Ramón Carretero: el empresario panameño que se benefició del nuevo esquema petrolero de Chevron en Venezuela

  • 17/12/2025 16:41
Hoy, su nombre vuelve a sonar tras una investigación publicada por el ‘The New York Times’, en donde menciona que la modificación realizada en julio por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría terminado beneficiando al empresario.

Ramón Carretero es un empresario panameño con una larga trayectoria de negocios con el Estado venezolano. Su nombre ha sido recurrente por las múltiples investigaciones que lo señalan como presunto beneficiario de contratos públicos millonarios durante los primeros años del chavismo post-Chávez y como intermediario clave en operaciones financieras y comerciales del régimen de Nicolás Maduro.

Hoy, su nombre vuelve a sonar tras una investigación publicada por el The New York Times donde menciona que la modificación realizada en julio por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los términos del acuerdo de Chevron en Venezuela, con el objetivo de impedir que el régimen recibiera dólares de forma directa, habría terminado beneficiando al empresario panameño sancionado por el Tesoro estadounidense por presuntos vínculos con la familia Maduro.

Tras regresar al poder Trump había suspendido inicialmente operaciones con Chevron y luego autorizó un nuevo esquema: Ahora en lugar de canalizar dólares directamente a Venezuela, Chevron entrega parte del petróleo que produce al gobierno venezolano. Sosteniendo que así se minimizaría las transferencias financieras de la empresa al país.

Sin embargo, través de su empresa Shineful Energy, Carretero habría vendido casi 500 millones de dólares en crudo venezolano desde julio pasado, según The New York Times.

Datos internos de PDVSA, citados por el medio estadounidense, indican que Carretero exportó 11 millones de barriles de petróleo provenientes del campo Petroboscán, operado por Chevron, los cuales correspondían a la porción del crudo que recibía el régimen venezolano bajo el nuevo esquema.

La mayor parte de estos envíos tuvo presuntamente como destino China y se habría realizado mediante operaciones opacas que incluyeron el uso de criptomonedas.

Un patrón que se repite

Las revelaciones realizadas por el The New York Time, en donde además se reveló que Carretero ha sido recientemente incluido en la Lista Clinton, por actuar en nombre del gobierno venezolano y por mantener contratos lucrativos con el régimen de Maduro y con la familia Maduro-Flores, evidencian el gran esquema de uso de intermediarios extranjeros para canalizar recursos del estado venezolano fuera del alcance de controles institucionales.

Según investigaciones realizadas por Armando Info, Carretero habría mantenido relaciones con Maduro desde hace mucho tiempo.

El régimen de Maduro le pagaba los contratos al empresario panameño y el sobrino político recibía millones en dólares, convirtiéndose en socios en Panamá.

Incluso tras retrasos e incumplimientos en obras públicas, las empresas de Carretero continuaron recibiendo nuevos contratos.

Por cuenta del Estado venezolano, Carretero y sus hermanos construyeron en Venezuela un estadio de béisbol, un centro de convenciones y un gimnasio. Hasta importaron juguetes, neumáticos y electrodomésticos por alrededor de 769 millones de dólares.

Las compañías de los Carretero otorgaron pagos alrededor de los 5,8 millones de dólares a empresas de Juan Carlos López Tovar y quién era su esposa, Iriamni Malpica Flores, sobrina de Cilia Flores, la cónyuge del mandatario venezolano, sólo en 2014, según las investigaciones de Armando Info.

Chevron y la contradicción de Washington

Chevron, que produce alrededor de 240.000 barriles diarios en Venezuela, más de una quinta parte del total nacional, afirmó en un comunicado citado por The New York Times que sus operaciones “continúan en pleno cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables a su negocio, así como de los marcos de sanciones establecidos por el gobierno de Estados Unidos”.

No obstante, el caso pone en evidencia una contradicción central en la política estadounidense hacia Venezuela: mientras Washington busca aislar financieramente al régimen de Maduro, también permite la permanencia de Chevron para mantener presencia estratégica en un país con vastas reservas petroleras, una decisión que, según el The New York Times, terminó fortaleciendo a un intermediario sancionado.

De acuerdo con el análisis, pese a que las exportaciones petroleras venezolanas aumentaron, el ingreso de divisas a la economía del país cayó durante el año, lo que sugiere que los recursos generados no ingresaron formalmente al país, sino que habrían quedado en redes privadas asociadas al régimen.

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