‘La formación en valores no funciona si no va acompañada del ejemplo'

Actualizado
  • 01/04/2016 02:00
Creado
  • 01/04/2016 02:00
El rabino Gustavo Kraselnik advierte que los jóvenes de hoy están percibiendo que en nuestra sociedad ‘el dinero es la medida del éxito'

Como buen argentino, Gustavo Kraselnik es fanático de Mafalda y del fútbol. En su caso, es hincha del River, influenciado por su padre, quien le advertía a menudo que ‘el que no quiere al River no quiere a nadie'....

Sus 14 años de residencia en Panamá le han permitido conocer a atletas locales como Irving Saladino y César Barría..., a los que admira por su esfuerzo y determinación para salir adelante...

Pero, detrás de esos gustos populares y de la naturalidad que lo caracteriza, este hombre de familia de 48 años, graduado de administración de empresas de la Universidad de Buenos Aires, es todo menos una persona común; es un líder espiritual de profundas convicciones religiosas y humanísticas, y de una vasta formación intelectual.

Es también el rabino a cargo de la congregación Kol Shearith Israel, una de las sinagogas más antiguas del país. A ella acuden influyentes familias de larga presencia en el país, como los Fidanque, los Maduro, los Lindo, los Henríquez, los Motta, los De Lima, en busca de guía espiritual; a ella confían la formación religiosa de sus hijos y nietos.

Visitamos a Kraselnik en sus oficinas de la sinagoga de Costa del Este la semana pasada, donde compartió sus ideas y aspiraciones con La Estrella de Panamá .

HE ESCUCHADO QUE A USTED SE LE COMPARA CON EL PAPA FRANCISCO, POR SUS IDEAS FRESCAS Y ÁNIMO UN POCO REVOLUCIONARIO...

No.... nos comparan porque somos argentinos los dos... yo vengo de una formación judía que trata de construir un puente entre la tradición y la modernidad, pero también somos conscientes de que vivimos en el siglo XXI y de que necesitamos reinterpretar, repreguntar y replantear los textos tradicionales a la luz de lo que está pasando hoy.

¿CÓMO CONCIBE SU ROL COMO RABINO HOY EN DÍA?

Un rabino es un maestro, que tiene la responsabilidad de educar con sus palabras, sermones y con su ejemplo; es alguien que, a partir del estudio de los textos sagrados, trata de ayudar a su congregación a dar un sentido a su existencia: guiar, educar, orientar, inspirar, en la construcción de sus vidas como individuos, como familias y como comunidad y sociedad. Tenemos el compromiso con los profetas de tratar de construir una sociedad que refleje ese ideal que ellos visualizaron como la época mesiánica, ese tipo de sociedad que constituye una utopía, de justicia, sin guerras, donde hay solidaridad… donde no hay gente con hambre...

USTED VIENE DE TRABAJAR EN SINAGOGAS EN EL SALVADOR Y BUENOS AIRES... ¿QUÉ DE PARTICULAR HA ENCONTRADO EN KOL SHEARITH ISRAEL?

Es una congregación que en el mes de mayo próximo cumple 140 años, con una bellísima trayectoria y, algo que para mí es muy importante, profundamente integrada a la vida nacional. Hace poco, por ejemplo, tuvimos un funeral de Estado, de el expresidente de la República Eric Arturo DelValle, un evento casi único en el mundo. Yo incluso he bromeado de que lo voy a poner en mi currículum, porque, ¿cuántos colegas míos pueden decir que han podido oficiar un funeral para un expresidente?

¿PUEDO DEDUCIR QUE SE SIENTE ORGULLOSO DE SU CONGREGACIÓN...

Sí.... es un grupo humano que cuenta con una lista de prohombres, personas que han dejado huella, algunos que no conocí personalmente, pero de la que aprendo cuando voy a algún lugar y me dicen... ‘¡ah! yo conocí a tal que era un gran hombre'. Son personas como Stanley Fidanque, don Felipe Motta, Woodrow de Castro, Inés Fidanque y otros más jóvenes, que sí he podido conocer, como David Robles, Milton Henríquez padre, don Alberto Motta, gente con la estampa característica de esta congregación.

A NIVEL PROFESIONAL ¿QUÉ RETOS LE HA PRESENTADO PONERSE AL FRENTE DE ESTE GRUPO DE FAMILIAS?

La congregación necesitaba una nueva dinámica, que respondiese a las necesidades de estos tiempos, pero recuperando parte de la tradición y manteniendo el espíritu y visión judía, entregando un poco más de experiencias y rituales que ayudasen a la consolidación y la transmisión de la identidad, sobre todo para las nuevas generaciones.

USTED LLEVA UN TRABAJO IMPORTANTE EN LA FORMACIÓN DE LOS JÓVENES DE SU CONGREGACIÓN. ¿CUÁL ES EL MAYOR RETO QUE LE PRESENTA LA FORMACIÓN DE ESTAS PERSONAS QUE PROBABLEMENTE ASUMIRÁN POSICIONES DESTACADAS EN EL MUNDO EMPRESARIAL Y COMERCIAL O HASTA POLÍTICO EN EL FUTURO?

A las nuevas generaciones seguimos formándolas con los principios que emanan de nuestros textos sagrados, nuestro compromiso con la visión de los profetas, pero, como todos los que intentamos educar, nos encontramos con el problema de que en ocasiones la realidad choca con nuestros mensajes... Uno de los rabinos más importante s del siglo pasado, Abraham Heschel, decía que no necesitamos libros de texto, sino personas de texto ( text books , sino text people )... él se refería a que podemos dar 25 sermones maravillosos y extraordinarios pero si mi conducta no es coherente con lo que digo, no voy a impactar… hoy en día resulta muy difícil neutralizar los mensajes que llegan de una sociedad que tiene como patrón de éxito al dinero... por más que uno intente educar y enfatizar que hay que esforzarse y trabajar duro, ¿cómo sustentar eso si ese mismo joven está observando que quien logra éxito en la sociedad o quien gana dinero es alguien que lo ha hecho de forma expedita y no muy transparente? ¿Cómo decirle a alguien que no entre en el camino fácil de los negocios ilícitos y que es mejor tener un salario menor, pero logrado de manera lícita, cuando la sociedad parece que premia al que tiene dinero sin importar cómo lo consigue?

¿SE REFIERE A QUE ES UN RETO PARA TODA LA SOCIEDAD?

Sí. Yo creo que el desafío más grande que tiene la sociedad panameña en estos momentos es recuperar la noción del bien común, que se ha perdido. Cuando eso pasa, prevalece el beneficio personal, el juega vivo, que es preferir mi beneficio circunstancial en detrimento del beneficio del grupo… yo creo que todos los actos de corrupción que estamos leyendo en los periódicos lo demuestran... Necesitamos recuperar la noción del bien común, porque si no, no hay educación en valores que sirva...

¿ALGUNA IDEA DE CÓMO LOGRARLO?

Primero hay que reconocer el problema, allí está, como dicen, el 50% de su solución. Debemos tener fortaleza para reconocerlo y hacer un ejercicio reflexivo que involucre a los distintos agentes sociales, para tratar de definir cuál sería ese Panamá que queremos... quizás el siguiente paso es cómo lo hacemos… yo, como buen argentino, soy fanático de Mafalda, y hay un tira que para mí es buenísima en que los personajes están discutiendo y acuerdan que lo mejor es ir ‘para adelante', pero cuando van a ir hacia ‘adelante', uno dice que es ‘para allá' y el otro dice que es ‘para acá'... Entonces, hay que definir dónde queda ‘adelante' y de allí empezar a articular… es una tarea que hay que hacer, pero claro, es complicado, porque, ¿quién lo va a articular?... hay muchos factores involucrados, pero ojalá que podamos avanzar... ahora mismo veo que el Gobierno está promoviendo algunas iniciativas de diálogo, como el de Salud, y otras, que van por el camino correcto...

¿CREE USTED QUE HABRÍA QUE ENFATIZAR EN LOS PELIGROS QUE SE ESCONDEN EN NO HACER ESTE ESFUERZO?

Hay que tener cuidado con la forma como se plantean los mensajes... yo hablo en nombre de nuestra congregación, pero creo que todos los componentes de la sociedad debemos actuar en este sentido... los líderes religiosos tenemos la obligación de hacer que la sociedad refleje nuestros valores, no podemos justificarnos ni escondernos, ni frustrarnos o concentrarnos en trabajar bien nuestra parcela de tierra... no es así como funciona la cosa… no se trata de que los empresarios, por ejemplo, deban dar mejores salarios a la gente para que esta tenga más dinero para comprar sus productos.... el mensaje no es ese, el que las cosas se hagan porque esto me beneficia o porque si no lo hago me van a castigar... hay que hacer las cosas porque es lo correcto... porque mi obligación como persona es trabajar para que cada miembro de la comunidad tenga sus necesidades básicas satisfechas y oportunidades para desarrollar su potencial… Sí... se trata de una utopía, pero es preciso hacer el mejor esfuerzo posible; es parte de nuestra responsabilidad como personas religiosas y miembros de la comunidad.

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‘La sociedad panameña ha perdido la noción del bien común... Debemos tener fortaleza para reconocerlo y hacer un ejercicio reflexivo para tratar de definir cuál es ese Panamá que queremos'.

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GUSTAVO KRASELNIK

Está a cargo de la congregación Kol Shearith desde 2002

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