Mapas antiguos y cambio climático: ¿puede la historia contarnos el futuro de la ciudad?

Actualizado
  • 24/07/2021 00:00
Creado
  • 24/07/2021 00:00
Recopilar, revisar y analizar mapas antiguos de la ciudad puede parecer un trabajo académico, de poco valor para una sociedad demandante de resultados inmediatos y prácticos
Vista del área de Amador, con el Biomuseo y el nuevo centro de convenciones recién construido, en primer plano. Más atrás, el área de tanques de Balboa y al fondo el aeropuerto de Albrook. Parte de estas áreas estarían bajo riesgo de inundación debido al esperado aumento del nivel del mar.

El trabajo de escribir la historia, igual que el de hacer arte, necesita una constante validación ante la sociedad. Recopilar, revisar y analizar mapas antiguos de la ciudad puede parecer un trabajo académico, de poco valor para una sociedad demandante de resultados inmediatos y prácticos. Sin embargo, estudiar esas referencias puede ser de enorme utilidad para enfrentar los retos futuros de las ciudades.

Lo que nos muestran los mapas de finales del siglo XIX e inicios del XX, es que el paisaje del entorno alrededor de la antigua ruta transístmica, hoy el Canal, y de la ciudad de Panamá, era muy diferente al que estamos acostumbrados a observar.

El plano de Tiedamann de 1857, sobre las propiedades del ferrocarril alrededor de la ciudad, nos presenta un entorno que era, tanto al oeste, en lo que ahora es el barrio de El Chorrillo, como al este, hacia el corregimiento de Calidonia, una zona de tierras bajas, planas y pantanosas. Al sobreponer este plano sobre la imagen aérea actual de la ciudad, se puede observar cómo la línea de costa en ambas zonas se encontraba entre 25 a 100 metros por detrás de donde termina actualmente la cinta costera.

Todo este espacio sería suelo urbano ganado al mar en diferentes momentos de la historia de la ciudad. Por ejemplo, las tierras donde se encuentra actualmente el sector de Barraza y el patio de Metrobus, en el corregimiento de El Chorrillo, al igual que el área del actual Barrio Chino o relleno de El Javillo, en el corregimiento de San Felipe, corresponde a rellenos realizados durante o en años posteriores a la construcción del Canal.

Se muestran las áreas de los humedales del río Curundú, desaparecidos por haber sido rellenados para permitir la construcción del aeropuerto de Albrook, al igual que el poblado de Diablo. También los rellenos de El Javillo (hoy el terraplén y el barrio chino), Barraza, Balboa y Amador, construidos durante la edificación del Canal.

Siguiendo el trazo de los cambios en la línea de costa, se puede observar en el 'Mapa de la ciudad de Panamá y Balboa', editado por Macario Solís en la década de 1920, el relleno y urbanización que habría sufrido el área donde se hallaban los barrios de El Marañón y Guachapalí entre 1909 y 1911, y posteriormente prácticamente toda el área de Calidonia, con la construcción del proyecto de La Exposición en 1915.

La urbanización de La Exposición implicó otro avance más de la línea de costa. Una fotografía aérea de 1937 muestra cómo la costa habría sido 'enderezada', desde la actual calle 27 en Calidonia, hasta el área frente al hospital Santo Tomás. Este 'enderezamiento' serviría para construir parte de lo que sería la avenida Balboa. Frente al hospital se habría construido también un relleno, en el cual se ubicó el monumento a Balboa y el desaparecido parque Anayansi. Hacia el este de este relleno se encontraba 'playa Prieta'. Sobre esta misma playa, frente al parque Urracá se construyó el relleno del 'Club Miramar' en 1928.

En cuanto a la antigua Zona del Canal, la construcción del Canal y el acondicionamiento requerido para la construcción de las instalaciones de defensa de esta infraestructura, conllevó una transformación radical de las áreas más próximas a la ciudad de Panamá. Un mapa publicado en 1895, en el que se muestra la propuesta de ruta e infraestructuras a construir como parte del proyecto francés del canal, nos sirve de referencia para entender cómo era el paisaje anterior a la intervención urbana estadounidense.

Las transformaciones realizadas implicaron, además de la construcción del Canal, el desvío, canalización, relleno y represamiento de buena parte de la red hidrográfica que conformaba las cuencas de los ríos Grande y Curundú. En el caso del río Curundú, pasó de ser un amplio estuario, a una planicie rellenada sobre la cual se construirían nuevos poblados y el aeropuerto de Albrook. Adicional a esto, se crearon nuevas áreas rellenando parte de la antigua desembocadura del río Grande para construir el área de tanques en la entrada del Canal, Balboa y la calzada de Amador.

Se puede observar con claridad cómo el área de desaparecidos humedales del Río Curundú es una de las zonas afectadas, al igual que las antiguas tierras pantanosas del barrio de El Marañón. Zonas como los rellenos de Barraza y El Terraplén, surgidos hace cien años, con la construcción del Canal, también aparecen bajo amenaza.

En un mapa publicado por el sitio web Climate Central, que identifica posibles escenarios de aumento del nivel del mar a nivel global, se hace visible la coincidencia entre los antiguos estuarios, zonas bajas y pantanos de la ciudad de Panamá y las zonas a futuro inundables por aumento del nivel del mar. Por ejemplo, vemos cómo se proyecta que el área del aeropuerto de Albrook será ocupada por el mar nuevamente. Lo mismo ocurrirá con el relleno de Barraza y con la zona del terraplén y El Marañón.

En el escenario propuesto para 2050, se pueden observar las áreas costeras de la ciudad de Panamá, en las cuales el nivel de la inundación por el aumento del nivel del mar sobrepasará la línea de la costa al menos una vez al año. Bajo este escenario, se espera que al menos 10 inundaciones costeras superen el nivel de la línea de costa actual en un período de diez años, con variaciones en las que algunos años podría haber dos o más inundaciones de este tipo, y otros años ninguna.

Estos escenarios se basan en el supuesto de que se dan recortes moderados a nivel global, en las emisiones de gases de invernadero, con un aumento del nivel del mar de cinco metros, debido al derretimiento de los hielos en la Antártida y en Groenlandia. Si los recortes en las emisiones no se dan, y el aumento de la temperatura es mayor, los escenarios podrían ser mucho peores.

Todos estos factores se encuentran fuera del control de un país como Panamá, de sus instituciones o voluntad y capacidad de gobernanza. Sin embargo, las huellas de la existencia de estas áreas bajas y pantanosas identificadas en los mapas antiguos de la ciudad, y los estudios que muestran la probabilidad de que estos escenarios de cambio climático ocurran, deberían servir como llamado de urgencia para ejecutar acciones que nos ayuden a mitigar los efectos esperados del aumento del nivel del mar en la ciudad de Panamá.

La realización de esta publicación no hubiera sido posible sin el apoyo del doctor Tomás Mendizábal y el Arq. Álvaro Uribe, quienes facilitaron los planos sobre los que se basó este artículo. Este trabajo contó también con el apoyo del Urban Risk Center de Florida State University, como una forma de promover el conocimiento geográfico y la historia urbana en Panamá. Si quieres consultar estos mapas puedes visitar el sitio http://metromapas.net/.

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