• 01/10/2008 02:00

‘Abuelito, ¿eres invisible?’

Crecí en una familia interiorana en la que los ancianos son respetados en el sentido estricto de la palabra. En los tiempos en que yo er...

Crecí en una familia interiorana en la que los ancianos son respetados en el sentido estricto de la palabra. En los tiempos en que yo era niña no eran conocidas esas expresiones de tercera edad, adultos mayores, personas mayores; los viejos eran viejos, los abuelos eran abuelos, y punto... pero Dios!, como los amábamos y respetábamos.

Una visita obligada era a “casa de la abuela”, pero no por “obligada” literalmente, sino por lo que ella representaba. Su cariño; sus comidas; todas sus historias, especialmente esas sobre lo traviesos que eran nuestros padres o madres cuando tenían nuestras edades — sí, esos mismos que “ahora parecía que no nos comprendían”, porque no sabían por qué actuábamos “así”—; y hasta por sus consejos — que pocas veces seguíamos, pero que ahora sabemos lo valiosos que eran—.

Jamás se me hubiera ocurrido responderle —ni de buena, ni de mala forma— a mis abuelos, o a cualquier anciano de mi familia, o aunque fuera un desconocido, aunque sintiera que me asistía la razón. Respeto, es respeto, me enseñó mi madre.

En nuestra infancia y juventud, no entendemos lo que representan los abuelos, y demás ancianos de nuestras familias, y quizás ni de adultos nos detenemos a pensar en ello. Son sólo personas envejecidas a las que amamos... casi siempre, y respetamos... casi siempre, pero que poco a poco se van haciendo o, mejor dicho, las vamos haciendo invisibles.

Ellos lo sienten, lo sufren, pero no dicen nada. Quizás piensan que es parte natural de la vida: naces, creces, tienes hijos e hijas, nietos y nietas —o sobrinos y sobrinas, para los que no tienen hijos e hijas—... y te haces invisible, después... mucho después... mueres.

No creo que lo importante sea cómo los llamamos —“ancianos” o “adultos mayores”—, lo importante es cómo los tratamos y cuidamos, lo que hacemos para que se sientan lo que son, seres humanos que dieron un aporte importante a nuestras vidas, y que siguen teniendo mucho que dar. No podemos seguir en este desprecio a la vejez... total, es el futuro de la mayoría.

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