• 22/01/2009 01:00

Estados Unidos, una nueva nación

Es importante señalar que el sueño de libertad no se aplica a una sola idea, sino que se proyecta a ciertos principios que busca enaltec...

Es importante señalar que el sueño de libertad no se aplica a una sola idea, sino que se proyecta a ciertos principios que busca enaltecer la verdadera existencia del hombre y su contorno. Es evidente que el nacimiento de la democracia tuvo grandes cambios, pero contribuyó a una solidificación de la nueva América.

Hoy el mundo contempla el nacimiento una gran nación, nueva era, un nuevo amanecer frente a las amenazas de terroristas que desean acabar con el mundo entero. Sin embargo, ese sueño de vivir en democracia contempla sacrificio, dedicación al trabajo y amor a Dios como soberano jefe en nuestras vidas. Hoy EUA están transformando su imagen.

El poderío de una nación se logra cuando sus hombres y mujeres piensan en proyectar mejores opciones de vida para sus habitantes. Hoy el pueblo estadounidense es ejemplo de una democracia pura y directa, el sacrificio que sus ciudadanos han efectuado no es de ahora, por más de 223 años han dado sus vidas en beneficio no solo de quienes pelean sus derechos, sino de aquellos que no pueden hacerlo. Este el momento en que el mundo y el pueblo estadounidense pueden ver con gran valor y orgullo la culminación de un esfuerzo a favor de la nación y el mundo. No fue fácil, luchar por una verdadera democracia y libertad, esto representa grandes sacrificios, como soldado de guerra, como un gran ciudadano, como un verdadero padre de familia, que diariamente aporta lo mejor para la nación. Lo cierto es que el verdadero patriota no nace con un arma de guerra, sino que el hombre debe buscar la sabiduría de Dios para mantener esa convención de que es necesario tener la voluntad divina para trabajar por la paz y la libertad del mundo.

Es evidente, hay momentos difíciles, el desempleo, errores, como seres humanos siempre habrá momentos en que no se puede complacer a todos, pero lo esencial es hacer un buen trabajo manteniendo la sinceridad, pero lo especial es tener esa confianza en Dios para buscar nuevas oportunidades. No se puede vivir del pasado, pero tampoco podemos olvidarlo. Vivimos una crisis económica mundial, pero lo fundamental es recordar la frase de Lincoln “no somos enemigos, somos amigos, aunque divididos”. Sabemos que muchos quieren el odio, maldad, destruir la voluntad, pero hay que tener ese deseo de una nueva democracia, oportunidad y esperanza. La fuerza no viene de las armas, sino de la sabiduría celestial, del poder de las ideas donde el hombre pueda cambiar las cosas positivamente. Hoy es el momento en que EUA y las naciones libres y democráticas pueden cambiar. Muchas cosas pueden cambiar, el hombre ha cambiado, sus logros, entonces es la oportunidad de cambiar las cosas negativas con la ayuda de Dios.

-El autor es periodista.mrangel@asep.gob.pa

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