Querellan por fraude a Grupo Unidos por el Canal

Actualizado
  • 08/01/2016 01:00
Creado
  • 08/01/2016 01:00
Las declaraciones del administrador de la ACP motivaron la denuncia, tras identificar la mala fe del contratista 

El consorcio Grupo Unidos Por el Canal (GUPC) fue querellado ayer por posible delito contra el patrimonio del Estado. La demanda la presentó el vicepresidente del Colegio Nacional de Abogados, Juan Carlos Araúz, quien actuó a título personal.

La demanda que interpuso el abogado ante la Procuraduría General, la primera contra el consorcio hasta la fecha, se fundamenta en ‘la mala fe contractual' identificada por el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano, quien declaró ante los medios de comunicación que ‘una vez más quedó en evidencia la tendencia del contratista a presentar costos inflados', hecho que permite concluir, según la querella, ‘que la Nación puede ser sorprendida en su buena fe e incurrir en pagos de sumas no justificadas en alguna etapa de la ejecución del referido contrato'.

Se hace ‘obligatoria la intervención del Estado para comprobar que las distintas instancias arbitrales que tienen como método de solución del contrato, no pueden ser utilizadas para legitimar sumas falsas según lo que se entiende de las declaraciones de Quijano', indicó Araúz.

El documento, que se compone de trece hechos notorios como sustento de la denuncia, cita una publicación de la ACP en la que denuncia su inquietud por la metodología de cálculos que hace el desarrollador del proyecto en sus reclamos: ‘Vale recordar que de los cinco fallos de la Junta de Resolución de Conflictos (DAB, por sus siglas en inglés) a GUPC, de la suma reclamada por el consorcio, $803,007,753.29, se le ha otorgado $283,307,442.71, casi $600 millones menos', precisa la ACP. Porcentajes que se presentan como ‘sobrecostos no justificados' y que, sin lugar a dudas, continúa la demanda, ponen en escenario la posible estafa o su intento al erario público.

DINEROS DEL ESTADO

‘Dentro de una relación comercial normal, cuando hablamos de una diferencia del 60% nos encontramos ante arbitrariedades, y al ser dineros del pueblo panameño las sumas que reclama GUPC, el país no tiene por qué aceptarlas si el Administrador las señala como infladas. Eso se traduce en que el asunto comercial abre la puerta a que penalmente se demuestre si nos encontramos ante una estafa o inclusive a determinar qué reclamos de GUPC son inflados', añadió Araúz.

‘Una vez más quedó en evidencia la tendencia del contratista a presentar precios inflados',--JORGE LUIS QUIJANOADMINISTRADOR DE LA ACP

A criterio del jurista, el tema contractual no impide que el Estado intervenga con la jurisdicción penal para evitar fraudes.

En la querella se plasma que las instituciones de ‘solución alternativa de conflictos no pueden servir para encubrir pagos indebidos o legitimar formulas extorsivas o métodos de presión para llegar a acuerdos que rompen la buena fe contractual, nos encontraríamos ante conductas que deben ser ventiladas por el derecho'.

Araúz explica que si los reclamos de GUPC están llenos de falsedades, es el Ministerio Público quien debe impedir cualquier pago, que ya duplica el monto del contrato original.

‘A partir de ahora vienen unos 3 mil y tantos millones que tienen dudoso origen', asevera Araúz.

Las exigencias de GUPC, describe la querella, ‘no tienen sustento en la realidad y serían el inicio de la investigación criminal que permita deslindar responsabilidades. La existencia de estos informes podría confirmar la falsedad de documentos que deben ser contrastados con la realidad'.

SUSTENTO LEGAL

El fundamento jurídico del documento lo componen cuatro artículos del Código Penal: 220 y 221, que se refieren a estafa y otros fraudes, y el 366 y 373, que abordan la falsificación de documentos en general.

La querella podría quedar alojada en una de las fiscalías anticorrupción o quedar en manos de la procuradora Kenia Porcell, quien puede eligir determinadas causas para ventilarlas.

‘Hay normas en el Código Penal que facultan a la procuradora a pedir al juez de la causa medidas de conservación para evitar que los posibles perjuicios agraven la conducta calificada como delito. Las declaraciones de Quijano, confirman la pérdida de confianza en GUPC y eso se traduce en el dolo que debe investigar el Ministerio Público', acotó el abogado.

PRUEBAS

Araúz revistió la denuncia con la copia de la auditoría publicada por la ACP, en la que consta informe presentado por la firma Ernst & Young elaborado el 17 de diciembre de 2015 que aparece en la página web de la ACP. Además, presentó copia del comunicado de la vía interoceánica que recoge las declaraciones de Quijano.

Otras pruebas solicitadas por el abogado se centran en el testimonio del administrador para que se ratifique de sus declaraciones públicas, y que se pida a GUPC los informes técnicos, contables y periciales sobre los cuales el consorcio respalda sus reclamos, con el objetivo de contrastarlos con informes de expertos forenses que puedan determinar si existe falsedad en los mismos o no.

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HASTA LA FECHA

Reclamos efectuados por GUPC a la ACP

Los reclamos de Grupo Unidos Por el Canal, encargado del diseño y construcción de la ampliación de la vía interoceánica, totalizan los $3,400 millones, según fuentes de la Autoridad del Canal de Panamá.

El proyecto licitado por $3,118 millones, sin incluir los años de mantenimiento y los cargos por escalamiento, no tiene una fecha oficial de inauguración, a pesar de que el contratista debía entregar la obra a principios de noviembre de 2014, tal como lo estipula la fecha de finalización contractual.

Según recogió este diario en la pluma de Jessica Tasón, de los $3,400 millones, $1,200 millones han sido analizados en las dos primeras instancias de reclamación y se han pagado los $234 millones que la junta de resolución de conflictos (DAB, por sus siglas en inglés) falló a favor del contratista en el caso del basalto y el concreto.

El contrato entre GUPC y la ACP establece tres instancias para la resolución de reclamos: la primera es la ACP, la segunda, la junta de resolución de conflictos, y la tercera es la Cámara Internacional de Miami, donde el proceso inicia de cero.

En este momento, están por discernir dos reclamos en la Cámara Internacional de Miami, el de la ataguía y dragado del Pacífico, que asciende a $180 millones, y el de la mala calidad del basalto y la demora en la aprobación por parte de la ACP de la mezcla de concreto, que aunque fue fallado por el DAB, GUPC llevó el caso a arbitraje. Esta segunda instancia de reclamación no reconoció el total solicitado, por $463 millones.

El DAB tratará en octubre dos reclamos por un monto que supera los $170 millones: uno por $118 millones y el otro por $52 millones.

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