La divinidad y la ciencia se disputan los proyectos de educación sexual

Actualizado
  • 14/07/2016 02:00
Creado
  • 14/07/2016 02:00
Católicos y evangélicos marcharon para expresar su rechazo al proyecto de ley 61 sobre educación sexual y reproductiva

‘Mi pastor me explicó de qué se trataba y no quiero homosexualismo en mi casa', espetó una mujer, una de las centenares de personas que marchó ayer, invitados por congregaciones evangelistas y católicas, por todo el centro de la ciudad, contra el proyecto de Ley 61 y el manual del Ministerio de Educación, que por vías distintas impulsan la educación sexual y reproductiva. La mujer llevaba a sus tres hijos consigo, para que les quedase claro el mensaje.

ANA ELENA PORRAS

ACADÉMICA

Su negativa era la respuesta común de las 17 personas a las que este diario entrevistó durante la marcha: ‘no leí el proyecto de ley, pero me dijeron de qué se trata'.

Ese justo era el reclamo de las organizaciones a favor de la discusión del proyecto de ley. Nelva Reyes, la secretaria general de la Central General de Trabajadores (CGTP), cuestionó en un conferencia de prensa de 26 organizaciones, que los detractores hablen sin informarse sobre el contenido de la propuesta.

‘¿Cómo se les puede ocurrir decir que se permitirá que un docente enseñe cosas inadecuadas a un menor?', se inquirió, tras leer en redes sociales las críticas de sectores conservadores.

Corina Rueda, miembro de El Kolectivo, también llamó la atención por la forma en la que se ha tratado el tema.

Hace 17 años, recordó, la Comisión Nacional de Salud Sexual y Reproductiva recomendó la creación de una ley integral que guíe a los infantes, adolescentes y jóvenes en sexualidad, pero ‘todos los intentos fueron frenados por los mismos grupos que se oponen ahora'.

Entonces, el problema ha quedado a flor de piel: según el Ministerio de Salud, cerca del 30% de las embarazadas tienen menos de 19 años. Es una constante que, según expertos, aumenta las probabilidades de pobreza de la mujer y sus hijos.

‘Es una situación de gravedad', insistió Rueda, al recordar que leídas de otro modo, las mismas cifras del Minsa establecen que al mes mil adolescentes se convierten en madres, mientras incrementan las infecciones de transmisión sexual, los jóvenes inician su vida sexual de manera temprana, se incrementa la violencia doméstica y la de género.

‘Queremos señalar al Gobierno Nacional y a la Asamblea que existe la separación de Iglesia y del Estado, por que su compromiso es el bienestar de toda la nación, en especial en asuntos de salud pública', señaló Freddy Pittí, integrante del grupo juvenil Juntos Decidimos, que también intervino en la conferencia.

‘La ley que manda es la de Dios', dijo una mujer a La Estrella de Panamá , al final de la marcha, en la que hubo, incluso, vírgenes. Los miles de cristianos iban luego al Legislativo, a oficializar su rechazo a la discusión de la propuesta.

Estaban, de todos modos, sorprendidos, porque durante la protesta el líder evangelista Manuel Ruiz, de la iglesia Sopla Dios, anduvo siempre en su auto, Toyota Prado, escoltado por guardaespaldas y delimitado por una soga a su alrededor. El resto, bajo la lluvia.

El líder evangelista sólo bajó de su auto para reunirse con el presidente de la Asamblea, Rubén de León, los diputados Quibian Panay y Javier Ortega. De León les prometió bajar a primer debate la propuesta sólo con la idea de que todos puedan discutirla en la Comisión de Salud y no en el Pleno.

Sin embargo, las voces a favor del proyecto de ley enviaron otro mensaje: ‘exigimos que no haya más demora en la adopción de políticas públicas, y que se dé respuestas a las familias, sobre todo para los sectores populares, en especial porque sus hijos no acceden a la educación privada, en la que sí se ofrece educación integral en sexualidad', dijo Reinaldo Ayola, de la organización Escépticos y Laicistas.

En igual tono se expresó el Frenadeso. ‘El debate debe ser franco, sin doble moral, sinf anatismos de ningún tipo y sin buscar réditos políticos'. También pidió la discusión de una propuesta que se apegue a métodos educativos científicos y no a lineamientos divinos.

‘Existe un infierno', gritaba, sin embargo, una señora vestida de blanco, que asistió a la marcha de tres horas, con un cartel en mano en el que se leía ‘no a la ley N°61. Hembra y varón es el modelo original'. Así, dijo, lo estableció el ‘rey de reyes y señor de señores'. Pero mientras transcurría la protesta, en promedio 4.1 menores quedaron embarazadas.

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