• 10/11/2008 01:00

Valentía, pero tardía

El tema de la seguridad en Panamá se encuentra en niveles alarmantes, se dan asesinatos, robos y toda clases de desmanes y no hay una po...

El tema de la seguridad en Panamá se encuentra en niveles alarmantes, se dan asesinatos, robos y toda clases de desmanes y no hay una política cierta de seguridad, que permita de alguna forma contrarrestar la delincuencia organizada. Ni siquiera el gobierno ha desarrollado algún tipo de plan para incentivar a las unidades de policía, que permita mayor iniciativa.

El cuestionado ministro separado, el cual por moralidad debería evitar volver al cargo, se impuso en su momento por medio de la creación de estamentos de seguridad, incluso aprovechó la mayoría que representa el silencio cómplice de los diputados de gobierno para imponer a un uniformado en la Policía Nacional. ¿Y qué ha pasado?, ¿nos sentimos más seguros?, ¿los niveles y la percepción ciudadana han bajado? Pues, no y es allí donde sigue fallando el Ejecutivo.

Dentro de las primarias del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Juan Carlos Navarro esbozó la necesidad de la implementación de una política de mano dura, pero dicho plan no fue comprendido por los electores de ese partido, y más aún, el alcalde si hubiese tenido el coraje que ahora refleja de llamarle la atención directamente al presidente, quizás fuera el abanderado del PRD. Pero por el temor que siempre le tuvo a no recibir el apoyo de Martín, guardó silencio.

Incluso en las cuñas de Navarro se vio a la candidata Balbina Herrera decir que no estaba de acuerdo con la mano dura y que las políticas eran las correctas. Posteriormente Balbina salio defendiendo a su jefe de Zona, Daniel Delgado Diamante, sin saber la realidad o la verdad procesal. Peor aún era la aceptación del propio ministro de efectivamente haberle metido varios tiros al cabo, eso bajo el argumento de un incidente policial.

Ahora bien, el alcalde demuestra, aunque en forma tardía, la valentía del que no quiere seguir viviendo atemorizado, de ese que realmente está consciente en que las cosas cambien y por tal motivo pide un cambio de las políticas tradicionales de seguridad, que son las de darle al policía un tolete y un pito nuevo, para que ataquen la delincuencia.

Posiblemente Navarro sea el primero o único funcionario del partido gobernante que se atrevió a decirle a Martín Torrijos que, además de otros temas, en el de seguridad, “no se pudo”.

Mientras esto se dé, hasta ahora la candidata del PRD se decanta por seguir la política del gobierno, pues sabe que no cuenta con los recursos necesarios para poder optar a la Presidencia. Irse en contra de Martín Torrijos es cerrarse las puertas de todos los recursos del Estado, que son utilizados cada cinco años, para hacer política partidista, beneficiando a los de siempre.

Así veo las cosas y así las cuento.

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