El enigmático y fatídico 11

El 11 de septiembre EEUU conmemoró el séptimo aniversario de los actos terroristas de 2001. El 11 de marzo de 2004 varias bombas explotaron en trenes de Madrid. En Panamá, el accidente del SAN-100 dejó 11 muertos y los que hemos visto desfilar más de 60 calendarios, hemos padecido los últimos 40 años las consecuencias del funesto 11 de octubre de 1968, cuando un grupo de engreídos oficiales de la Policía Nacional, comandados por el mayor Boris Martínez, dieron un golpe de Estado al Dr. Arnulfo Arias Madrid, apenas cumplidos 11 días de su mandato constitucional.

Recuerdo la primera conferencia de prensa televisada de los golpista. Boris Martínez condujo la conferencia anunciando las directrices que seguirían. Al finalizar su intervención, ubicándolo ensegundo plano, cedió la palabra a Omar Torrijos. Martínez destapó ese 11 de octubre de 1968 la Caja de Pandora de la cual salieron veloces los cuatro jinetes del Apocalipsis: 1) El de la ruptura del orden constitucional, surgimiento de la dictadura despilfarradora de dinero, causante del endeudamiento astronómico, la supresión de derechos humanos, la persecución, encarcelamiento, torturas, asesinatos y desapariciones. 2) El del autoritarismo, poder omnímodo, “dedocracia”, violación de derechos humanos, expropiaciones, como la de Editora Panamá América para crear la Editora Renovación, (ERSA) vocera del régimen autocrático y defensora de sus desmanes. 3) El del “juega vivo”, la corrupción, chabacanería, imposición de la vulgaridad de la multitud, degradación de la cultura, decadencia de la sociedad en general y sus valores e instituciones raizales como la familia y el matrimonio. 4) El de la sustitución de los méritos por la incondicionalidad y flexibilidad de las corvas de oportunistas. Lo que sí hay que reconocer es la habilidad del abanderamiento de la vieja aspiración nacionalista por la recuperación del Canal y de la soberanía en toda la República.

La campaña moralizadora de Martínez duró poco. Los monstruos que desató los devoraron a ellos mismos sucesivamente: El 24 de febrero de 1969 su cómplice lo desterró a EEUU. El 16 de diciembre de ese mismo año, estando en México, Torrijos fue destronado por sus subalternos, pero regresó recuperando el mando hasta su muerte. Después surgió el empujón de Flores; el gargantazo de Royo; el “desde ya” de Paredes; el “buen salto Rubén”, saludado por el MAN; el golpe de Macías; de Giroldi, su asesinato en Albrook; la invasión provocada por el bufón del machete; el saqueo de batalloneros y codepadis, cuyos jefes, prominentes funcionarios, planean retornar al pasado.

Compatriotas: Las consecuencias nocivas del 11 de octubre de 1968 han sido desastrosas. No permitamos que su influencia siga perjudicando al país y tu futuro.