El partido de Arnulfo en su peor crisis

Actualizado
  • 14/09/2019 02:00
Creado
  • 14/09/2019 02:00
Hoy el panameñismo atraviesa por un difícil proceso porque, a diferencia de otros momentos duros, el pugilato no es entre arnulfistas de la vieja guardia, sino gente nueva muy alejada de mística del partido tradicional

El Partido Panameñista es una especie rara en la política partidista criolla. Viene desde Acción Comunal, por allá por los años 30 y se mantiene vigente, ganando tres elecciones de las siete realizadas desde 1989. Sin embargo, hoy atraviesa por un difícil proceso porque, a diferencia de otros momentos duros, el pugilato no es entre arnulfistas de la vieja guardia, sino gente nueva, muy alejada de la mística del partido tradicional.

‘Aunque la fragilidad del Partido Panameñista es evidente y los choques internos son de amor y odio, el colectivo político está hoy en una efervescencia gigantezca'.

En 1989 ganó las elecciones Guillermo Endara Galimany , quien fue candidatizado por el Partido Liberal. Los panameñistas habían perdido el partido, porque una facción fue cooptada por la dictadura de Noriega. Curioso fue el hecho de que en aquel momento los panameñistas no apoyaron a Endara a través del Partido Liberal, sino que votaron por el expresidente a través de la papeleta del Partido Demócrata Cristiano, hoy Partido Popular. Y es que los liberales habían sido los eternos adversarios de los panameñistas.

Después de Endara, la viuda del máximo líder panameñista Arnulfo Arias Madrid, Mireya Moscoso llegó a la Presidencia de la República en 1999 y en su período presidencial tuvo choques con dos figuras del partido que osaron adversarla en esa contienda. Juan Carlos Varela y Alberto Vallarino fueron a las primarias contra Moscoso y perdieron, pero luego se aliaron con el Partido Demócrata Cristiano (hoy Partido Popular), que prestó el andamiaje para candidatizar a Vallarino y adversar a Moscoso. Una vez en el poder y con todo el control del panameñismo, Moscoso expulsó tanto a Vallarino como a Varela del colectivo político. Pero como rezan los mismos panameñistas, ‘la historia se repite en espiral', tanto Vallarino como Varela volvieron al partido y éste último como ‘amo y señor'.

En 2014, Varela se convirtió en presidente y Moscoso pasó a segundo plano, muy relegada del círculo cero. Varela empero, terminó su gobierno con una muy débil popularidad y aunque controla el partido, está sumido ante la presión del excandidato presidencial José Blandón, quien lo cuestiona por negarle el apoyo en las pasadas elecciones; por apostar por otros candidatos fuera del panameñismo y por conspirar contra su candidatura y sumiendo al partido en su más grande crisis.

Blandón cuenta con el apoyo de Moscoso y en conjunto apuestan a que se renueve la junta directiva que controla Varela junto a su cúpula. El 24 de noviembre se realizará una convención nacional, para escoger el directorio provisional. Blandón apuesta a controlar esa convención y anda de casa en casa de los convencionales, recogiendo firmas de respaldo para incluir también reformas a los estatutos de partido. En total 1,636 convencionales y allegados de Blandón dicen que ya cuentan con firmas de respaldo que representan el 43 por ciento.

La convención nacional

Del lado de Varela, también están moviéndose. El exministro Mario Etchelecu compitió por la candidatura presidencial en la que ganó Blandón. Es el adversario visual de Blandón, pero detrás de él están los Varelas. Según fuentes internas del partido, Etchelecu correría también para la silla presidencial por el panameñismo, disputándole nuevamente el cargo a Blandón, por eso la importancia de controlar la convención del 24 de noviembre.

‘Blandón cuenta con el apoyo de Moscoso y en conjunto apuestan a que se renueve la junta directiva que controla Varela junto a su cúpula'.

Dentro de todo el rejuego interno del panameñismo, la realidad que estalla en el partido es que los neo panameñistas distan mucho de lo que fue el partido de Arnulfo. La figura más significativa del panameñismo de Arnulfo es su viuda Mireya Moscoso, pero dice que no tomaría las riendas del partido a menos que vaya por lo seguro, con la cantidad de convencionales para dominar la cita del 24 de noviembre.

Se perdió la mística

El panameñismo vive hoy una crisis extremadamente profunda. Jorge Gamboa Arosemena ingresó al partido con Moscoso en el año 2,000. Aunque sigue siendo miembro del panameñismo no está activo y ve al partido muy mal. ‘La mística del miembro de base y la mística de los dirigentes del partido se ha perdido. Todo es basado en qué hay pa' mi', sostiene.

Y para muestra un botón, agrega: ‘Han renunciado más de 200 miembros que eran convencionales, buscando que el gobierno actual no los bote. ¿Tú crees que esto lo hacía un convencional de antes… eso es porque no hay mística'.

Aunque la fragilidad del Partido Panameñista es evidente y los choques internos son de ‘amor y odio', está hoy en una efervescencia gigantezca. La pregunta que cabe es ¿podrá el panameñismo recobrar su mística, salir de debajo de las piedras y volver a ganar una elección?

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