• 09/02/2009 01:00

Un gobierno para el desamparo

Como dicen en la famosa serie mexicana del Chapulín Colorado “y ahora.. ¿quién podrá defendernos?”  Es terrorífica la amenaza de Ña...

Como dicen en la famosa serie mexicana del Chapulín Colorado “y ahora.. ¿quién podrá defendernos?”  Es terrorífica la amenaza de Ñaminelli en el sentido de eliminar —si es que llega— la posibilidad de que muchos programas de opinión pública puedan seguir divulgando las acciones desarrollistas del gobierno, acabar con la carrera administrativa y desaparecer el Fondo de Inversión Social (FIS).

Esta sola mención tiene a más de 50,000 trabajadores registrados en la carrera administrativa temblando ante la posibilidad de perder estabilidad y conquistas laborales en virtud del capricho y la megalomanía de un hombre a quien no le importa nada con el panameño común, y que va “ con sangre en los ojos “ y una descomunal escoba para barrer con miles de empleados públicos utilizando el viejo recurso del chantaje político y el cobro de “contribuciones” para rescatar la inversión de 40 millones que tiene destinados para comprar la Presidencia y hacer lo que ya hizo su partido hace algunos años con los empleados del IDAAN. 

Tan aberrante como esta medida es otra que se cierne como espada de Damocles sobre las cabezas de miles de panameños que tienen oportunidad de mejorar sus condiciones de vida gracias a los programas del FIS, como caminos, escuelas, luz, comunicaciones y proyectos agrícolas que ha venido desarrollando esa institución de la que ni los ex presidentes Endara, Moscoso y Pérez Balladares se atrevieron siquiera a imaginar su desaparición, como ahora promete Ñaminelli, el líder del Cambio “ antidemocrático” que comienza a mostrar su vocación de tirano.  Estas dos propuestas del “casi cien” lo pintan como es: un sujeto con serios problemas mentales que le llevan a sustentar caprichos dañinos y vengativos, devastadores para las esperanzas de mejores días para Panamá. 

De las actuales alternativas para seleccionar al nuevo rector de la cosa pública, que estaremos escogiendo el 3 de mayo, podemos seleccionar entre ésta, que resultaría nefasta para los de abajo, los profesionales y los empresarios que con esfuerzo y sudor han mantenido la rueda del progreso en movimiento, o la del ex presidente Endara, que se quedó en la época del televisor en blanco y negro y se niega a aceptar que el mundo es un proyecto que no se ha detenido y necesita de quienes con mente amplia y visión de futuro dirijan los destinos de los más. O en su defecto, seleccionamos a una ex ministra de vivienda, que viene con su método de trabajo que ya conocemos, integración, visión, que trae como referencias una agenda ejecutiva que debe completar acciones puestas en ejecución por el actual gobierno y otros puntos que deben perfeccionarse, pero cuyo norte es llevarnos a mejores derroteros en el próximo quinquenio.  Meditemos lo que haremos el 3 de mayo en las urnas a solas con nuestra conciencia.

-El autor es periodista. erluga@cwpanama.net

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