Forense confirma que restos óseos son de Lisanne Froon

Actualizado
  • 24/06/2014 02:00
Creado
  • 24/06/2014 02:00
El tejido humano cuyo material genético ha coincidido con las muestras de ADN enviadas desde Holanda por los padres de Lisanne 

El Ministerio Público de Panamá confirmó ayer que las pruebas de ADN realizadas a los restos óseos hallados en la provincia de Bocas del Toro coinciden con una de las dos holandesas desaparecidas en el sendero El Pianista, en la provincia de Chiriquí, desde el pasado mes de abril.

La información fue confirmada en conferencia de prensa por la fiscal Betzaida Pittí, quien estuvo en compañía de la médico forense Silvia Bandell.

La forense informó que el fragmento óseo cuyo material genético ha coincidido con las muestras de ADN enviadas desde Holanda por los padres de Lisanne Froon corresponden a un pie, y que aún deben analizarse otros restos biológicos, entre ellos parte de una pelvis, para determinar si pertenece a Lisanne, de 22 años, o Kremers, de 21.

Bandell precisó que los restos están en avanzado estado de descomposición y que es muy prematuro presumir la causa de la muerte o cuándo pudo haberse registrado el hecho, opinión con la que coincide la fiscal Pittí, quien agregó que eso lo deben determinar los forenses.

Los resultados surgen tras una prueba de comparación de los tejidos hallados la semana pasada en Bocas del Toro con muestras de ADN de uno de los familiares.

Las muestras fueron enviadas desde Holanda y recibidas por las autoridades panameñas este fin de semana.

La fiscal Pittí dijo que en estos momentos no hay nadie bajo investigación por la desaparición de las holandesas, ‘Aún es muy temprano para decir alguna hipótesis. Vamos a seguir buscando, en la cordillera de Talamanca, pero como es (un lugar) tan inaccesible y peligroso, lo vamos a hacer correctamente’, dijo.

Pittí recordó que un grupo de personas se encuentra en senderos de las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro rastreando nuevas evidencias que arrojen luces sobre el caso de las holandesas desaparecidas hace más de dos meses.

También señaló la fiscal Pittí que si los padres de las jóvenes desean que se vuelvan a traer los perros entrenados, tienen toda la libertad en hacerlo y Panamá les brindará apoyo.

Las pertenencias de las jóvenes —celulares, fotos en la cámara y demás— continúan siendo evaluadas y aún no se tiene respuesta ni un informe sobre esas pruebas.

‘Debemos reservar ciertas informaciones porque hay que analizar todo, en especial lo que señalen los médicos forenses, porque cualquier cosa que yo pueda decir aquí en su momento puede perjudicar la investigación y lo mejor es reservarlas y hacer las cosas bien’, enfatizó Pittí.

Dijo que espera que con las pruebas científicas y las investigaciones se pueda llegar a una teoría en este caso.

La semana pasada, miembros de la comunidad de Altos del Romero avisaron a las autoridades del hallazgo de restos óseos en el río Culubré.

Antes, cerca de este mismo río se había encontrado una maleta con pertenencias de las jóvenes.

Kriss Kremers y Lissane Froon fueron reportadas desaparecidas el pasado 2 de abril, y desde ese día se ha realizado una intensa búsqueda, incluso con expertos en rescate procedentes de Holanda, pero las labores de búsqueda fueron infructuosas.

Ezequiel Miranda, presidente de la Asociación para la Conservación de la Biosfera, dijo que el área donde se encontraron las últimas pistas es de muy difícil acceso debido a su topografía accidentada. Además, existe toda clase de serpientes, una de las principales amenazas en el área.

Miranda explicó que para llegar a Bajo Culubré hay tres rutas, por helicóptero, por tierra, entrando por la comunidad de Norteño, a unos 16 kilómetros de Chiriquí Grande, y saliendo de Changuinola.

‘Se debe manejar una hora, llegar hasta Charco La Pava, donde está el embalse de la hidroeléctrica Changuinola 1, y viajar 45 minutos por el río Changuinola hasta llegar a la boca del río Culubré para continuar a pie otras tres o cuatro horas’ hasta el punto donde presuntamente se encontró la mochila, detalló. Es un viaje peligroso y agotador, tomando en consideración que debido a lo difícil del relieve, los caminantes deben ir por las playas del río y no es la primera vez que mueren personas sorprendidas por cabezas de agua que con su fuerza arrastran todo en cuestión de segundos. Tal fue el caso, el año pasado, de un funcionario del Tribunal Electoral que no se percató de que detrás de él se levantó una muralla de agua que le segó la vida, dijo Miranda.

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