‘Los ngäbes continuaremos alerta’, Miranda

Actualizado
  • 20/03/2014 01:02
Creado
  • 20/03/2014 01:02
Los dirigentes indígenas buscan apoyo de todos los pueblos originarios. Las protestas continuarán hasta que el Gobierno ceda. 

El rechazo al proyecto hidroeléctrico Barro Blanco se mantiene y las protestas se intensificarán durante los próximos días. 

Los grupos indígenas señalaron que la obra no fue cancelada, tras un ultimátum de 15 días que le dieron al Gobierno, plazo que venció el 17 de marzo. 

Los aborígenes tienen más de 45 días acampando en las riberas del río Tabasará que, según denunciaron, será afectado por el proyecto que desarrolla la empresa Generadora del Istmo, S.A. (Genisa). 

Ya se alistan para protestar con el apoyo de otros grupos en diferentes lugares. 

Ricardo Miranda, coordinador general del Movimiento 10 de Abril (M10), sostuvo que Barro Banco desplaza a las poblaciones indígenas en el territorio comarcal. 

PERJUICIOS 

Del área comarcal Ngäbe Buglé, los afectados incluyen a Bakama, comunidades de Nuevo Palomar, Quebrada Kia, Quebrada Caña, Quebrada Plata y otras zonas en la área campesina, con perjuicios directos por el proyecto y su embalse. 

Miranda dijo que actualmente se lleva a cabo un desalojo forzoso y expropiación dentro del territorio comarcal. 

Agregó que Zelmar Rodríguez, administradora de la Autoridad de los Servicios Públicos, ha violado la ley al expropiar y privatizar territorios colectivos delimitados. 

‘El gobierno tiene poco interés de proceder a la solicitud de cancelación del proyecto... la población va a hacer sus acciones de lucha y de resistencia a nivel nacional’, sentenció. 

Según el coordinador general del M10, un grupo de ellos acampa en las riberas del río Tabasará, cerca de la comunidad cultural de Kia, para evitar la continuidad de la destrucción de los bosques de galería. 

Se trata de ecosistemas estratégicos que se encuentran al borde de los cuerpos de agua formando una comunidad de árboles, enredaderas, epífitas y herbáceas de gran complejidad. 

Asimismo, el dirigente denunció que Barro Blanco acaba con los petroglifos, elementos sagrados ancestrales y en su trayecto afecta la iglesia ngäbe y una escuela tradicional del dialecto. 

Miranda aseguró que violan la ley al construir una hidroeléctrica con un Estudio de Impacto Ambiental que permitía 19 megavatios, pero serán finalmente 28.56. 

De no acceder a la cancelación, planean hablar con los caciques generales de las comarcas para tener la participación de los siete pueblos originarios de Panamá, ya que se violentan los territorios delimitados como reservas. 

El pasado 26 de febrero, el ministro de Gobierno, Jorge Ricardo Fábrega, expresó que el 99% del proyecto hidroeléctrico está fuera del área comarcal. 

‘Solo cinco hectáreas a lo largo de la ribera al final de la cola del lago son las que se verán afectadas’, aseguró el funcionario. 

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