Me he salvado de milagro, Berlusconi

Actualizado
  • 14/12/2009 01:00
Creado
  • 14/12/2009 01:00
ROMA. Luego de ser atendido por los médicos a causa de un fuerte golpe en su rostro tras participar de un mitin en Milán, el primer mini...

ROMA. Luego de ser atendido por los médicos a causa de un fuerte golpe en su rostro tras participar de un mitin en Milán, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, confesó ayer que “Me he salvado de milagro”.

La situación llamó a la reflexión al primer ministro, quien agregó que está preocupado por la “excesiva violencia” en Italia.

La agresión se dio en el término de un mitin en la plaza del Duomo de Milán, y tuvo que ser hospitalizado porque sangraba por la boca.

Berlusconi fue sacado inmediatamente en un coche oficial del lugar, donde su partido realizaba un acto y fue trasladado al Hospital San Raffaele, de la capital lombarda.

Según un primer diagnóstico de los médicos que le atienden, sufrió una pérdida copiosa de sangre y una lesión “lacero-contusa” interna y externa en la boca, así como daños en los dientes, y en todo momento estuvo consciente.

Berlusconi fue sometido a un tac como medida de precaución y por decisión médica sería mantenido bajo observación las próximas 24 horas. El incidente ocurrió después de que Berlusconi bajó del estrado donde había pronunciado un discurso y se dirigió a saludar a los asistentes al acto antes de subir al coche oficial, momento en el que un hombre aprovechó para agredirle.

El agresor, quien aparentemente es atendido desde hace 10 años por problemas psiquiátricos, fue detenido por la Policía y al parecer usó una estatuilla de la Catedral de Milán para dar el golpe.

Antes de entrar en el coche, Berlusconi se mostró a sus seguidores para asegurarles que estaba bien.

Durante su discurso en el acto de su partido, el gobernante Pueblo de la Libertad (PDL), televisado en directo, el político fue interrumpido por las protestas de un grupo de personas que le profirió gritos como: “payaso” y “dimisión”, lo que hizo que Berlusconi elevara su tono y les gritara, hasta en tres ocasiones: “vergüenza”.

“Veis aquí: hay chicos que protestan. Veis por qué estamos aquí y estamos en la calle, porque nosotros estas cosas no las haremos nunca con vosotros. Porque nosotros somos gente libre, tenemos un espíritu liberal”, afirmó. “Nosotros os dejaremos expresar vuestras cosas en un diálogo entre nosotros. Por esto nos debemos diferenciar de vosotros, porque vosotros querríais transformar Italia en una plaza chillona, que insulta, que condena. Vergüenza, vergüenza, vergüenza“.

Fue un acto en el que Berlusconi volvió a sacarse del bolsillo varias de sus habituales bromas y arremeter contra la “izquierda marxista” italiana y los jueces. Reivindicó los éxitos de su la lucha contra la mafia.

El político y empresario insistió además en las acusaciones de politización que viene lanzando con mayor frecuencia en los últimos días contra los jueces de Italia, sobre todo después de que el Tribunal Constitucional invalidara el pasado octubre la ley que le otorgaba inmunidad.

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