José Almengor, cuatro crisis para el Gobierno

Actualizado
  • 02/04/2011 02:00
Creado
  • 02/04/2011 02:00
PANAMÁ. La crisis actual por la que atraviesa el sistema de justicia panameño se ha visto cada vez más minada, desde los cimientos del Ó...

PANAMÁ. La crisis actual por la que atraviesa el sistema de justicia panameño se ha visto cada vez más minada, desde los cimientos del Órgano Judicial, por los escándalos de supuesta corrupción.

Así lo han dejado ver tanto analistas como ex integrantes de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), tras el más reciente escándalo sobre la existencia de un grupo que supuestamente conspiró para sacar a la ex procuradora de la Nación de su cargo, y en la que se vincula al magistrado José Abel Almengor.

Sin embargo, PAMAGO (Perseguidos por Ana Matilde Gómez), como se llamó la agrupación, es apenas la punta del ice berg de los problemas de Almengor. De seis crisis por las que el gobierno del presidente Ricardo Martinelli ha pasado en sus 21 meses de gestión, cuatro han sido de la mano del magistrado, y todas ellas comprometen al Órgano Judicial.

Por ello —enfatiza Miguel Antonio Bernal—, es necesario la dimisión de Almengor. ‘Hay una situación extremadamente perjudicial y él debe renunciar porque es como un tumor en el cuerpo... No es el primer escándalo en el que se ha visto envuelto’, agregó.

El abogado Sidney Sittón, opositor a la designación de Almengor como magistrado, sostiene que aún con ese panorama, él no saldrá de la CSJ ‘porque es el protegido del presidente’.

Entonces, dijo el analista político José Isabel Blandón en una reciente emisión del programa Debate Abierto, que ‘Martinelli está enfrentando las consecuencias de la designación que le hizo a José Abel Almengor como magistrado de la Corte Suprema’.

PRIMERA CRISIS: EL NOMBRAMIENTO

Almengor renunció al Ministerio Público en mayo de 2009, entidad en la que ejercía como fiscal de Drogas y en donde tenía al menos 35 procesos disciplinarios y uno penal.

Tras su salida, pasó a la Secretaría de Seguridad, una oficina creada justo con la llegada de Martinelli al poder y que prácticamente desapareció cinco meses después, cuando Almengor fue designado como magistrado de la CSJ, pese a que no había sido recomendado por la comisión que el propio presidente integró para revisar las postulaciones.

La designación empezó a abrir grietas en la relación entre el Ejecutivo y la sociedad civil organizada, que se oponía al nombramiento, por considerar a Almengor como una allegado y ‘ungido’ de Martinelli.

‘Desde mucho antes que el presidente asumiera el cargo, Almengor ya sabía el puesto que le esperaba’, expone Bernal al respecto.

OTRO AVATAR

El nombre de Almengor volvió a relacionarse con controversias del Ejecutivo, dos meses después, cuando la entonces procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez, fue separada para investigación, por interceptaciones telefónicas a un fiscal.

Aunque el magistrado se declaró impedido por haber sido subalterno de Gómez en el MP, hay versiones que aseguran que estuvo presente en la reunión del pleno que decidió iniciar el proceso a la ex procuradora.

Frente a la posterior destitución de Gómez, grupos de la sociedad civil organizada y partidos políticos de oposición cuestionaron la decisión de la Corte, alegando que una vez más hubo injerencia del Ejecutivo en los estamentos de justicia.

LA NARCO AVIONETA

Giuseppe Bonissi entró a suplantar en el cargo a Gómez, en febrero del año pasado. Diez meses después salió del MP, en medio de otro escándalo de corrupción por la liberación de varias personas investigadas por el trasiego de drogas en una ‘narco avioneta’ en la región de Azuero.

En medio de la situación, Eva Lorentz, ex jefa de Recursos Humanos de la Procuraduría de la Nación, señaló que Almengor no ‘superaba su época como fiscal’ porque aún desde su cargo en el Órgano Judicial daba órdenes a los fiscales.

EL PLAN PAMAGO

La última crisis se desató tras las revelaciones de la ex jueza Zulay Rodríguez, publicadas en La Estrella, en las que asegura que Almengor participó, planificó y ejecutó la conspiración que llevó a la salida de Gómez de la Procuraduría de la Nación.

Según Rdríguez, las reuniones de PAMAGO se efectuaron en la Secretaría de Comunicaciones del Estado y en el restaurante Jade. En los encuentros, Almengor enviaba mensajes de texto por celular a Martinelli, para informarle cada paso que se daba.

El escándalo provocó la dimisión de Ítalo Antinori (quien también perteneció a PAMAGO), y que la sociedad civil empezara un pulseo por la separación de Almengor. Hoy reposan en la Asamblea seis denuncias contra el magistrado, por ‘extralimitación en el ejercicio de sus funciones’, tres de ellas interpuestas ayer ante la Comisión de Credenciales por Jorge Zúñiga y Humberto Serrano —a título personal— y por Taira Barsallo, en representación de la Asociación Nacional de Abogadas.

Aún así, hay quienes creen que por el supuesto respaldo que Martinelli le da a Almengor, nada le ocurrirá.

‘De nada sirven las denuncias que se presentaron en la Asamblea porque el Órgano Legislativo no tiene independencia pues ellos están actuando como un ente político Caimán no come caimán’, dice Miguel Antonio Bernal.

Eso, manifiesta Sidney Sittón dependerá de la decisión que tome el Ejecutivo. ‘Es improbable la admisión de la demanda, salvo que ellos se lo indiquen a la Asamblea, que es un ente eminentemente político, dependiente del Ejecutivo’, manifestó.

Mas allá, el vicepresidente del opositor Partido Popular, Aníbal Culiolis, cree que si el magistrado Almengor no se separa del cargo, la opinión pública lo condenará.

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