hasta el año 27 [cuando finaliza la legislatura, ndlr], pero con un giro social”, indicó.

Junts per Catalunya, el partido del independentista Carles Puigdemont, cuyo apoyo parlamentario fue clave para la última investidura de Sánchez, pidió a su vez una “reunión urgente” con los socialistas para valorar la “viabilidad” de la legislatura tras los hechos conocidos el jueves.

Al inicio de la noche en Madrid, algunos centeneras de manifestantes se concentraron frente a la sede del Partido Socialista en Madrid para pedir la dimisión de Sánchez.

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