Indígenas decepcionados

Actualizado
  • 01/05/2009 02:00
Creado
  • 01/05/2009 02:00
PANAMÁ. Burlados y decepcionados del gobierno del presidente Martín Torrijos se sintieron ayer los grupos indígenas de Panamá, quienes ...

PANAMÁ. Burlados y decepcionados del gobierno del presidente Martín Torrijos se sintieron ayer los grupos indígenas de Panamá, quienes realizaron una marcha pacífica desde la Plaza Porras hasta la Presidencia de la República.

El objetivo de la marcha era pedirle al gobierno que ratificara el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, toda vez que Panamá es el único país latinoamericano que no lo ha hecho.

Este convenio, firmado en Ginebra el 27 de junio de 1989 y que trata sobre la protección e integración de las poblaciones indígenas, no ha sido ratificado por ninguno de los cuatro últimos gobiernos.

El documento sintetiza los derechos indígenas que en las normas panameñas han sido reconocidos por el Estado panameño.

Los dirigentes de los grupos indígenas reclaman que Panamá es el único país que no ha ratificado tan importante convenio, a pesar de que cuenta con siete grupos indígenas y cinco comarcas reconocidas.

Desde enero de este año los caciques y dirigentes han pedido una reunión con el presidente Torrijos para tratar el tema, pero no ha sido posible.

Ayer, luego de la marcha tampo fue posible. Fueron atendidos por un asesor legal de la Presidencia de la República, quien no le dio una respuesta concreta, simplemente quedó en comunicar la petición.

LA MARCHA

Desde las 2:00 p.m. empezaron a congresarse en la Plaza Porras para realizar una pequeña jornada cultural, que consistió en dar a conocer sus bailes autótonos.

Eran aproximadamente unos 300 indígenas los que dispusieron a caminar a paso rápido y a ritmo de flauta, tambor y maracas hasta la Presidencia de la República.

Durante este trayecto se formó un insoportable tranque. Los indígenas bailaban y gritaban consignas y recibieron la aceptación de algunos de los petaones y familias, que desde los balcones expresaban su apoyo.

“Queremos nuestras tierras, que se respeten nuestros derechos y que ratifiquen el convenio”, decía uno de los manifestantes.

Leovigildo Doviaza, cacique del Congreso General de Tierras Colectivas Emberá Wounaan, explicó que “esta marcha no es de guerra, es pacífica. Necesitamos que ratifiquen el convenio, porque es el complemento de todo lo que tiene que ver con las poblaciones indígenas.

“Nosotros creemos que los gobiernos de Panamá no han ratificado este convenio, porque consideran que nos van a dar más privilegios”, dijo el cacique Doviaza.

El dirigente kuna, Eric Herrera, señaló que por años han estado marginados y que esto se debe a que los gobiernos solo le interesa la ciudad y se ocupan del interior del país y de los indígenas cuando necesitan buscar los votos.

LA DECEPCIÓN

Al llegar a la histórica Plaza de la Independencia en San Felipe, se les pidió que nombraran una comisión para entrar a la Presidencia de la República, que estuvo representada por el cacique Doviaza y por el cacique de la Comarca Emberá Wounaan, Betanio Chiquirama, quienes por se reunieron por 30 minutos con un asesor de la Presidencia.

Al terminar la reunión llamaron a todos los manifestantes para informarles que habían perdido su tiempo, porque no tenían una respuesta concreta a sus aspiraciones.

El cacique Chiquirama indicó que “una vez más nos sentimos decepcionados del gobierno. Tenemos que unirnos y pelear por nuestros derechos, porque nadie lo va a hacer por nosotros.

“Esperábamos que nos atendiera el presidente o alguien de mando, pero no fue así, nos sentimos burlados y decepcinados”, agregó Chiquirama.

Los indígenas kuna, ngöbe, emberá, wounaan y bri bri, que participaron en la marcha, gritaron al unísono: ¡entonces no hay votos...!

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